Kevin

We're sticking together

Junio, 2024.

Era impresionante como pasaba el tiempo el cual por muchos años lo vio ir condenadamente lento y ahora en un abrir y cerrar de ojos había llegado hasta ese punto, pero dándose la oportunidad de disfrutar su vida ahora que estaba sin atadura alguna.

Muchas cosas cambiaron después del mundial de Catar, además de que Argentina había salido campeona de dicha competencia, Guillermo y Lionel hasta ese momento se dignaron a hablar de su relación, haciéndola pública junto con la decisión de sus retiros del fútbol; el mundo estuvo esperando la confirmación de que eran pareja y ellos decidieron aventar el cubetazo a la prensa para después perderse.

Fueron días de tener sus celulares apagados puesto que las preguntas no dejaron de bombardearlos una tras otra, y no era para menos.

Decidieron dejar todo claro: que estaban enlazados, casados, que fueron padres de trillizos y que además tenían otros tres hijos quienes eligieron que no ser mencionados por sus padres o el escándalo se haría aún mayor.

El matrimonio se enorgullecía de todos sus cachorros, no pudieron dejar de lado a ninguno y la prensa hasta la fecha nunca ha sospechado que sus hijos mayores fueran dos mexicanos y un argentino que rescataron hace tantos años.

La idea de retirarse llegó por Lionel, quien llevaba desde que los trillizos nacieron con ese pensamiento, ser un hombre de familia y poder ver a sus cachorros crecer pero Guillermo lo convenció de que ambos siguieran con sus carreras, llegar a un último mundial juntos y el resultado fue una historia más que conocida.

Pero a partir del 2023 la pareja terminó asentándose en algún lugar de Europa donde no serían tan molestados a comparación de sus países de origen pero sin olvidar estos por completo, mucho menos a Kevin, Diego y Julián.

Sus cachorros mayores tomaron caminos por separado y lejos de ellos aunque quizás en algún futuro los tres se reencontrarían, quizás en un próximo mundial, quién sabe; pero aunque que eso sucediera ellos tres nunca dejarían de ser los pequeños niños que sus padres encontraron, sus primeros bebés.

La comunicación era lo más constante que se podía entre ellos pese a los horarios y se veían constantemente en el año aunque en los últimos tres años había sido bastante difícil coincidir todos, el esfuerzo por conseguirlo siempre estaba ahí.

Y no se presionaban entre ellos, unos estaban ocupados con sus clubes y otros atravesando de nuevo por la paternidad.

Guillermo y Lionel podían estar retirados pero su vida seguía siendo igual de turbulenta; con sus pequeños hijos de casi cinco años quienes crecieron sanos y seguros, que nunca fueron expuestos ante el ojo público, sus padres siendo en extremo cuidadosos con ello, después de todo eran unos niños.

Niños bastante risueños y cariñosos con sus hermanos y progenitores; su única hija era por lejos la más tranquila de ellos, sus dos hermanos eran un torbellino andante y sus personalidades se amoldaron casi a la perfección con sus padres.

Thiago y Ciro eran niños de Lionel.

Lucciana era niña de Guillermo.

Amaban a los tres por igual y el tiempo compartido era equitativo, los cachorros tampoco parecían tener preferencias pero era más sencillo que el Omega aplacara a sus quilomberos cachorros y que Guillermo se prestara para que su hija jugara con él o mejor dicho con su cabello.

Una para nada pequeña familia, unida y feliz.

Que ahora se encontraba de vacaciones, aprovechando que sus otros cachorros se tomaron unas vacaciones y no dudaron en aceptar la invitación de sus padres a una playa solo para ellos, afortunadamente en México.