XXXIII.

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15 de noviembre, 2022. Doha, Qatar.

Agostina se removió ligeramente en la cama, frunció el ceño al notar que su almohada subía y bajaba lentamente. Tuvo que refregar sus ojos para darse cuenta que dicha "almohada" era nadie más y nadie menos que Enzo.

Una somnolienta sonrisa se asomó a sus labios y se acurrucó contra la cálida piel del hombre a su lado. Sentía cómo las piezas del rompecabezas caían en su lugar.

Sintió como el morocho bostezaba; uno de sus brazos la abrazó por la cintura, su pulgar comenzó a dibujar pequeños círculos en la zona.

⎯ Buen día, princesa.⎯ su voz estaba ronca y era casi inaudible. Pocas veces escuchó un buen día tan maravilloso como ese, procuró memorizar como sonaba cada una de las letras al dejar sus labios.

⎯ Buen día morocho ¿Cómo dormiste?⎯ Él depositó un suave beso en su cabeza y comenzó a acariciar los despeinados rizos de Agos.

⎯ Bien, un poco incómodo... me volviste a usar de almohada, no se vale eso. Fuiste dos veces consecutivas, mala.⎯ Le picó una costilla y ella se rio inmediatamente ante el tacto.

⎯ ¡Ey! No tengo la culpa, sos muy calentito e irresistible.⎯ Agostina levantó la cabeza de su pecho y lo miró a los ojos. ⎯ Pero te prometo que la próxima te toca a vos.

Ella se acercó y dejó un suave beso en sus labios.

⎯ Mhm... más te vale Agostina, sino me voy a asegurar de que no comas nunca más las medialunas de Marta.

Fingió ofensa. ⎯ ¿Cómo se te ocurre usar semejante amenaza, Enzo Jeremías?

⎯ Vos te la buscaste, Agostina Paz.

⎯ Malo.⎯ Dijo mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

⎯ Daaaah ¿Qué te haces la enojada wacha hermosa? Veníiiii....⎯ La abrazó y empezó a besarle toda la cara.

⎯ Desenojate, dale.⎯ Enzo.

⎯ No me toques, sos un malo.

⎯ Agostinaaaaa, dame bola.⎯ Hizo pucherito mientras seguía insistiendo con los besos, buscando sus ojos aunque ella desviaba su mirada.

⎯ Shh... que pesado salí.

⎯ Dale, amor...

Una sonrisa pícara se asomó a los labios de la morocha. ⎯ ¿Cómo me dijiste?

⎯ Ah viste que rápido se te pasa el enojo, como te puedo la puta madreee. El poder de Sexo Fernández.⎯ Una almohada chocó su cara. ⎯ ¡Ay!

⎯ ¡Sos un tarado!⎯ Pum, la almohada otra vez.

⎯ ¡Auch! Pero que pendeja de mierda.⎯ Entre risas. ⎯ ¡Paráaa!

⎯ No, por malo y manipulador.⎯ Él actuó rápidamente y esquivó un almohadonazo; sus manos atraparon la cintura de Agostina y la tumbaron sobre la cama, quedando encima de ella, aprisionando sus manos por encima de su cabeza. ⎯ ¡Enzo! ¡No vale eso!

⎯ Sí que vale.

Ella se puso roja de la bronca.

⎯ Dios, cómo te quiero.⎯ Se rió mientras la miraba a los ojos, su cara cambió de estar roja de la envidia a roja de la vergüenza.

⎯ Yo más... aunque juegues haciendo trampa.

Besó sus labios delicadamente. ⎯ Perdón, princesita, pero la vida no es justa.

⎯ Tonto.⎯ Ahora fue Agos quien buscó los labios de él, mordiendo la piel un poco más fuerte de lo debido.

⎯ ¡Ay!

𝗠𝗔𝗥𝗢𝗢𝗡 ⎯  julián álvarez & enzo fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora