44. Tu verdadero ser.

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- Capítulo Cuarenta y cuatro: Tu verdadero ser -


- ¿Estás seguro de lo que harás?

Preguntó una peliroja mirando fijamente su pareja. Estaban en un pequeño restaurante, sentados en una de las mesas del fondo.

- ¿Acaso no me crees capaz?

- Lian, lo que tienes pensado es una maldita estupidez.

- Lo mismo diría con tu obsesión con ese idiota.

- No compares a Leonardo con la tarada de Alice.

- Mirame ahora, mi carrera se jodió, mis padres ya no piensan pagar mis estudios. - bufó con enojo - esa estúpida confesó que intenté aprovecharme de ella ese día.

- Si que tuvo gran valor para hacerlo.

- ¿Me ayudarás o no?

- No, puedo apoyarte en otras cosas pero menos en este tipo de planes.

- ¡Cobarde, es tu culpa que me haya pasado esto, tú me pediste que lo hiciera!

- No mi amor, lo que pasa es que yo si pienso. Y adiós, ya me quitaste el apetito. - Levantándose mientras agarraba su cartera y empezaba a marcharse.

- No me dejes aquí.... ¡Oye!

- Ya pagué la cuenta, idiota. Adiós.

- Días Después -


Alice Miller

Caminaba junto a los chicos por los pasadizos hacia la cafetería debido a que era la hora de receso a mi lado se encontraban Melissa y Leo hablando tranquilamente sobre el tema del "regalo". Por mi parte, mi cabeza no dejaba de explotar por la resaca ¿Por qué? Pues...haberme encontrado con mi padre ayer por la noche fue una pésima decisión, incluso sentía la mirada furiosa de Violet en mí.

- Agh...perdón... - repetía mil veces en mi mente con vergüenza.

- Eres una completa tonta...

La voz de Violet también apareció.

- ¿Estás bien, Alice? - Cuestionó Melissa.

- ¡Eh! S...sí - desvíe la mirada nerviosa.

Pasaron unos minutos y todos nos encontrábamos en uno de los comedores, comiendo y bebiendo jugo. En eso aproveché que todos estaban distraídos en una conversación, me acerqué a Violet y comencé a susurrar.

- ¿Perdóname, si? No fue mi intención hacer eso...aunque no recuerdo nada.

- Mejor termina tu almuerzo, de todos modos no importa.

Desvió su mirada con desprecio, fué algo que me destrozó el alma. Jamás la había visto tan molesta.

- Estoy muerta...

- Estamos

Corrigió seriamente. De repente en lo que comíamos tranquilamente no pensé que Amelie llegaría a la universidad de nuevo y justamente a nuestra mesa.

- Cuánto tiempo sin verte, Alice, la última vez tuvimos una charla a medias, ¿Lo recuerdas? - se acercó con una leve sonrisa.

- ¡Amelie! - la jóven se acercó a la rubia para abrazarla brevemente. - ¿Qué haces aquí?

- Pues digamos que... estudiaré aquí.

Dijo mientras todos la veíamos sorprendidos.

- ¡¿Estás hablando en serio?!

LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora