56. Look at me

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- Capitulo cincuenta y seis:  Look at me -

Matteo Cooper

— A tí tampoco podrán amarte, y bien sabes la razón...

— Lo sé, ¿pero quién necesita amor en esta vida patética?

Su respuesta fría terminó por hartarme y terminé por apartarla con brusquedad.

— ¡Idiota!

Exclamó molesta mientras me veía irme del lugar.

— Tsk...no puedo creer lo caradura que es.

Murmuré a regañadientes con la cabeza agachada mientras caminaba, estaba tan distraído que no me dí cuenta en el momento que choqué con ella sin querer.

— ¡Eh! —elevando la mirada—¿Alice?

— Auch...

La ví tocarse la frente con dolor y eso me preocupó.

— ¿Te duele mucho?, lo siento, no era mi intención...yo...-

— No te preocupes, estoy bien.

Ella mostró esa dulce sonrisa que la caracterizaba. Por un momento me quedé en silencio al observarla, pero luego me dí cuenta que tenía algo en las manos, se trataba de una libreta.

— ¿Y eso?

— Oh...es que estaba repasando para mi exámen y ya sabes que las matemáticas son algo complicadas para mí.

Dijo mientras tomaba el bolígrafo que se le había caído al suelo debido al choque entre ambos.

— Deberías pedirle ayuda a Edward.

— La última vez me quitó el celular —reprochó haciendo una mueca, a lo cual me reí con algo de sorpresa.

— ¿En serio hizo eso?

Asintió para luego mirar a los alrededores con curiosidad.

— Ya todos están yendo a sus clases. —comentó pasando por mi lado, dándome unas palmaditas en el hombro— deberías hacer lo mismo, te veo en el receso junto con los demás.

— Eh... sí.

De alguna manera aún tenía esa rara sensación dentro de mí cada que ella se acercaba, pero, por el bien de nuestra amistad debía hacer como si esos sentimientos jamás hubieran existido.

— Al menos Leo si pudo superarlo y está feliz, pero...¿qué hay de mí?

Suspiré con pesadez.

*

Todos los jóvenes se dirigían a sus respectivos salones, algunos corrían y otros simplemente caminaban, y entre todos ellos estaba una pelinegra con una castaña como compañía, ambas conversaban tranquilamente y en eso que iban a subir las escaleras.

— [...]

Sofía se detuvo unos segundos, y mientras estaba sostenida de la baranda se fijó de un muchacho que estaba a lo lejos, Matteo. Y cuando tenía pensado en levantar la mano para hacerle notar su presencia, fue detenida al instante por Anna que le agarró de la mano y la jaló hacia el segundo piso.

— Vamos, Sofía, sólo tenemos cinco minutos antes que comience la clase.

— Ah, sí.

No sabía ni siquiera si notó su presencia, pero al menos estuvo tranquila y con una pequeña motivación al verlo.

LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora