LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

13. Jealous Boy

- Capítulo Trece: Jealous Boy -

Edward Roller

— Hola, Alice.

Dije mientras la miraba atentamente, lucía tan linda, ese vestido y ese rostro angelical que te daba tranquilidad, hacía estremecer mi cuerpo, aunque a veces ese angelito era un demonio. Sentí como Melissa me agarró de la mano, prestándole atención unos segundos.

— No sabía que habías invitado a Alice.

— ¿Yo, invitada? — Alice me miró desconcertada con lo que dije.

— ¡Eh!, N..no yo no hice eso... ¿por qué lo haría?

Dijo Melissa.

— Vine por mi cuenta, con unos amigos. — respondió ella manteniendo una mirada fría. Entonces no está sola.

Sofía apareció entre nosotros, y cuando miró a Alice sonrió.

— ¡Alice!, ¡Que sorpresa!, No pensábamos verte en este lugar.

— Yo tampoco pensé en verlos aquí, el mundo es tan pequeño como dicen...

— Si que sí, ehh... — Estaba nervioso, ni sabía que pasaba por su mente al ver que estaba con su mejor amiga al lado. — ¿Y tus amigos?

— De seguro ya vienen.

Continuó siendo cortante, esta chica a veces podía ser demasiado seria, incluso más que yo.

— Si quieres nos puedes acompañar mientras los esperas...

— Si que los ex se divierten con sus nuevas parejas. — Sofía no dejaba de fastidiar con sus palabras.

— ¿Qué? — La miré perplejo.

Sofía dió un sorbo a su trago y dijo:

— Vamos, tan juntitos que se los veía a Melissa y a tí... Parecían una pareja.

Después de esas palabras miré a Alice.

— Eso no es cierto, yo te lo puedo...

— ¿Por qué tienes que darle explicaciones?, ¿No se supone que ambos ya terminaron?

— Sofía, no digas...-

— Ella tiene razón, no tienes que darme ninguna explicación, Edward, terminamos, ¿Lo recuerdas?

— ....

— Alice, ¿que tal si te nos unes?, Será divertido tenerte con nosotros.

— Me gustaría unirme, sofía, pero no quiero causar algún tipo de incomodidad, y mucho menos a ustedes.

En eso sin darme cuenta ella se había fijado en mis manos, no lo entendía al principio pero cuando apenas bajé la mirada pude notar que.... Mis manos estaban entrelazadas con las de Melissa.

— No, Alice, déjame explicarte... No es lo que te imaginas.

Alice Miller

— ¿Hum?, Ya te dije que...

— ¡Aquí estás! — Exclamó con la voz agitada — tonta, te me perdiste entre la multitud como cinco minutos...ya me estaba asustando.

— Lo siento, Matteo.

— No pasa nada.

Había aparecido matteo por mi detrás, algo que ocasionó un malentendido por las caras de sorpresa que pusieron algunos.

— No me digas que ustedes dos... — Melissa estaba por decir algo que malograría más el ambiente pero la interrumpí al instante.

— No, sólo salimos a divertirnos como todos en este lugar.