LOVE OR DIE - La decisión es tuya ©

43. Sin tí.

- Capítulo Cuarenta y Tres: Sin ti. -

- Un disparo... - Comentó el Peliplateado.

- ¡Edward!

La menor de los roller empezó a correr por los pasadizos, detrás suyo estaban los dos muchachos que la perseguían para cuidarla de cualquier peligro.

- ¡Anna detente, puede pasarte algo! - El pelinegro no quería que le pasara nada, estaba apunto de agarrarle del brazo pero ella se hizo a un lado.

- No me importa, quiero saber si mi hermano esta bien.

- Shhh... Guarden silencio.

Octavio le tapó la boca a la muchacha, los tres rápidamente se ocultaron detrás de la pared, y mirando desde una esquina a un señor que escapaba por los pasadizos.

- Sé que estás preocupada, pero alterandote no lograrás nada. Esperamos unos segundos hasta que se vaya por completo.

Alice Miller

- [...]

Quedé desconcertada, lo que había oído fue un disparo...la alarma de la universidad sonó al instante para advertir a los estudiantes.

- ¡Violet...!

Temía que fuera ella la que recibió esa bala, intenté salir del coche pero el agarre fuerte de mi padre me lo impidió, volteé para verlo, también se le notaba sorprendido.

- ¡suéltame, necesito saber si no le pasó nada a mi hermana!

Él tan solo volteó la mirada a otro de sus secuaces, indicándole con la mirada lo que debía hacer. Confundida volví a sentarme mientras que la preocupación de que mi hermana este herida martirizaba mi mente.

- Señor...tuvimos un problema

El hombre se acercó a su oreja para susurrarle, no pude escuchar nada y eso me tuvo más intrigada , sin embargo, ver el rostro de mi padre sorprendido me lo decía todo. Alguien había recibido el disparo...

- ¿Que acaba de suceder?

- Creo que ellos ya se enteraron que sus hijas estudian en esta universidad, lo más probable es que nos hayan seguido.

Con solo escuchar eso no me costó adivinar que se trataba de uno de sus enemigos.

- Tsk...mierda, ¿está herida?

- Afortunadamente no, un estudiante estaba con la señorita Violet en ese momento, al parecer la protegió y recibió el impacto.

- ¿Un... estudiante? - susurré con la mirada opaca y en un acto imprudente y de desesperación intenté abrir la puerta, esta vez con más fuerza. Al ver que no podía, comencé a golpearla con mis manos repetidas veces.

- Detente...solo te harás daño.

- Déjame salir...por favor, necesito saber quien está herido, si no lo haces seguiré golpeando hasta abrir la maldita puerta, no me importa lastimarme en el intento. - lo reté con la mirada, aún sabiendo que las lágrimas rodaban por mis mejillas.

- Tú ganas. - respondió serio mientras quitaba el seguro de la puerta. - Pero quiero pedirte algo a cambio...

Violet Miller

- ¡Edward!

Se acercó a él rápidamente con terror en su mirada al ver como la sangre salía del abdomen del muchacho. De repente su vista se desvió hacia la puerta, el hombre había escapado.

- ¿Cómo se enteraron que estábamos aquí...?

Susurró apenas en tanto ayudaba al pelinegro a levantarse.