Camine en círculos viendo cómo solucionar este problema, y más si aún mi novia no me decía nada, solo está buscando al igual que yo la noticia si por salía.
- Amor – la llame – nada – negó – algo me decía que solo lo enviaron para jorderme en mi relación.
No espere más y la llame, quería que ella me aclare esto.
- Quien quiera que seas no te conozco, no sé cómo has conseguido mi número – hablo después de una sola timbrada.
- Muy graciosa – me quejé, vi como mi novia se acercó a mi lado dejando la tv encendida - ¿Dónde estás?.
- Oh, que hace la mujer más hermosa de mi vida – rodé los ojos – estoy casi llegando a mi depa, por si te preguntas a cuál de todos, en New York.
- Bienvenida – sonreí, pero rápidamente cambie mi rostro ante la mirada de mi novia – tengo una foto que le llego a mi novia de ti y mío donde parece que nos estamos besando – active el altavoz para que Dani oyera su respuesta.
- Ya quisiera meterte la legua a esa boca – mi novia frunció las cejas – lastima, cualquier foto que le haya llegado es falso o que tomaron un ángulo muy comprometedor – no quería esperar y le mande – vaya aquí parece que me estas metiendo la lengua Andy, pobre de mí – dramatizo.
- Deja de hacerte la víctima, más bien acláreme como es que esto me llega y tú no sabes nada – solté enojada.
- En mi defensa soy inocente, además esas cosas siempre pasas, solo dile a tu novia que no es lo que ve – claro como ella esta soltera y no tiene a lado a Daniela con una cara de enojada – si quieres puedo decirle que por más que intente comete la boca eso nunca va a pasar.
- Te esta escuchando ¡sabias! – la escuche toser y yo solo me rei.
- Eres una … - hubo un silencio – novia de Andy juro que no paso nada, si algo que se, es esa mujer que tienes a lado jamás te seria infiel.
- ¡gracias! – le hablo mi novia – la verdad es que no es por la foto, sino por la tendencia que se vendría si alguien lo ve.
- Tranquila cariño, no pasa nada – hablo tranquila, ella era así, ante cualquier suposición no le afectaba siempre dice que no vale darles importancia a falsas noticias – me voy chicas, cuídense.
Nos despedimos y ahora si me tocaba hablar con Daniela no solo sobre la foto si no está el tema de su ex y el problema que paso en la cafetería.
- Amor – le llamé, cuando iba seguir ella se abalanzó para besarme casi haciéndome un poco balancear mi cuerpo, el beso es salvaje y necesitado que solo me di tiempo a corresponderle con la misma intensidad – Dani para por favor.
- ¡por que!, no quieres hacerlo – hablo entre sus labios – no me dejes con las ganas.
- Se lo que haces – la vi sonreír – si no paras de verdad no te voy a dejar, no me va a importar tus clases o el trabajo.
- Tu no me amenaces – volvió al besarme, esta vez el beso es más tranquilo.
Fui retrocediendo poco a poco buscando el sofá, cargue a Daniela para no caernos hasta que llegue al sofá cama, cuidadosamente la baje sin perder el beso apasionado que me está volviendo loca, ya solo con esto me siento mojada al extremo que lo único que quiero es apagar este fuego con el cuerpo de ella, sentirla, quererla, marcar y tallar con cada beso, trazar con en ella mis caminos hasta el más mínimo rincón, deje sus labios para bajar al lóbulo y poder un poco morderla mientras solo escucho sus gemidos en mis oídos, su aliento golpea mi piel, ese calor de éxtasis que me dice que ella es solo mía y solamente mía.
Baje dejando rastros de besos por encima de su pijama, cuando llegue a su vientre levante un poco para dejar libre su piel, le di unos masajes con mis dedos en círculos cuidadosamente mientras la electricidad en mi cuerpo alteraban mis sentidos que se disparan por estar dentro de ella – mire a su vientre y me recordé que lo que dije de tener hijos – ¿ella querrá tener hijos? – me pregunte en mi mente, al menos yo sí pero no ahora, había metas que cumplir sobre todo ella.
- ¿Qué pasa amor? – pregunto levantándose y sentándose a horcadas en mí – en que piensa mi chica.
- Me preguntaba ¿Qué tengo que hacer para convencerte de irte conmigo a un crucero por 15 días? – al fin lo dije – y me acompañes en algunos partidos de basquetbol en Boston.
- Primero que nada, tengo mis clases y no puedo faltar – es un no rotundo – y el trabajo, ahora que todos sabes que salgo con la dueña no quiero privilegios porque, aunque tú digas que no, mis permisos hacen decir lo contrario.
- Entonces si te molesta de que ellos se enteraran.
- No, me gusta ser tu novia fuera de las 4 paredes – rodé los ojos – pero tengo responsabilidades.
- Necesitamos hablar antes que seguir – me miro extraña, quiso bajarse, pero la detuve – no, así estamos bien.
- si vamos hablar serias, me debo bajar amor – beso mis labios para luego bajar a mi cuello.
