LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

51. I make you hot, baby

- Capítulo Cincuenta y uno:  I make you hot, baby -

Anna Roller

- ¿Tan entusiasmado estás en que sea tuya de nuevo?

Pregunté mientras trataba de aguantar todo lo que me hacia, sin embargo mi agitada respiración no dejaba de salir.

- Ah~...

Y sin dejar de mirarlo acerqué mis manos a su pantalón, desabrochando aquel cinturón que impedía que le tocara algunas "partes extras".

- Porque si es así, entonces entenderás que...

Le di un pequeño empujón para así levantarme hasta quedar frente a él, quien estaba sentado sin dejar de mirarme con una pequeña pizca de confusión.

- Como verás esta tierna e inocente angel también se puede convertir en un demonio con tal de cumplir el deseo de su amado... ~

Aprovechando que aún estabamos en la cama, me agache y empecé a acercarme a él. Antes al ver este tipo de acciones en las películas románticas e incluyo en los libros que leía, me parecían extraños y completamente incómodos, pero ahora simplemente lo veo como algo que el corazón y el mismo deseo hacen que te conviertas en alguién que no te lo esperabas; esto jamás lo hubiera hecho con Rahul, ni con ningún otro, solo Leo es quién me hace cometer locuras, y romper todas esas reglas que me impedían ser feliz, él es el único que me hace vivir este deseo.... El deseo de ser suya.

- [...]

Bajé el cierre de su pantalón lentamente, deslizando mi mano hacía aquella tela que me impedía tocar lo que pedía a gritos sentir.

- [...] - Cerrando un segundos los ojos, tratando de controlarse e impedir soltar un jadeo.

- Es curioso como los hombres se vuelven tan delicados ahí abajo.

Sonreí y sin dejarlo reaccionar me senté encima suyo, con un mano jugando con su cabello y la otra sobando delicadamente su pecho desnudo.

- Pero no quiero hacerte sufrir con eso, mejor prefiero mirarte y dejar que tú seas quién me lo pida.

- ¿Estás segura en pensar que seré yo quién te lo pida? - Dijo viéndola con esa expresión coqueta en el rostro.

- Para que sepas, yo también tengo algunos truquitos.

- Vaya...nunca dejas de sorprenderme, señorita Roller - Comentó mientras que sus manos ahora estaban agarrando la cintura de la muchacha.

- Jum.... Tan sólo deja que tu cuerpo te guíe una vez más.

- ¿Como la primera vez?...

- Aún más que esa vez.

Acercó su boca hacía su oído y con una pequeña mordida en el lobulo de su oreja logró que aquel hombre que tenía al frente soltara un pequeño jadeo.

Leonardo Jones

- Tsk....

Jadeó un poco al sentir esa traviesa mordida en su oreja. Podía sentir lo húmeda que estaban sus intimidades en cada roce, definitivamente, esto era un vicio para él.