ESDLA,una elfa en la Compañía

Miedo que grita en silencio

Aelin entró en las cuevas incrédula.

Ese elfo estaba mal, muy mal...y había pagado con ella la rabia por la muerte de Aragorn... ¿con quién si no?

_Me odia a muerte, maldito desgraciado..._se dijo a sí misma.

Pero no permitiría que eso la afectase, ni mucho menos.

En las grutas había ya mucha gente, familias enteras repartidas por entre las rocas húmedas y las gigantescas estalactitas. No divisaba a nadie conocido y anduvo un poco por entre el gentío. Observó sus caras temerosas, conscientes del muy próximo enfrentamiento donde, desde allí adentro, encerrados sin poder hacer nada, verían cómo sus familiares perdían la vida defendiéndolos.

Mujeres viudas, hijos huérfanos, padres, madres que habían criado a sus vástagos y desaparecerían aquella noche para siempre, atravesados por saetas o espadas, destrozados y mutilados, desangrados...

Se detuvo en seco.

Algo dentro de ella había despertado de nuevo, como cuando sintió a Merry y a Pippin en la linde del bosque de Fangorn.

El mismo sentimiento, la misma visión, las mismas vibraciones...el mismo alivio.

Se había puesto el colgante de Arwen al cuello, junto al suyo, e instantáneamente llevó su mano a él y lo tocó.

_Aelin...¿qué te ocurre?

Era Eowyn.

La había visto de lejos mientras guiaba a la gente por las cuevas y, al verla detenerse, le notó algo en la cara y se acercó a ella.

La elfa seguía en trance, su cabeza no estaba allí, sino mucho más lejos.Un río. Un caballo.

_Brego..._dijo Aelin mirando a la nada_.

Eowyn la miró extrañada.

_¿Brego?_le preguntó Eowyn_Es el caballo de mi primo Theodred. Aragorn lo tranquilizó en los establos de Edoras...Aelin, ¿qué?

_Va con él_respondió en voz baja_.

_¿Con quién?

_Con el rey de Gondor_sonrió_. Percibo su alma, puedo sentir su corazón latir.

Eowyn abrió mucho los ojos.

_¿Quieres decir que...?

Aelin dejó de mirar al vacío y le habló a la mujer a la cara sin dejar de sonreír.

_Aragorn vive, y viene hacia aquí.

El rostro de Eowyn cambió de la confusión al asombro y luego a la incredulidad.

_Es imposible, dijeron que cayó.

_No_contestó la elfa_, no vieron el cuerpo, tan sólo lo dedujeron así. Se mantuvo con vida y ahora vuelve.

_¿Cómo estás tan segura? ¿Cómo...cómo puedes saberlo?

Aelin no le respondió enseguida. Sentía la presencia del montaraz y...algo más.Volvió la cabeza hacia la entrada de la gruta.

_Hay...hay más_dijo nerviosa_, muchos más de los que somos aquí... ya vienen.

_¿Qué es? ¿De qué estás hablando?

Aelin miró a la mujer, ahora con el terror descrito en su cara.

_Será una masacre.Ésta noche se verterá mucha sangre.

Eowyn empezaba a creerla. Según tenía entendido, algunos elfos poseían dotes místicos y aquella elfa parecía pertenecer a ese grupo.

_Saldré a luchar_le dijo_, por Rohan y por mi rey.