- Amor – me queje – ayer tu ex me busco a la oficina – dejo de besarme – iré al punto, me dijo que aún te ama, y que ella es tu felicidad por los años que estuvieron juntos, me dijo que se juraron amor eterno – exagere en esta parte - ¿tú la amas?, quiero decir tú le dijiste que la amas.
- Le di todo el amor que sentía – mi corazón se estrujo en esta respuesta – sí, con ella tuve años de felicidad, pero no quiere decir que yo aún sienta algo por ella, si eso es lo que te preocupa o dudas – negué – no siento nada ni quisiera puedo odiarla por lo que me hizo.
- ¿estuviste a punto de casarte o bueno estabas comprometida? – pregunte, algo que conmigo no ha vivido y ni siquiera lo hemos discutido.
- Lo estuve, pero fue más por compromiso – fruncí las cejas, que quiere decir – en realidad no tenía muchas ganas de casarme si acepte fue más que nada por los años con ella, su accidente y bueno la relación fue más eso, compromiso por los años que nos conocimos.
- Tu … umm.. como decirte – baje la cabeza – ¿tú quieres casarte? – mi vos salió nerviosa, la verdad es que no se si quería una respuesta – digo algún día tu estarías dispuesta a casarte conmigo.
Hubo un silencio y eso me puso más nerviosa de lo que estaba cuando me atreví a preguntar si algún día podría casar conmigo – responde amor – solo me miraba.
- ¿tú quieres casarte? – por fin hablo, pero en vez de respuesta me pregunta.
- No, digo que podría considerarlo si es que tú quieres – mentí, bueno no tanto solo considere con ella – y no seas tramposa, yo pregunte primero.
- Antes de casarme contigo, quiero mi identidad en mi carrera poder terminar y seguir con lo que me propuse, talvez tú quieres ahora pero aun no estoy lista amor – se bajo de mi regazo para sentarse a mi lado, tomo mis manos y dijo – el que no quiera casarme ahora en un corto plazo no quiere decir que más adelante no pueda.
- Solo lo digo porque tuviste esa oportunidad con ella – insistí – que talvez conmigo no tengas ello.
- Pero aun así yo quiero estar contigo, un papel no me va hacer cambiar lo que yo siento por ti – beso mis labios suavemente – nada, yo quiero estar aquí contigo y si mas adelante quieres casarte, ¿no se formar una familia? lo hare contigo, pero ambas tenemos que estar de acuerdo.
- Ya te dije que contigo lo quiero todo – me acerque para besarla y decirle que la amo demasiado.
- Alguna otra pregunta, ¿Srta. Lombardi? – asentí – y cuál es el otro tema que tenemos que hablar.
- Infórmate que despedí a tu jefe, y quien era esa mujer que te acusaba de mentirosa – me reí cuando rodo los ojos.
- Eres muy mala, pero la verdad no puedo justificarlo ya había quejas sobre el – por cierto, tendré que prestar atención a la administración – y la mujer quien me grito era la ex de Rafael.
- Solo dime que necesitas ayuda – iba a protestar, pero me adelante – sé que eres muy capaz de defenderte sola, pero soy tu novia y si quieres que te ayude no dudes en pedírmelo.
- A ti te necesito para otras actividades – volvió a subirme a mi regazo.
Empezamos con un beso suave mis manos rodearon su cintura haciendo masajes de arriba abajo por encima de su pijama, sus labios suaves atraparon mis labios inferiores haciéndome soltar un gemido, apreté más a mi cuerpo juntándonos, es ahí que aprovecho y bajo a su cuello como una desesperada por comerme todo de ella, seguí besando su cuello mientras Dani soltaba gemidos, siento su respiración en mi oreja caliente y un susurro la escuche – vamos a la cama – fingí no oírla y de una jalada la deje desnuda de la cintura para arriba, su senos grandes y esos pezones rosaditos empecé a chuparlos como un bebe, no aguanto mas estar así con ella, necesito conectarnos a una sola un solo cuerpo y alma, gire un poco para dejarla caer con cuidado y dejarla recostada en el sofá.
- Daniela Gómez, ¿Qué me hiciste? – pregunte viendo a esos labios brillos e hinchados – soy adicta a su olor, tu sabor – bese sus labios.
- Amor... – soltó entre gemidos – ya no aguanto esperar – empezó a mover un poco sus caderas haciéndome que esta tan mojada como yo.
Empecé a seguir su ritmo, hice presión en nuestros centros con la ropa encima mientras mi boca devorada sus labios y mi lengua invadía su boca, con mi mano derecha baje el short que llegaba puesto haciendo levantar su pierna izquierda a la altura de mi vientre, hice un par de masajes sobre su pierna desnuda.
- Quítate la ropa – ordeno cortando el beso – desnúdate amor – me miro dándome un beso corto en los labios.
