LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

22. Sonrisa encantadora

- Capítulo Veintidos: Sonrisa encantadora -

Leonardo Jones

- No, en realidad las necesito para reciclar como la ves. - Sonrió sarcásticamente.

- Ah, ¿Sí?, Que graciosa...

La miró con sarcasmo y a la vez frunció el ceño cuando sintió como esta le alborotaba el cabello y cerraba la caja.

- Si que haces unas preguntas algo.... Tontitas. - Decía la jóven mientras soltaba una risita.

- Si tú lo dices.

Sin mostrar ninguna expresión apartó su mirada, simplemente ni él comprendía porque con ella era distinto, curioso y sociable, lo contrario a serio y distante.
Observó que la jóven volvía a ponerse encima del pequeño banquillo para sacar otra caja, su acción por estirar su brazo como si de una niña pequeña se tratara, sólo para alcanzarla le causó un poco de gracia.

- Ah... - suspira y voltea a mirar al muchacho que soltó una risa burlona. - Podrías..... A..Ayudarme, por favor.

Él la miró irónicamente cuando la jóven le pidió ayuda, sin decir nada, se acercó a ella, estando a un lado, estiró las manos y fácilmente sacó la caja del estante, era la última.

- Bien, eso debe ser todo.

Dijo sacudiéndose el polvo de las manos, de igual manera la camisa.

- No quisiera interrumpirte mientras haces tu melodía - habló dando unos pasos hacia la puerta - así que.. adiós y buena suerte con eso.

Anna Roller

- Adiós y gracias por ayudarme con las cajas.

Dijo mientras abría una de las cajas y empezaba a revisar cada hoja, cuando vió como el muchacho ya no estaba bajó la mirada y mostró una leve sonrisa.

- Gracias, ojitos lindos.

Después de varios minutos se encontraba tocando las melodías que había encontrado, tan solo las que más le parecieron buenas, pero aunque seguía cada nota... nada le llegaba a su mente, estaba en blanco... Su plan no era copiar sino que le ayudarán a crear pero no servía.

- Anna no pensé que seguías aquí.

La profesora de música habia ingresado con una llave en mano, se acercó a la joven castaña con una leve sonrisa y una mirada curiosa.

- ¿Y las melodías te ayudaron en algo?

- No, profesora. - Baja la mirada - Osea si creé algunas pero no me son convincentes para el concurso... No quiero tocar una melodía así por así, quiero que sea.... Especial.

- Jum... Te entiendo, ¿Y por qué no le pides ayuda a Leonardo?

- Leonardo... ¿Leonardo Jones?

- Ujum, además de ser el encargado es muy bueno con los instrumentos.

- Eh... No creo que acepte.

- Nada logras sin preguntarle, es un buen chico, seguro que aceptará.

La joven desvió la mirada a su cuadernillo y se fijó en las notas que había creado con él.

- ¿Lo harás?

- Esta bien.... Le preguntaré.

- Bueno, ahora si vaya a tu casa o tu familia se preocupará.

- Sí, gracias profesora.

Recogió sus cosas y lo metió en su mochila para luego retirarse del salón y caminar por los pasadizos.