Amor con aroma de café

Adios Amigo

- Te lo dije. – contesto Tina del otro lado del teléfono.

- ¡Carajo, que hice! – dije frustrada – al menos mañana será mi último día, se acabó la pasantía

- Pobre me da pena, pero también debo admitir que fuiste honesta antes que todo pasara – hablo Maya.

- Gracias -  respondí

- Pero no quita que ahora has roto esa amistad que habías tenido con él. – otra vez Tina me lo recordó.

- Yo no controlo los enamoramientos de los demás, no es mi culpa.

- Eres una mujer hermosa, bella, mierda eres demasiado sexy, dímelo a mí que desde que te conocí lo único que quiero es llevarte a mi cama.

- Maya cuando nos conocimos teníamos 5 años.

- Por eso te lo digo.

- ¡Ya basta!; Andy siempre la jodes, solo tú no te das cuenta de que Martin estuvo enamorado de ti desde el curso. – Tina siempre queriendo echarme la culpa como siempre.

- Era mi competencia, pero el sí disfruto de tu cuerpo sexy.

- Una vez. – conteste rápido después de lo mencionado por Maya.

- ¿Si sabes que tu respuesta me disgusta verdad?, te coges a tu disque amigo y ahora estamos aquí.

- Soluciónalo y no me jodas. – fue lo último que dijo Tina y colgó la llamada.

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¿Qué diablos iba hacer? fui honesta con el ¡carajo!, porque a la gente le gusta emparejarse, ¿siempre quieren ser controlados o qué? ¿Que no ven lo mejor de la soltería? Sin explicaciones, sin excusas, sin la cursilería del romanticismo y lo mejor de todo es el sexo casual y luego bye, como dicen “si te vi no me acuerdo de ti”. 

Rodé varias veces sobre mi cama hasta quedarme dormida.

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- Fue un placer que trabajaras para mí. – dijo Javier. – de verdad no quieres quedarte? – me miro con unos ojos de tristeza más que fingida.

- Te mentiría si te dijera que me gustaría quedarme.

- Piénsalo.

- Realmente extraño mi oficina.

- Puedo darte una oficina. –  respondió Javier, la verdad es que ya contaba con los días para que se termine la pasantía y más con lo que paso.

- Muy tentador.

- Aceptas entonces.

- No, la verdad es que extraño mucho a Tina. – era una parte pero si extrañaba trabajar con ella.

- ¿La cagaste verdad? -  al responder me sorprendió, eso si no me lo esperaba.

- ¿Los chismes corren muy rápido verdad? -  lo dije con disgustó

- En realidad, lo vi y escuché cuando le dijo a Vanessa que por fin estaba soltero.

- Siempre estuvo soltero, que haya pensado en otra cosa que no es, es su problema además es absurdo.

Tocaron la puerta de la oficina de Javier. – pase – respondió.

- Sr. Thompson, la reunión ya está lista – hablo la asistenta de Javier.

- Enseguida voy. – Javier se levantó de su escritorio y camino a la salida de su oficina.

lo seguí – Gracias por la oportunidad – dije ya saliendo juntos con él.