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28. Stay with me (Parte 2)

- Capítulo Veintiocho: Stay with me (parte 2) -

Anna Roller

Agarré aquel bombón de chocolate y lo coloqué en mi boca dando un pequeño mordisco. Me sorprendí un poco, esto sabía....

— Delicioso...

Sonreí con la boca cerrada, elevé la mirada de nuevo, él seguía ahí mirando mi libreta atentamente, acerqué mi mano y lo llamé para que se acercara y cuando lo hizo agarré un chocolate y lo coloqué en su boca. Él se mostró sorprendido al principio pero al final terminó por darle una mordida.

— Pruébalo, sabe muy rico.

Sonreí levemente.

— Además, ellas te lo regalaron, no deberías botarlos.

Matteo se acercó a nosotros con las cajitas que logró rescatar y las colocó en mi pupitre.

— Lo adornaron muy bonito, si que están loquitas por tí.

Solté una risita y él me miró perplejo.

— Disculpa, pero es que mira... Ellas te aprecian, no todos tenemos esa misma suerte.

— Ni siquiera las conozco.

Respondió con infinita frialdad.

— Talvez, pero deberías aprovechar estos regalos.

Le dí una caja para que la abriera, el cuál traía unos palitos de chocolate, junto con Matteo agarramos uno y empezamos a comer, una vez terminé, le toqué el hombro.

— ¿Y?, ¿Te gustan, Le..?

No complete mis palabras ya que había volteado y aquel palito de chocolate ahora chocaba con mis labios, quedando entre los dos. Los demás nos miraron atentamente e incluso se sorprendieron.

— Ay.... Esto.... Me pone muy nerviosa...

Me sonrojé completamente, no sabía que hacer, si alejarme o no, y no sé porqué la tentación de seguir probando ese chocolate me ganó y dí una pequeña mordida, acercándome un poco más a sus labios.

*

No sabían cómo habían llegado a esta situación, los dos jóvenes se estaban mirando fijamente, el pelinegro mantenía su seriedad y serenidad como siempre, por su lado, la castaña parecía que iba a explotar de tanto rubor en su cara. Y la razón era que algo los conectaba de por sí, un palito de chocolate que los dos sostenían con su boca en un extremo.

— Acaba de darle una mordida, ¿Se supone que es mi turno...?

El pelinegro no dejaba de verla, podía notar el nerviosismo en los ojos de la jóven y también lo concentrada que estaba fijada su mirada en el palillo. Parecía que ella no quería verlo pero a la vez no quería alejarse.

— ...

Sin más rodeos le dió una mordida al chocolate, lo cual terminó por sorprender a la castaña, quien elevó su mirada para verlo con impresión. Él simplemente mostró una pequeña sonrisa que le indicaba que era el turno de ella.

— ¿En serio están jugando ese juego?

Murmuró uno de los estudiantes que estaba mirándolos atentamente al igual que el resto.

— Al parecer sí, apuesto a que termina en un beso, ja,ja.

— ¿Ustedes creen que esos dos...?

De repente un fuerte golpe se escuchó en una de las carpetas, se trataba de una pelirroja que se levantó de su asiento echa una furia y miraba de reojo a los dos jóvenes.