Epilogo

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Mi camino al ascensor está siendo lento, si estuviera con algún tipo de urgencia sin duda ya hubiera muerto del aburrimiento que es esto.

Vuelvo a presionar el botón pensando en que este bajara los más rápido posible – ¿puede haber otra cosa más eficiente que un ascensor?

- ¡al fin! – dije cuanto sonó el timbre de su llegada

Entro lo más rápido que puedo y junto conmigo entra los señores con  bata blanca – ¿por qué blanca? – las personas voltean a verme frunciendo las cejas por mi pregunta que lo pensé y al parecer lo dije en voz alta.

Ignoro sus miradas fingiendo que para mi ellos no existen

Cuando el timbre suena veo a que piso llegamos – ¿usted va a salir? – alguien me pregunta.

- ¿me ve que quiero salir? – respondo seria

Otra vez vuelvo a ignorarlos hasta que por fin el ascensor llega al piso que voy, salgo de prisa ignorando a todos otra vez, pero cuando salgo choco con alguien que ingresaba o trataba de ingresar que por cierto también ignoro si esta bien o no

- Los siento – la escucho decir a lo lejos

Me paro en seco cuando un olor familiar inunda mis fosas nasales ese que por meses e tratado de sacarlo de mi mente, vida y sobre todo de mi corazón ¡café y vainilla!, quiero seguir ignorando a mi corazón que al parecer reacciono después de estar en silencio todo este tiempo.

- ¡Tratas de olvidarla! – me susurro, de momento recuerdo por que estoy aquí y sigo mi camino.

Cuando encuentro la sala de juntas entro sin importarme si hay alguien o no – hola mamá – saludo al verla junto con un hombre.

- Hola bebe – fruncí las cejas negando como se atrevió a llamarme delante de otras personas – ¡perdón!, no tienes que enfadarte – camina para abrazarme.

- Si claro – me suelto de su abrazo y veo aquel hombre con bata.

- Buenas tardes Andrea Lombardi – el hombre con bata blanca de unos 30 años con cabello negro y piel trigueña me saluda extendiendo su mano ¿Quién es?.

- ¡oh! Bebe – y dale con ese apodo – te presento a Richard Olsen,  el es el nuevo director del hospital

- ¡eh!, buenas tardes – saludo dándole la mano para estrecharlo – ¿ esperamos a alguien más? – digo soltándome

- Creo que estamos todos – camina hacia la puerta de salida – en un momento vendrá los abogados.

Me siento mientas mi madre habla con el Sr. Olsen, poco después llegan los abogados para dar por finalizada la compra de otro hospital, después de todo cada uno sale para quedarme con mi madre en la sala.

- Iré a ver a Tomy – me levanto de la silla.

- Tranquila bebe, tu hijo está durmiendo – rodó los ojos – hoy le hicieron las pruebas cardíacas y todo salió bien – suelto un suspiro, al menos hoy tenemos buenas noticias.

- Igual iré a verlo – abro la puerta – quiero estar segura que este todo bien.

- ¡Esta durmiendo! – me grita cuando salgo

Paso por el pasillo hasta llegar a la habitación de Tomy, desde la ventana puedo verlo y esta dormido como un angelito, entro para hacerle un poco de compañía y apoyarlo con lo que puedo aunque no es mucho.

- Buenas tardes – saludo a la enfermera – ¿Cómo esta?

- Su signos vitales están normales, va mejorando – asiento escuchándola y camino a su lado – el Sr. Juan Carlos salió un momento.

- Gracias por cuidar de el – le digo acariciando la cabecita de Tomy – todo estará bien pequeño, tu papá y yo estamos haciendo todo lo posible para que tu estés mejor.

Me quedo un rato haciéndole compañía después que la enfermera salió, verlo frágil con tan solo 5 años me enoja y mas si no puedo ayudarlo, el aún no va vivido nada de la vida, desde que nació su casa siempre ha sido un hospital como es así de cruel el destino, mientras los buenos estamos aquí sufriendo y los malos disfrutando de su vida sin consecuencias alguna.

_ Bebe – entra mi madre dándome un susto – tranquila ¿el estará bien?

_ eso lo dices para hacerme sentir bien mama – gruño – desde hace meses está aquí y aun el no ha podido salir de aquí – me levanto quitando su mano de mi hombro – ¿crees que algún día va a salir de estas 4 paredes?

_ haremos todo lo posible Andy – sé que ella trata de ayudarme, pero aún no se si es lo suficiente – llame a …. – cuando volteé a ver para la ventana la vi.

_ no es posible – es ella o solo estoy alucinando.

Salgo de prisa de la habitación – espera porque estoy saliendo de prisa – en el pasillo no la veo, pero siento su aroma, miro a todos lados, pero nada no hay rastro de ella.

