All I ever needed is here, in my arms

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—¡Memo! ¡Por una chingada ya cálmate o yo te voy a calmar de un putazo!

La situación no era favorable para los presentes, Guardado, Lozano y Javier intentaban tranquilizar al Alfa dominante que parecía tener un ataque de nervios después de que despertara de su pequeño desmayo; ninguno entendía el motivo de ni uno ni de otro y no dejarían que sus hijos lo vieran así.

—Háblenle a Edson y díganle que no traiga a los escuincles hasta que se calme este wey. —Pidió Javier algo apresurado.

—Yo voy. —Lozano se alejó de ellos para marcarle al Alfa que muy probablemente estaba con los cachorros dejando al Beta y al Omega solos.

—Memo. —Volvía a insistir Andrés acercándose al mayor. —Puedes mandarnos a la chingada ahora mismo e iremos, pero no sin antes saber qué te pasó, te caíste peor que costal de mercado y eso no es algo normal.

Guillermo los miró, su expresión era indescifrable, no supieron decidir si era alegría, miedo, decepción o todo eso junto plasmado en una casi mueca en el Alfa.

—Yo... no sé si la cagué, ¿sí? Dios mío no sé cómo tomarme esto, yo no... —Pasó sus manos por su rostro con frustración. —Lionel me va a querer matar.

—A ver, a ver, siéntate, respira y háblanos, nadie vendrá a interrumpir, Chucky de encarga de eso. —Pidió Javier casi obligando a Ochoa a sentarse. —Ahora sí, ¿qué pasó?

El mayor dio un pesado y largo suspiro antes de soltarlo. —Leo está esperando un cachorro.

Beta y Omega esperaban algo considerablemente peor, mucho peor, no entendían esa reacción de parte de Guillermo por la noticia.

—¿Y eso te tiene tan espantado? Ustedes dos son bien jariosos, y las personas así no suelen cuidarse, era obvio para todos que esto sucedería. —Decía Andrés, quizás su amigo no quería más hijos. —¿Tú no quieres tener otro cachorro?

—No es eso... creo que tengo que comenzar desde el principio.

—Por favor, que solo nos haces bolas.

Nuevamente Guillermo tuvo que explicar todo su desajuste hormonal, las razones de este y de muchas otras cosas, sus amigos quedaron perplejos aunque muchos aspectos en la personalidad del arquero tuvieron sentido en ese momento.

—Luego te vamos a madrear por escondernos todo esto, pero yo sigo sin entender por qué reaccionaste así. —Fue lo primero que dijo Andrés. —Insisto, ¿no querías más hijos?

—No es eso, miren-

—¿Entonces piensas que Messi estuvo con alguien más antes de ir a México? —Javier frunció el ceño por la sola idea.

—¡No!

—¿¡Entonces qué chingados pasa por tu cabeza!?

Ochoa bufó, para estos amigos para qué quería enemigos, y ese pensamiento aplicaba para los tres.

—Dudo que suceda... ¿pero y si Leo piensa que le mentí? —Ahora los otros dos parecieron entender su punto. —No debería de pensarlo, pero luego de años de que me dijeran que no puedo tener hijos y que ahora mi Omega esté esperando uno es...

Ambos, tan malacostumbrados a la negativa personalidad de Guillermo esperaban una respuesta de esa índole; no sucedió.

—Es increíble, es un milagro y algo que me encanta, pero no sé si por lo menos Leo quiera tener más hijos o cómo reaccionarán los otros tres, son demasiadas cosas para digerir ahora mismo.

—Yo no sé qué clase de Omegas hayas conocido tú como para que pienses que el tuyo, que además de ser tu destinado no quisiera un cachorro contigo, de ambos. —Andrés apretó el hombro del Alfa. —No entiendo mucho esas madres de Alfa y Omega, mucho menos de los cachorros... pero si ustedes aceptaron a Diego, Julián y Kevin en sus vidas, ellos también serán capaces de aceptar a otro.

KevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora