_Oh, por supuesto que habría sido así_contestó Aelin tajantemente_, sencillo, íntimo y privado.
En la alberca pequeña, sentados sobre el suelo con el agua al pecho, Aelin deshacía las maltrechas trenzas de Legolas antes de llenarle la cabeza de espuma. El elfo le preguntaba entre bromas si la petición de compromiso que se inventó era la que ella idealizaba para sí misma.
_No es justo que sea tan íntimo_la contrarió él_, esa ceremonia es todo un honor para las dos familias y un símbolo de hermandad entre las dos casas. Debe ensalzarse como tal.
_¿Por qué?_replicó ella_No hay necesidad de congregar a una multitud sólo para intercambiarse un par de anillos de plata y esperar el día de la boda...¿ves? En ella sí está justificada dicha multitud.
Legolas rió.
_Apuesto a que tampoco idealizarías una boda multitudinaria.
Aelin sonrió con picardía.
_No hagas apuestas, silvano, sueles perderlas contra ciertas damas.
_Eso es lo que tú crees.¿Dónde está el cinturón de aquella noche?
Aelin pensó unos momentos mientras terminaba con las trenzas y le deslizaba un trozo de fragante jabón desde la raíz a las puntas.
_No lo sé... ¿volviste a ponértelo?
_Exacto, por lo tanto, sigue siendo mío, eso significa que perdiste, no te lo quedaste como premio a tu supuesta victoria.
_Y mi vestido se quedó en el Sagrario, estamos empatados.
Legolas sonrió de espaldas a Aelin.
_Tienes que empezar a moverte_le dijo Ivriniel a Haldir_, te permito que camines con ayuda por el jardín poco a poco, sin esfuerzos.
El Galadhrim se encontraba sentado sobre el camastro con la pierna estirada sin el vendaje. Aún tenía la larga fila de puntos cruzándole desde la rodilla hasta casi medio muslo, pero ya se encontraba perfectamente y no cojeaba al andar. Sólo le molestaba un poco al doblar la pierna completamente, por aquellos innecesarios hilos.
El príncipe Imrahil, sentado en un banco cercano, observaba la escena en silencio.
_Insisto en que podéis quitarme la sutura ya_contestó él_, soy elfo, no hombre, la herida está más que sanada.
_Eso lo decidiré yo, Haldir de Lorien_lo reprendió ella_, ahora vamos a caminar un poco_le ofreció el brazo_.
_¿Con vos?_se sorprendió él.
_¡Por supuesto!_respondió Ivriniel_. ¿O prefieres a Lorai?
Haldir miró hacia donde estaba el príncipe. Éste sonrió y le hizo un ademán con la mano," Ella es la que manda", entendió Haldir.
_Será para mí un gran placer_sonrió él volviéndose hacia ella_.
Imrahil seguía mirando a su hermana cómo trataba al elfo con cuidado y profesionalidad, ayudándole a bajar del camastro y dándole indicaciones sobre cómo tenía que moverse o apoyarse.
Era bastante evidente que le había caído bien, sin duda, incluso había dormido aquella noche pocas horas con la excusa de que tenía mucho trabajo.
Al capitán de los Galadhrim fue al primero que visitó.
Y aquel elfo de Lothlorien parecía dejarse hacer por ella gustosamente, habiéndola recibido con un mal disimulado interés al verla llegar por la mañana.
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ESDLA,una elfa en la Compañía
FanfictionAelin Tindómiel es la hija menor de Elrond, hermana de Arwen y discípula de su padre en el arte de la sanación élfica. Ambas se parecen bastante físicamente, pero Aelin posee una personalidad muy diferente a ella. Es atrevida, inquieta y decidida...