10. Latidos del corazón.

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- Capítulo Diez: Latidos del Corazón -

Pov: Alice Miller

No pude dormir en toda la noche, ya había pasado más de una semana que no hablaba con Edward, y cada palabra suya no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.

Me levanté de mi cama, incluso antes de que la alarma sonara.

— Buenos días.

Dije mientras bajaba las escaleras con un poco de dolor en la espalda, ingresando a la cocina y encontrándome con mi hermana que estaba apoyada en la barra de la cocina.

— Buenos días, ¿qué tal dormiste? — Preguntó.

— ¿Tú cómo crees? Me maté haciendo mis tareas anoche, me duele la espalda.

— Entiendo, pero debiste dormir siquiera un poco.

— Tengo hambre.

— Preparé unas tostadas y café, agarra las que quieras.

Y eso hice, agarré una tostada y me serví una taza de café bien caliente para tener un poco de energías para ir a la universidad, me senté en la mesa y la miré fijamente para preguntarle.

— ¿Cuánto más falta para que termines tu carrera?

— Este año salgo, ¿por qué la pregunta?

— Pregunto para que me mantengas, odio estudiar medicina, sólo lo hice por mamá y por Li…-

— No es necesario que menciones a ese idiota, olvida el pasado y preocúpate por el presente.

— Está bien.

Susurré con la voz quebrada.

— Tienes razón, pero…—ya no aguantaba más, dejé caer mi rostro en la mesa y lo oculté con mis brazos— ¿por qué todo me sale mal, Violet?

— Alice, ¿estás…llorando?

— Elegí esa carrera, porque Lian me dijo que quería que estuviera a su lado, pero desde que ingresamos hace cuatro años a la misma universidad, él lo único que hizo fue demostrarme lo idiota que estaba siendo al confiar en él.

— Alice, basta…

— Me hizo daño e incluso años atrás, pero no me dí cuenta porque era una estúpida enamorada, soy una idiota. —empecé a sollozar sin poder controlarme— Y cuando creo al fin encuentro a una persona que me hace sentir especial, recuerdo que todo fue una mentira.

— ¡Ya basta! Mírame, por favor.

Elevé la mirada, tenía los ojos cristalizados y de ellos salían las lágrimas.

— No te hagas más daño al lamentarte, ese idiota va a pagar por todo el daño que te ha hecho— tocando mis mejillas, limpió mis lágrimas— debes ser fuerte, Alice, ¿de acuerdo?

— Sí…

                                *     *    *

Por mi mente pasaban miles de cosas, como el porque abandoné mis sueños por seguir con un chico despreciable o por qué dejé que me hiciera tanto daño para después quedarme callada. Pero de todos esos pensamientos, solo había uno en especial que me importaba mucho más.

Edward

Me sentí mal por oir aquella conversación, pero la curiosidad me había ganado, dejándome con las ganas de saber que era aquel secreto que él ocultaba. Quería ayudarlo o más bien…¿lo extrañaba?

— […]

Minutos después habíamos llegado, al ingresar cada una se fue por su lado y antes de entrar al aula, solté un suspiro y con gran incomodidad, entré sin decir nada con la mirada baja, y no miré adelante lo que ocasionó que me encontrara con la persona que no se había ido de mi cabeza en toda la noche.

LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora