El que quede en pie,gana

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_Pensé que llegaba tarde_le sopló una voz al oído_, pero aún brillan las estrellas, por lo que puedo comprobar.

Aelin volvió la cabeza gratamente sorprendida.

Legolas salió de detrás de ella y se le plantó delante.

La elfa tragó saliva. Estaba fascinante, visto desde más cerca.

_Me...me has asustado, no te oí llegar_dijo ella pasmada_. Apenas te reconocí cuando entraste.

El elfo sonrió.

_En cambio yo a ti sí_respondió él_, tendría que estar ciego para no divisar tu resplandor. Al entrar por esa puerta creí que Helluin* se había desprendido del firmamento para deslumbrar a los hombres.

Aelin no pudo evitar que el calor acudiera a sus mejillas.

_¿Pero qué estás diciendo?_rió ella intentando disimular que la afectaba_Ya puedes seguir con lo de "cabras vestidas para la ocasión"_dijo, bebiendo nerviosa de su jarra_. Va más contigo.

Legolas frunció el ceño.

_Ni hablar_le dijo_. Hoy no pienso llamarte eso_se acercó un poco más a ella y la tomó de una mano_. Esta noche podrías cegar al mismo amanecer con tu belleza.

Aelin tosió al beber por segunda vez. Creyó no haber oído bien.

_Gracias_dijo al recuperarse_, tú también estás...eh...distinto, seas quien seas_contestó con timidez_.

Legolas le puso un mechón del largo y oscuro cabello por delante de los hombros.

_Debemos hacer honor a nuestra raza, ¿no crees? Me gusta tu aporte de dama de Rivendel_dijo haciendo resbalar el mechón del cabello de Aelin entre sus dedos_.

_Oh...dama..._sonrió ella_me sorprende oírte llamarme eso, me suena extraño..._Aelin se relajó un poco_Está bien, ¿dónde has encerrado al silvano? Me gustaría saberlo para echar la llave.

El elfo prorrumpió en risas.

Aelin no lo reconocía, definitivamente, ¿qué le estaba ocurriendo últimamente?

_Lo encerré junto a una cabra salvaje, dejémoslos allí por ahora y disfrutemos de la noche.

_Preciosa pareja_dijo Eomer llegando junto a ellos_.Ten, contribuye a la causa_le dijo al elfo ofreciéndole una fría y espumosa jarra_.

Legolas la tomó con las manos y curioseó dentro, removiendo la espuma con un dedo.

_¿Qué estás haciendo?_rió Aelin_Sólo es cerveza...parece que nunca la hubieras probado.

_No acostumbro a beber_confesó el elfo_, ¿tú sí?_dijo distraídamente.

_Oh, vamos_se sorprendió ella_, no me digas que en tu bosque no conocéis el alcohol...¿qué bebéis, agua del río en vuestros eventos?

_No, no_dijo él_, mi padre destila buenos vinos, incluso comercia con ellos, pero no es algo que me llame la atención.

Aelin lo miró arrugando la frente.

_No sabes lo que te pierdes_dijo, y seguidamente se bebió de un trago lo que le quedaba en la jarra_.Pruébala, está buena.

Legolas se la ofreció.

_Para ti_le dijo_, no deseo acabar arrastrándome por el suelo.

_¿Pero qué dices?_se sorprendió Aelin, retirándosela_Si esto es como el agua para nosotros. Deberías probar la de mi padre...ésa si que te hace bailar_dijo, riendo_.

ESDLA,una elfa en la CompañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora