LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

26. Ya no lo ocultes más

- Capítulo Veintiséis: Ya no lo ocultes más -

Un pelinegro ojos jade se encontraba sentado en un banco, mirando atentamente a la nada y en completo silencio. En eso una castaña se acercó a él, sentándose a su lado con una leve sonrisa. Sus miradas conectaron por unos segundos, ya no era la misma conexión que el primer día, sino que algo cambio.... En ella un sentimiento que era preferible ocultar, y en él.... Sería un completo misterio que hasta el mismo quiere descubrir.

- Jum... ¿Todo bien? Violet y Matteo te estaban buscando para comer todos juntos.

- Quería estar solo.

- ¡¿Eh?!, Entonces me voy, no quiero....

- Quedate.

Esa palabra la congeló.

- ¿Qué? Pero...

- Ya estás aquí, no es necesario que te vayas ahora.

- Oh....

La mirada del muchacho de repente se fijó en una muchacha pelinegra que estaba a lo lejos acompañada de su novio, conversando y agarrados de la mano. La castaña se percató de eso y bajó la mirada.

- Te gusta.

- ¿Hum?

Él volteó a mirarla.

- Alice, ella te gusta ¿no es así?

- ¿Cómo es que...?

- La manera en como la miras.... - Sonrió levemente y volteo a mirar a la pareja - Es muy especial.

- Vaya...¿Tan evidente soy?

Dijo sarcástico.

- No diré nada, así que quedate tranquilo.

- ..... Hoy es tu presentación.

- ¡Sí!, Es esta tarde.

- No me lograste mostrar la letra.

- Lo olvidé.

- Bueno, entonces tendré que esperar hasta la tarde.

Aquel muchacho serio, mostró una pequeña sonrisa.

- ¡Sí! - respondió ella con entusiasmo. - aunque sí estoy un poco nerviosa.

- Lo harás bien, estoy seguro.

*
*
*

Todos se encontraban en la gran sala de teatro, todos sentados mirando al escenario donde una señora estaba dando inicio al concurso. Después de unas cuantas palabras y varías presentaciones, como el concursante final era la castaña. Tenía un vestido plateado, poco maquillaje y una tierna sonrisa; se sentó en el banquillo y soltó un leve suspiro.

- Mucha suerte, Anna. - Comentó el hermano de la muchacha, quién estaba sentado en la parte delantera con su novia.

- ...

Y por la puerta de atrás, un pelinegro ingresó con una vestimenta casual, unos pantalones negros, polo blanco y una chaqueta marrón; su mirada se fijó solamente en la muchacha, y una leve sonrisa apareció en su rostro.

- Te deseo suerte...

La melodía era perfecta, cada toque era un recuerdo especial; la primera vez que la conoció, su sonrisa, su calidez.... Su ternura.

Pero en algo que más le prestó atención fue en la letra de la canción, su dulce voz encantadora, mezclada con esas palabras que lograron dejarlo sorprendido.