En una entrevista hecha a Guillermo luego de anunciar su retiro, se le preguntó qué es aquello que nunca podría olvidar, y cuando todos estaban esperando una respuesta relacionada a su Omega, quedaron consternados y más curiosos sobre su respuesta:
"Hay muchas cosas que nunca olvidaré, cuando sentí el amor a primera vista es una de esas ocasiones, no fue con Lionel pero son sentimientos igual de fuertes... mis primeros cachorros, a quienes amé desde el primer segundo, puedo cuestionar y dudar demasiadas cosas en mi vida, pero ellos nunca serán una de esas."
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Marzo, 2001
Se supone que esas eran unas vacaciones familiares o el intento de unas, Guillermo no veía demasiado atractivo en Colima, estado tan pequeño que no entendía por qué era un estado.
Pero todo fuera por escapar un rato de su ajetreada vida, entre los entrenamientos, ayudar a sus padres en su negocio y su vida escolar apenas le daba tiempo de respirar, su madre le insistió en que tomara un descanso dado que el joven ya no podía ocultar demasiado su agotamiento.
Y ahí estaba ahora, en un tianguis en Colima buscando cualquier cosa por la que le hayan mandado sus tías, no lo recordaba del todo pero entre ver tantas cosas lo haría.
Terminó con el mandado, se compró un esquimo y se dispuso a regresar a la casa donde se estaban quedando, pasaría por las tortillas de camino pero a menos de tres calles del mercado, en una solitaria su poco entrenado sentido del olfato le hizo detenerse casi en seco.
Un aroma demasiado dulce como para provenir de ese lugar despertó su curiosidad, era casi un callejón, ni los gatos pasarían por ahí pero Ochoa lo hizo buscando la fuente de aquel olor pero solo vio dos cajas de tamaño mediano.
Y en su inocencia pensó que alguien habrá abandonado unos perritos ahí pues ambas cajas estaban tapadas con cobijas que lucían suaves.
Así que quitó la de una y casi dio un brinco del susto, parpadeó muchas veces creyendo que era un sueño o que algo le habían echado a su esquimo. No fue así, en esa caja delante suyo había un bebé, no recién nacido pero bebé a final de cuentas.
La historia se repitió con la otra caja, y ahora estaba con dos bebés vivos en un callejón sin saber qué hacer. No lucían maltratados, definitivamente tendrían hambre pero no lloraban, el más grande lo miró y Guillermo quiso desaparecer en ese instante.
¿Cómo alguien pudo abandonar a sus hijos ahí? O quizás los secuestraron... había tantas posibilidades que no sabía ni por dónde comenzar pero tenía claro que debía sacarlos de ahí.
—Puta madre... —Murmuró comenzando a desesperarse.
Sin pensárselo demasiado, o huiría aterrado de ahí, sacó todo lo que había en la bolsa del mandado y con un cuidado que desconocía de su persona tomó a uno de los bebés para envolverlo en su cobija y meterlo a la bolsa, agradecía que le hayan dado una bolsa grande solo para pocas cosas ya que ambos cachorros cupieron en la bolsa.
Las cobijas servían para que no lastimaran su delicada piel, en una mano llevaba la bolsa con los bebés, en otra una de las cajas donde los encontró y metió sus compras ahí junto con el esquimo.
Su fuerza fue suficiente para caminar un par de cuadras más y llegar a la casa, tocó la puerta con unas ligeras patadas y cuando su madrina fue a recibirlo su expresión de asombro y preocupación fue parecida a la del rizado en ese callejón.
—Guille... no te pedimos bebés, ¿de dónde...?
—Es una larga historia, pero sáquelos de aquí, siento que mi brazo no aguantará más. —Pidió algo adolorido.
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Kevin
Fanfiction•͈ ┈─ How can we not talk about family when family's all that we got? Guillermo es un hombre solitario, con un único brillo en su vida el cual no cambiaría por nada en ella. Su razón de ser y esforzarse fue lo mismo que lo privó de d...