It must be fate, I found a place for us

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Salieron de la taquería después de poco más de una hora, ambos argentinos encantados con la comida y Julián no de resistió a pedir un agua de jamaica para llevar, los mexicanos iban orgullosos porque habían logrado su cometido de romper el hielo con el joven Alfa, Lionel igualmente estaba aliviado, aliviado y contento de que todo haya salido bien hasta ahora.

—¿Quieren ir a otro lugar? —Ofreció Guillermo mientras se dirigían a la camioneta, el Omega argentino sabía que era ahora o nunca su oportunidad.

—Guille, estaba pensando en que tus niños y Julián podrían conocerse mejor... no sugiero que se vayan de joda ni nada, pero vos sabes, les vendría bien estar solos ellos tres. —Le estaba rezando a Maradona para que el mayor entendiera su indirecta.

—¿Solo ellos? —Pareció pensarlo. —No veo por qué no dejarlos, solo... ¿me dejas hablar tantito con los míos?

—Claro, claro, igual haré lo mismo.

Ambos se alejaron un poco con sus respectivos cachorros.

—Nada de empedarse, ponerse grifos ni nada que los apendeje aún más, ni a ustedes ni a Julián o ahora sí los voy a echar de mi casa. —Amenazaba Ochoa, era una oportunidad de oro y quería que todo saliera perfecto.

—Donde te pongas en pedo en un país que ni siquiera conoces vas a desear haberte quedado en Argentina. —El Omega igualmente amenazó a su hijo, viéndolo con tanta seriedad que el menor quería esconderse detrás de su vasito de agua pero tuvo que asentir.

Los tres cachorros conocían a sus padres estando realmente enojados, más cuando ellos han sido motivo de esto, así que no los desobedecerían por nada del mundo, o no tanto al menos.

Ambos padres tuvieron un cambio drástico al volver a acercarse, y no era para menos, tenían que seguir quedando bien con el otro aunque fuera algo un poco innecesario dadas las extrañas circunstancias en las que se estaba dando su relación.

—Todo suyo, diviértanse los tres. —Dijo un sonriente y emocionado Messi, Julián se acercó a los otros dos cachorros con pocas ganas.

—Ya saben lo de siempre, no quiero ir a sacarlos de barandillas otra vez. —Dijo como última advertencia Guillermo mientras se acercaba al Omega argentino.

—Lo tenemos todo bajo control. —Mentira. —Ustedes también diviértanse. —Kevin parecía ser el más entusiasmado.

Lionel y Guillermo les otorgaron el beneficio de la duda y se marcharon de ahí.

Diego, Kevin y Julián por otro lado, apenas sus padres desaparecieron de sus vistas los Omegas miraron mal al Alfa.

—¿Jamaica? ¿En serio? —Reprochó Lainez.

—¿Por eso me están mirando mal?

—Tienes gustos bien curiositos...

—No es verdad.

—Pediste pimienta para tus tacos. —Recordó Kevin mientras hacía una mueca de disgusto.

—¿Me van a llevar a algún lugar o van a estar rompiendo la pija? —Reprochó el mayor.

—Serénate güerito que es coto. —Pidió Diego empezando a caminar, los otros dos lo siguieron.

—No entendí un carajo de lo que dijiste.

Los Omegas suspiraron, esto sería difícil.

[ ... ]

—¿Confías en ellos? En los tres. —Messi se sentía un poco inquieto, confiaba en los hijos de Ochoa pero era inevitable no preocuparse por el suyo.

KevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora