CAPÍTULO 22

6.9K 867 100
                                    

Viendo que comienza a hablar de otras cosas y que no tiene intención de retomar la conversación anterior, decido no preguntar más para respetar ese silencio y aunque reconozco que me intriga demasiado saber dónde ha estado todos estos días, acepto que no me lo va a contar.

Los minutos pasan y terminamos bromeando sobren la pobre camarera y amiga de su ex. Es extraño, pero desde que hemos fingido "ser pareja" percibo que algo entre nosotros ha cambiado y estoy segura de que él también. Imagino que se deba a que, aunque ha sido actuando, hemos invadido nuestro espacio acercándonos demasiado, y eso de alguna forma ha eliminado algunas barreras. Jaime siempre evitaba acercarse demasiado y desde hace rato viene mostrándose mucho más confiado y relajado. Hasta se ha atrevido a sujetar mi muñeca mientras se carcajeaba para que me detuviese y dejase de imitar a Coral. Esa tía es tan repipi y estirada que me provoca a ello.

Finalmente, y viendo que está empezando a amanecer, nos despedimos de un modo algo más frío del que me esperaba y se marcha. Ni siquiera me ha propuesto esta vez, como hace otras veces, quedar en su bar en los siguientes días. Simplemente se ha limitado a abrir la puerta y a decirme adiós con la mano. Quiero imaginar que, si todavía no lo ha hecho, es porque aún no piensa volver al trabajo. ¿Qué será lo que se trae entre manos? Cada vez me intriga más...

Espero a que suba a su coche y cuando lo hace, me marcho. En estos momentos es cuando me alegro de que casi todo lo que hemos bebido hoy ha sido sin alcohol para solidarizarnos con el estado de Elisa. Odiaría regresar a casa en taxi, más que nada porque eso supondría tener que volver a por el coche.

Aprovechando un semáforo en rojo, busco algo de música en mi teléfono para conectarlo al bluetooth, y justo cuando pulso sobre mi canción preferida, vibra en mi mano, sobresaltándome.

—¡Joder! —Coloco la mano con el aparato sobre mi pecho para tomar aliento, y al revisar la pantalla, me llevo una sorpresa. Es un mensaje del Seductor. Llevaba días ignorándome... ¿Por qué me escribe ahora? ¿Y a estas horas? Empiezo a creer que no duerme. No es la primera vez que trata de comunicarse conmigo de madrugada.

Miro por el retrovisor para ver si viene alguien, y al comprobar que no es así y que no entorpeceré si me demoro un poco, decido abrirlo para descubrir que solo es una imagen. Pincho sobre ella para ampliarla y en el momento que veo de qué se trata, mi corazón se detiene.

—¿Qué... coño...? —Mis ojos se abren debido al shock. En la foto aparecemos Elisa y yo, solas, en el pub donde acabamos de estar y ambas salimos riendo—. Pero... ¿Cómo puede tener el Seductor esa foto? —exclamo en alto y mis ojos se abren más al encontrar una posible respuesta—. ¿Me... me persigue? ¿Son de él los pasos que oigo? —Me fijo en la mesa y me doy cuenta de que hay tres bebidas, por lo tanto, el Seductor debió fotografiarnos cuando Jaime ya se había unido a nosotras, solo que aprovechó para hacerla cuando este fue al baño.

El claxon de un vehículo me saca de mis pensamientos y me doy cuenta de que estoy reteniendo el tráfico. Hay al menos dos coches detrás de mí que no he visto llegar. Introduzco la marcha y sin poder sacarme de la cabeza lo que ha pasado, conduzco hasta mi apartamento.

En cuanto estoy en él, vuelvo a abrir el mensaje y tras pasar varios minutos pensando y observándola, decido responder. Necesito saber qué hacía el Seductor en ese lugar, o de tantas vuelvas como le estoy dando me volveré loca. No puedo seguir excusándolo ni justificándolo más, debo abrir los ojos de una vez. Me aterra pensar que de tantos hombres como hay en la ciudad, haya acabado relacionándome con el más perturbado, pero el que estuviera allí, no puede tratarse de una casualidad.

Preparo la pantalla y escribo:

*¿Acaso debo pensar que me estás acosando?

Espero y espero y viendo que no me llega respuesta, comienzo a ponerme nerviosa. ¿Será que al verse descubierto no sabe qué decir? Camino por el salón sin apartar la mirada del maldito aparato y finalmente marco su número. No puedo seguir así. Tras varios segundos, las llamadas se acaban y no descuelga. Vuelvo a marcar, esta vez maldiciendo en bajo y una locución me avisa de que el terminal está apagado o fuera de cobertura.

¡DÉJAME VERTE! (COMPLETA POR TIEMPO LIMITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora