ESDLA,una elfa en la Compañía

La disolución de la comunidad

_¿Frodo?_dijo Aragorn al ver al hobbit.

Lo había encontrado bastante lejos del río.Se había sacado el anillo del dedo y estaba aterrorizado.

_¡Ha cautivado a Boromir!_dijo, con la cara desencajada.

El montaraz se acercó a él.

_¿Dónde está el anillo?

_¡Aléjate!_le huyó el hobbit.

Su miedo y confusión eran palpables.

_Frodo, juré protegerte..._dijo el hombre, desconcertado.

_¿Incluso protegerte de ti mismo?_Frodo abrió su mano, en ella le mostraba el anillo con su cadena_¿Tú lo destruirías? ¿Aragorn...Elessar?

El montaraz se acercó más a él y se agachó frente al hobbit. Con su mano cerró la de Frodo, ocultando el maligno objeto entre sus pequeños dedos y lo miró fijamente a los ojos.

_Habría ido contigo hasta el final. Hasta el fuego de Mordor_le contestó con franqueza_.

_Lo sé_respondió él, comprendiéndolo_Cuida de los otros, en especial de Sam. Él no lo entenderá.

Entonces, el montaraz vislumbró un destello en la espada de Frodo.Éste también se dió cuenta y desenfundó parte de ella.

Dardo refulgía intensamente con una luz azul.

Orcos.

_¡Vete Frodo!_lo apremió mientras se levantaba y desenfundaba su espada_ ¡Corre! ¡Corre!

Decenas de Uruk-Hai aparecieron entre unas ruinas que se encontraban más allá de ellos y Aragorn se dispuso a hacerles frente.

El hobbit no lo pensó dos veces y huyó a través de la colina.

_¡Buscadle!_gritó uno de ellos_¡Encontrad al mediano!

¡Manteneos juntos!_les decía Aelin a los hobbits mientras corrían en busca de Frodo_¡Escondeos entre la maleza si se acerca algo!

_¡Señor Frodo!_gritó Sam.

_¡Silencio!_lo reprendió Aelin_Nos oirán...

_¿Quiénes nos oirán?_preguntó Pippin dando un traspiés.

_Creo que hay orcos muy cerca...y no son pocos.Hacedme caso y buscadle en silencio, y muy atentos.

Sam se separó del grupo sin escucharla y desapareció entre los árboles.

_¡No, Sam, vuelve! Maldita sea...

Aelin iba a ir a detenerle y obligarlo a permanecer con ellos, pero dejaría a los otros dos solos y además Frodo era más importante de encontrar.

_Sigamos,seguid subiendo_les ordenó_.

Los Uruk-Hai se acercaban, podía oir el ruido que hacían al correr...estaban allí mismo.Aelin esperaba que Aragorn estuviese bien.

_¡Escondeos, hobbits!_les dijo de repente_Ahí atrás, deprisa.

Aelin les señaló unos arbustos altos bajo un árbol y los dos se metieron detrás, asomándose con cuidado.

De pronto, la elfa vió algo pequeño moverse a su izquierda, parcialmente oculto tras un tronco y camuflado.

_Frodo..._murmuró.

Los Uruk-Hai comenzaban a descender la colina y estaban a punto de descubrirlos.Eran demasiados, grandes, pesados y violentos, nada que ver con los trasgos que había abatido aquel día cerca de Rivendel.