Me reí de su atrevimiento, aunque ella sabía que yo estoy a sus pies, me escondí en su cuello mientras ella suspiro y empezó a bajarme el short y como no suelo usar ropa interior cuando duermo me dejo desnuda ante su cuerpo, cuando chocamos deje un momento la conexión de piel con piel mientras ella envolvió sus piernas sobre mi cintura e hizo presión, es ahí cuanto empecé a frotarme – ambos soltamos gemidos atrape sus labios con necesidad invadiendo su boca con mi lengua – acelere mis movimientos y cuando empezó a contraerse, sabía que está a punto de llegar me detuve, abrir mi boca para meter mis dedos y una vez lubricados baje a su entrepierna – su fluidos estaba ahí mesclados con los míos – volvió atrapar su labios mientras mi mano majadeaba su clítoris en círculos sabiendo que está a punto al igual que yo, fue entonces que metí mis dos dedos para empezar a penetrarla con rapidez, a raíz de que estamos extasiadas no tardamos en corrernos ambas, atrapo mis dedos para no dejarlos salir y tampoco quería – bese su frente aun manteniendo mis dedos dentro de ella – di uno y varios besitos en su rostro mientras sonreía, la miro sonriente, siento su sudor mezclarse con el mío mientras nuestras respiraciones se calmaban.
- ¿estás bien? – hablo mientras me escondo en su pecho, dejando rastros de besos.
- más feliz que nunca – dejo un beso en mi cabeza – amor… auch – se quejó, le había dejado un chupetón, era como que la primera vez que le había dejado una marca.
- Soy tuya, solamente tuya amor – repartió besos en todo mi rostro.
°°°
Toda mi mañana pasé en mi visita a la construcción del centro comercial, dejando a Dani en la universidad, a pedido de Gustavo estuve supervisando debido a que me indico que la obra no está marchando según los calendarios que se había propuesto, me reuní con el ingeniero para ver los detalles sin embargo el único problema que vimos es que el material no alcanzada y que no habrían realizo el pedido para más, llame a unos de mis administradores para el encargo de materiales.
Dani Bebe: ¡Auxilio! Aburrida, no tengo más clases.
Sonreí de su mensaje y más con esa foto que me envió haciendo esos pucheros que me vuelven loca, sus labios brillantes y carnoso me decían cómeme.
Andy: a la orden novia mía
Andy: voy a la velocidad para recogerte y perdernos una vez mas
Dani Bebe: por favor …. Te extraño
Me mando otra foto, pero esta vez con un puchero diferente, este era más con seducción que hizo encenderme ¡que calor! – susurre.
- Srta. Lombardi – escuche la voz del ingeniero – ya se va.
- Si, sin embargo, ante cualquier problema necesito que te comuniques con mi asistente, no quiero otra vez que Gustavo me esté sacando de mis trabajos para ver este.
- De acuerdo – le entregue la tarjeta y salir para ir a recoger a mi novia.
En el camino la llame para preguntarle si la recogería en la universidad, a veces mi novia no solía esperarme y me daba un alcance en mi trabajo, su universidad está cerca de mi oficina digamos que estamos a 20 cuadras y por más que le dije que debería de tomar un taxi, ella venia caminando ya que no quería usar tampoco el coche que le dije.
Cuando hice mi ingreso le llamé otra vez.
- Amor ... – hable en cuanto me contesto – estoy dando la vuelta para la salida de tu facultad.
- Ok amor, ahora salgo – corto la llamada.
Cuando volteó para la entrada, me estacione de paso dejando el coche encendió, sabía que solo iba a entrar y después irnos a mi oficina, en lo que miraba mi móvil empezó a sonar, mire y era Tina
- Hola – conteste a una sola timbrada – sé que voy casi tarde.
- Aún estás a tiempo, ¿estas aun en la construcción?
- No, salí para recoger a Dani, de paso ir para almorzar – alguien toco la ventana del copiloto, voltee y mire a mi novia – justo acaba de llegar – menciono cuando Dani entro y frunciendo las cejas, de paso dando un beso corto en los labios
- ¿vendrás con ella?
- Le preguntare, hoy descansa por si quieres sacar planes de salida
- Ummm – escucho un ruido de fondo – no me parece mala idea la verdad, Eliot está aquí y me quiere ver.
- Pues yo que tu acepto su invitación – puse el móvil en el soporte del coche y de paso coloqué el altavoz.
- Hola Cuñis – saludo Dani al ver que era con Tina quien hablaba, empecé a manejar rumbo a mi oficina
- Hola Dani – contesto – me acabo de enterar que vienes para acá, así por favor dile a tu novia que me traiga mi almuerzo.
- Se supone que tienes tu asistente para eso – me queje, porque le gusta torturarme.
- Si no lo hago la diversión se pierde – la escuche soltar una risa – Dani ya que vienes necesito hablar contigo.
- ¡Claro!, soy toda oídos – esta vez yo fui quien esta confundida, que era ese tema que ellas tenían que hablar – cosas de chicas.
- Si claro, como no – rodé los ojos – además porque tienes que hablar con mi novia, búscate tu una – le hable a Tina.
- Ay, no seas celosa – bufe – además el tema aquí es que ella es doctora y tú no
- Sabes que mama también lo es – me queje
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Amor con aroma de café
Roman pour AdolescentsAndrea Lombardi, una chica que lo tiene todo a su corta edad, trabajo y sus mejores amigas. Un día decide comprarse un departamento y mudarse hasta que un día entró a una cafetería y vio a Daniela una mesera con unos hermosos ojos. Desde entonces A...