LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

15. El pasado de los Roller

- Capítulo Quince: El pasado de los Roller-

Una joven castaña se encontraba ingresando a la Universidad, andando por los pasadizos mientras que pensaba en donde quedaba aquella fiesta de disfraces. Tenía puesto un vestido color verde, su cabello estaba recogido, luciendo aquellos aretes y ese collar que eran del mismo color del vestido. No tenía mucho maquillaje puesto, igual que la doncella anterior, ella le gustaba no exagerar demasiado.

—  Que raro, ¿Dónde será? Sin embargo escucho música, está claro que es aquí, pero... ¿Dónde?

Por otro lado, una pareja se encontraba andando por los pasadizos del segundo piso. Sus manos estaban entrelazadas y el silencio los invadía, pero eso no les afectaba, con tan solo sentir que tenían algo que los unía como el sentimiento y el tacto de sus manos, era suficiente para estar felices.

—  Edward, ¿puedo preguntarte algo?

— Esta noche estás muy curiosa, ¿no?

— Jaja puedo decir que sí, es que esto es algo impresionante para mí.

— Jum... Bueno, dime ¿Qué sucede?

—  El otro día, en el receso, te vi hablar con Melissa entre los arbustos.

—  ¿Me espiaste?

— ¿Qué?, ¡Claro que no!

—  Alice...

— Está bien, sí lo hice.... Es que la curiosidad me ganó, y en ese momento estaba buscando a Melissa para almorzar.

— De acuerdo, pero, ¿Dónde está la duda?

— La pregunta es.... ¿Por qué le dijiste que no querías estar conmigo por el simple hecho que me ocultas algo importante? Eso entendí, y ahora saber que estamos juntos.... No lo sé, no comprendo qué fue lo que te hizo cambiar de parecer. Me gustaría que.... Me lo dijeras, ahora que somo novios debemos conocernos más, para que cuando estés triste o deprimido sepa el por qué.

El pelinegro al escuchar eso se detuvo un momento, haciendo que la joven se preocupara.

— ¿Amor?, ¿Qué suce.....?

No completó sus palabras ya que había recibido un beso de parte de él, era dulce e intenso, un poco más que la vez anterior. Una vez se separaron la joven se sonrojó rápidamente, eso no lo había esperado.

— Disculpa, pero.... Escucharte decir aquellas palabras, hicieron que mi corazón se acelerara y que mi cuerpo tomara control de mis sentimientos.

— No tienes que disculparte. - Le acaricia la mejilla.

— Bueno, dejemos las cursilerías.

— Jajajajaja... Pero si tú iniciaste.

— ¿Yooo? ¿Cuándo? — decía mientras caminaba y quedaba delante de ella.

— Ujum...hazte el gracioso. — se acercó a él. — ¿Y me lo vas a decir?

— Bueno... Hace unos años, cuando era niño.....