LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

8. Tentación

- Capítulo Ocho: Tentación -

Edward Roller

- Sofía, ya, para... por favor.

No podía hablar del todo bien, ya que, ella no dejaba de besarme, al principio por respeto no la alejé con un empujón, pero ahora no lo toleraba más, así que la agarré de ambos brazos y la separe de mí.

- Ya... ¡Basta!

- ¿Por qué?

- ¿Y lo preguntas tan tranquila? - suspiré - Oye, en serio, ya tienes que detenerte.

- [...]

- Tienes que entender que lo que siento por tí es sólo cariño.

- ¡No!

- Aunque sea dificil tienes que comprenderme, no puedes obligarme a sentir algo por tí.

- No lo entenderías.

- ¿Qué no entendería?

Ella bajó la mirada, sacudiendo la cabeza.

- Olvidalo, y discúlpame.

- Okey.

- Mejor salgamos de aquí, esta atmósfera me está matando.

Ambos salimos del salón, caminamos unos segundos por los pasadizos encontrándonos con Gustavo que estaba apoyado en la pared, cruzado de brazos.

- ¿Y como les fue? - preguntó.

- Como siempre. - respondí.

- ¿De locos?

- Exacto.

- Ya dejen de decir estupideces, y dime, ¿cómo es eso de que ya tienes novia?

Sofía con un semblante un poco serio preguntó, colocándose entre Gustavo y yo.

- No me digas que es Melissa.

- No es ella, es Alice.

- ¡¿Qué?!

- ¿Qué pasa?, ¿acaso no me crees?

- Claro que sí, pero, ¿por qué ella, entre todas las chicas tenías que elegir a la amiga más cercana de Melissa?

- Pues, gracias por la felicitación.

Dije sarcásticamente.

*

*

*

Pov: Alice Miller

- Confiesa, Alice, dí la verdad, ¿tú y él ya...?

- ¿Eh?, ¿qué cosa? -sabía a que se refería, pero opté por aparentar incomodidad e ignorancia - no sé de que hablas.

- Oh...vamos, sé perfectamente que sabes de que hablo, ahora que las chicas se fueron puedes decirme.

- No diré nada porque no hicimos nada, nos vemos después.

Estaba con Melissa, como ella había mencionado estábamos solas, hablando de temas sin sentido, pero fue entonces cuando todo eso desapareció cuando metió el tema de mi falso amorio con Edward. Sin pensarlo, me alejé de ella, dejándola con la curiosidad.

- ¡Hey!, Alice, espera, ¡era broma! - acercándose a mí- ¿no te gustaría hacer una pijamada hoy en mi casa?

- Eh, no puedo, lo que pasa es que debo seguir estudiando -reí nerviosa y mirando a otro lado.