You don't gotta fight, I'll be here 'till the end of time

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Una poco más tranquilos los cachorros ahora, los tres estaban sentados frente a los mayores como si de niños regañados se tratasen, sobre todo Julián quien veía con molestia a Guillermo todavía, Diego sentía injusto que a él también lo incluyeran en el regaño y Kevin había aceptado ese destino desde hace mucho tiempo.

—Vos volvés a golpear a alguien así y estarás en graves problemas, Julián. —Decretó el Omega mientras revisaba el labio roto del Alfa mayor, no parecía ser tan grave. —Y ustedes dos, ¿no conocen la privacidad de su padre? —Ahora regañó a los dos Omegas que se hicieron chiquitos en su lugar.

—Leo, Leo, no tiene sentido regañarlos ahora, solo... hablemos. —Claro que Ochoa estaba hirviendo de la ira con los tres menores, uno por golpearlo y los otros dos por llevarlo a su casa como si fueran conocidos de toda la vida, razones tenía de más para molestarse pero eso se lo dejaría al Omega en lo mientras, miró a sus cachorros. —Ustedes tienen tanta suerte de ser mis hijos, o les juro por Dios que ya habría sacado sus cosas de aquí, ¿en qué chingados estaban pensando en traer a un desconocido a mi casa?

Messi miró al mayor, no lucía molesto para nada, y eso que él tenía todos los motivos para estarlo, no sabía lo que pasaba por la mente del Alfa.

—Perdón... —Murmuró Kevin, sabiendo que todo eso era su culpa.

—Kevin... —Ochoa tomó el puente de su nariz entre sus dedos. —No pretendo hablar de esto ahora, es lo suficientemente tarde para seguir molestándome, váyanse o quédense a dormir como ustedes quieran, y tú, —miró a Julián y se detuvo antes de decir alguna pendejada —no sé qué te dirá Lionel, los dejaremos solos para que hablen,

No les dejó tiempo de responder, solamente tomó por los brazos a sus cachorros y los llevó a las habitaciones que ellos mismos habían elegido en la casa de Guillermo, un lugar tan grande no podía estar siempre vacío, argumentaban ellos.

—Por lo menos doma bien a sus bestias. —Dijo por lo bajo Julián, ganándose un pellizco en el brazo.

—Y yo debería de empezar a hacer lo mismo, Julián dime la verdad, ¿en qué estabas pensando al venir hasta acá? Estás lejos del hotel, venía hasta acá y golpeas a un Alfa que no conoces. —Más que enojado, el mayor estaba decepcionado con esa actitud, creía que había hecho algo bien al educarlo y estaba recibiendo ese comportamiento.

—¿Y vos? Ni siquiera llegaste al hotel, y ahora estás en la casa de un Alfa que encima engaña a todos diciendo que es un Beta, usando su ropa y apestando a... ¿picante? —Tardó en descifrar el olor y todavía dudaba de ello.

El mayor entendía que estuvo bastante mal al no avisarle a nadie que se iría con Guillermo y que el cachorro tenía derecho de reclamarle. —Lo lamento, ¿sí? Debí de decirles que no llegaría al hotel o algo, y aunque sé que seguirás preocupándote, él no me hizo nada, ha sido muy amable hasta ahora, así que vos te vas a disculpar pero con Guillermo.

Julián frunció el ceño. —No, no quiero.

—Julián.

—¡No confío en él!

—No te estoy pidiendo que confíes en él, solamente-

—Pero sí me vas a pedir que lo llame padre y le diga hermanos a sus hijos.

—¡Julián Álvarez! —Tomó con fuerza el brazo del menor quien rápidamente se mostró arrepentido con lo que dijo. —¿Sabes algo? Andáte al hotel, ahora.

—Pero...

—Hablaremos de esto cuando los dos estemos más tranquilos, ahora vete.

—Te vas a quedar con él, ¿verdad? Con ellos...

KevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora