Sabía que era una temeridad lo que se disponía a hacer si no alcanzaba a Aelin antes de llegar a Isengard.
Por todos los medios debía darse prisa...¿cuánto tiempo habría pasado desde que se encerró en la habitación hasta que escapó? No tenía ni idea, pero si lo había hecho en uno de sus actos de impulsividad, saltar en cuanto llegó, ya le llevaría un día de ventaja...y eso era demasiado.
Debió tirar aquella puerta en cuanto se dió cuenta de que la había bloqueado pero, ¿qué sabía él? Ahora todos se encontraban en serio peligro por su condescendencia...y ella también.
Legolas volaba sobre el lomo de Arod a través de las llanuras oeste de Rohan mientras sus pensamientos lo sacaban de quicio. El caballo, a una orden en élfico de su jinete, lo obedecía dócilmente como si toda la vida la hubiera pasado junto a él, y corría sin descanso, levantando con los cascos trozos de dura tierra que caían de nuevo al suelo tras ellos.
_Daro, Arod (Detente, Arod)_ordenó al caballo_.
Había visto unas marcas en el suelo, alargadas.
Saltó del jadeante caballo y se agachó en la tierra del camino. Eran las huellas de unas ruedas. Las tocó. Ya las había afectado la humedad de la noche, la tierra aparecía algo reseca en sus bordes, por lo tanto no habían sido hechas ese mismo día. Por su estructura y forma, no circulaba precisamente con lentitud.
Nadie tenía tanta prisa con una carreta si no huía de algo.
O de alguien.
O de un elfo del Bosque Negro armado y entrenado para matar.
Miró a Arod.
El pobre animal estaba empapado en sudor y bajaba el cuello en señal de cansancio. Llevaba horas al galope sin detenerse apenas, tan sólo para beber de un arroyo y seguir de nuevo el camino.
Legolas no podía hacerle aquello.
_Gracias, amigo, ahora me toca a mí_le dijo acariciándole el hocico_. Aphado nîn (Sígueme).
El elfo ajustó los correajes del carcaj y voló en persecución de Grima...........................
Taerian daba cabezadas en la parte trasera de la carreta junto a Oethel, bien sujeto detrás de ella y envuelto en un par de mantas..
Estaba muerta de sueño, pero el incesante e incómodo traqueteo de aquel viejo carro, no la dejaba descansar en profundidad. Grima seguía empeñado en hacer correr a la mula hasta llegar lo más cerca posible de Isengard. Iba a matar al animal, y si lo hacía, ella no tendría cómo irse de allí.
No debió aceptar su dinero. Debió denunciarlo ante las autoridades y ella y Oethel haber seguido hacia el norte, como tenía previsto desde un principio.
Ahora estaba metida en un lío.
Si los compañeros de Aelin les daban alcance, estaría peor aún. Ella también sería acusada de traición al rey por apoyar a otro traidor en sus planes.
"Podrían estar siguiéndonos ahora mismo, y los elfos casi no necesitan dormir", le había dicho.
Estaba entre la espada y la pared.
Grima detuvo de pronto la carreta y Taerian levantó la cabeza de las mantas dobladas donde se había apoyado, adormilada y cansada. Oethel rodó con su cuerpo hacia ella, debido al repentino frenado, pero su hermana lo sujetó a tiempo, molesta por el poco tacto de aquella sabandija pálida.
_Podrías tener algo más de cuidado_le dijo ésta al verlo aparecer por detrás de la carreta, hacia ella_, ha faltado poco para caer, si yo no...
_Cállate y sube al pescante_la cortó él_, te explicaré lo que tienes que hacer, ya falta poco para llegar y tendré que ocultarme de nuevo.
Grima sacó de uno de sus bolsillos el frasco con la mitad del somnífero y subió a la plataforma. Taerian lo seguía con la vista mientras abría el cierre de la portezuela y la subía para engancharla arriba. Vió a Aelin allí detrás, tumbada lastimosamente de lado y se le encogió el alma.
_No ha comido ni bebido desde que salimos_observó la muchacha_, debemos darle, aunque sea, un poco de agua.
_Los elfos son resistentes_dijo Grima despreocupadamente mientras le ponía el frasco en los labios_, sobrevivirá.
Taerian se enfadó.
_Eres un ser despreciable_le dijo con furia_¿Qué te cuesta acercarle un odre también?
_Tiempo_dijo él mirándola_, no podemos perder un segundo de camino, ¿aún no lo has entendido, estúpida? ¡Sube al pescante de una vez!
Taerian no le hizo caso y subió adentro también. Sacó un odre con agua de una de las cajas y se arrodilló frente a la elfa.
_¿Qué estás haciendo?_le dijo Grima empujándola_¡Obedéceme! Ya deberíamos estar de nuevo en camino.
_¡No te servirá para nada si muere por deshidratación!_le gritó Taerian_Apártate y déjame darle agua.
Grima salió de allí furioso, se fue al pescante y agarró las riendas de la agotada y sudorosa mula.
Debía tener cuidado con aquella arpía, su lástima por la elfa podría desbaratarle el plan.
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ESDLA,una elfa en la Compañía
Fiksi PenggemarAelin Tindómiel es la hija menor de Elrond, hermana de Arwen y discípula de su padre en el arte de la sanación élfica. Ambas se parecen bastante físicamente, pero Aelin posee una personalidad muy diferente a ella. Es atrevida, inquieta y decidida...