Apenas llego, suelto todo sobre la mesita y me preparo para leer. El mensaje de Jaime es largo y eso me preocupa y más cuando todavía no le respondí a los anteriores. Seguro que deben estar pasando mil cosas por su cabeza.
*Hola, Ruth, espero no resultarte pesado. Te prometo que será mi último mensaje, pero no podía dejar de intentarlo una vez más. Aunque imagino que tu silencio en los anteriores ya es la respuesta que necesito, solo que por alguna razón no quiero verlo.
Si sirve de algo, lamento mucho lo que ocurrió el otro día, no supe reaccionar y quizás te hice pensar cosas que nada tienen que ver con la realidad...«Sí, seguro que es eso... Piensa mal y acertarás» me digo antes de continuar.
*Eres una persona fantástica y nunca quise hacerte sentir mal, es solo que... bueno (quizás no es propio que te diga esto por aquí, pero no sé si tendré otra oportunidad y necesito hacerlo), desde hace semanas siento que tu compañía me alegra los días y ya sabes cómo funciona eso... si lo mezclas con alcohol, posiblemente el coctel no resulte tan apetecible como la "Tentación Roja"
Sonrío al ver que todavía se acuerda de cómo lo bauticé.
*Sé que fui un idiota y entiendo perfectamente que te haya podido incomodar, pero me puse muy nervioso. Sentí que, si permitía que ocurriese algo entre nosotros, ya sabes a qué me refiero..., sería un capullo. Me marcharé y tarde o temprano te haré daño a ti o me lo haré yo. Eres una persona increíble, Ruth, y como ya habrás podido notar, últimamente me está costando mucho verte solo como a una amiga. Necesito hablar contigo y arreglar esto...
—¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? —Echo la cabeza hacia atrás como si me hubiese quemado—. Me está diciendo que... No, no, no... definitivamente no. Debo estar confundiendo las palabras —releo—. "Me está costando mucho verte solo como a una amiga" —repito en voz baja y mi estómago se encoge. Cuando nos besamos en su bar, dijo algo parecido, pero sentí que era simplemente una excusa para salir al paso.
Trago saliva y viendo que mi garganta está completamente seca, voy hasta la cocina para tomar un vaso de agua. Mientras bebo, pienso en una respuesta y no se me ocurre nada. ¿Qué se le puede decir a alguien en una situación así? ¿Debería hablar con él? El simple hecho de pensar en ello me pone aún más nerviosa. Si accedo, no sabré cómo reaccionar cuando lo tenga delante y lo peor de todo, me moriré de vergüenza y más después de haberme insinuado algo así.
—¡Madre mía!
Busco algo para abanicarme. Me siento como una púber quinceañera. ¿Cómo es posible?
Presiono la pantalla para responder a su mensaje y mis manos comienzan a temblar. Tecleo como puedo y debido a lo alterada que estoy, marco las letras que no son. Borro y comienzo de nuevo. Esto no debe ser nada bueno para mi corazón.
*Hola, Jaime, acabo de leerte. He estado liada y no he podido responderte hasta ahora.
Eso no es del todo cierto, pero él no lo sabe.
*No te preocupes, nos pasamos con la bebida y ya está, así que no des importancia porque no la tiene...
Aunque en cierto modo es verdad, para nada siento lo que escribo, es algo que me ha marcado y seguramente no pueda olvidar, pero quiero quitarle ese pesar de encima. Me apena si de verdad se está sintiendo como dice y más cuando ya han pasado dos días. Nadie merece estar tanto tiempo angustiado. Se lo envío, espero y al momento recibo la respuesta.
*Gracias, no imaginas la falta que me hacía leerte eso. Aun así, ¿podemos vernos?
—Mierda. —murmuro.
Pensé que con el mensaje serviría, pero ya veo que no.
*Claro, no hay problema.
Añado una carita sonriente y resoplo. No me deja otra opción.

ESTÁS LEYENDO
¡DÉJAME VERTE! (COMPLETA POR TIEMPO LIMITADO)
RomansaAVISO: Esta historia NO ES APTA PARA TODOS LOS PÚBLICOS. Puede herir la sensibilidad del lector (fuerte y explícita). La autoestima de Ruth roza niveles mínimos después de la dura traición de dos personas a las que quería. Creyendo que la ayudaría a...