_ me estoy volviendo loca – como es posible que mi cabeza obedezca a mi corazon sin medir las consecuencias – tal vez es hora de que me olvide de ti y esta vez sea para siempre – dije agarrando con fuerza el collar que ella me regalo.

Di un par de vueltas, pero no la encontré así que regresé a la habitación donde está mi madre y Juan Calos ya con Tomy despierto.

_ ¡hola! Andy – Grito Tomy cuando ingrese a la habitación – ¿Dónde estabas?, papa dijo que te vio correr por todo el hospital.

_ solo vi un fantasma – caminé a su lado – descuida no me he caído aun – le digo acariciando su cabello, destrozando su hermoso peinado.

_ me estas despeinando – se quejó quitando mi mano

Estuvimos un rato más conversando acerca de basquetbol ignorando su lucha para un trasplante de corazón, Juan Carlos solo asiente mientras Tomy nos convence de salir un día familiar, iba a protestar, pero al ver su cara con esos pucheros solo confirme y termine aceptando que sería un buen día para pasear.

_ ¿te vas hoy a quedar a dormir? – hablo cuando empezamos a pararnos

_ creo que hoy no podre quedarme – me acerque a su lado – tengo que ver como esta Buddy, sabes cómo es ese pequeño

_ lo sé, ¿puedes traerlo mañana? – aquí va otra vez con su cara y enormes pucheros

_ Tom – habla su padre – ya hemos hablado de tener mascotas en el hospital – Tomy se cruzó de brazos – y no mires a Andrea de esa manera.

Cuando iba a hablar vuelvo a oler ese aroma familiar – es mejor que me vaya – hablo dándole un beso en la cabeza a Tomy – nos vemos mañana, de acuerdo – asiente dándome una sonrisa.

_ ¿estás bien? – mi madre me pregunta al salir de la habitación, asiento – sabes que cualquier cosa me puedes decir

_ si mama – camino al ascensor – yo ….  – me detengo – tú has sabido algo de ella

_ no, desde la última vez que hablamos no he sabido nada de ella ¿Por qué? – frunció las cejas esperando mi respuesta

_ nada, es solo que hoy la recordé – presiono el botón para que llegue cuanto antes el ascensor antes que mi madre empiece con sus estupideces.

_ has pensando en lo que hablamos – negué – bebe, has pasado por mucho y aun te estas recuperando

_ ya estoy bien mama – proteste – nos vemos otro día – entre al ascensor cuando este hizo su llegada.

Al entrar al ascensor volví otra vez a sentir su olor con más fuerza, es como si ella hubiera estado aquí aunque eso es completamente imposible, la última vez que la vi fue en Londres.

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Quiero olvidarla pero por más que trato no he podido.

- ¿Sabes donde esta? – pregunto al detective que contrate para buscarla por que nadie se atrevía a decirme donde estaba.

- Tengo toda la información – me entrega una carpeta de color azul – cualquier información adicional no dudes en llamarme, dicho esto me dejo sola.

Abro la carpeta con toda la información de ella, también había fotos recientes donde se le ve hermosa – ¿algún día sabré por que te fuiste? – sigo revisando hasta que veo donde eligió su internado

- Carla – hable cuando me contesto – prepara el avión para Londres.

- De acuerdo Srta. Lombardi, ¿alguna fecha? – pienso un momento para tomar una buena decisión.

- El viernes – finalizó la llamada.

El avión aterriza el suelo británico, bajo con cuidado con apoyo de las muletas que me acompañan ya desde hace 3 meses, al menos ya deje las sillas de ruedas.

Tenía que verla cuanto antes quiero confirmar que ella este bien, dejo la habitación para dirigirme a lugar donde ella está.

- Esperemos aquí un poco – le digo Jean para que se detenga cuando llegamos al hospital.

- ¿Quiere que ingrese? – me mira por el espejo – ¿puedo investigar si ella está de turno? – asiento

Sale del coche para entrar al hospital mientras yo espero dentro del coche, sale mucha gente con bata blanca hay algunas comprando algo de comida de esos kioscos – el mencionar comida mi estómago gruñe – salgo del coche para comprar café y algun pan o esos triples que solía comer cuando estaba en el hospital.

- Daniela, ¿vas con nosotros? – oigo la voz de una chica.

- Lo lamento, pero tengo muchas cosas que hacer – es su voz la que escucho y hace que mi cuerpo reacciona.

- Te lo pierdes Daniela – la dejan sola en el banco.

La observo desde lejos ella está ahí sentada con un libro en sus manos mientras escucha algo por el móvil, quiero acercarme y decir que todo está bien pero cuando me iba a acercando veo como una lágrima cae por sus mejillas, ella solo la deja caer por su rostro hasta llegar al piso.

Cuando iba por ella se levanta secando cada rastro de lagrimas y empieza a caminar a la entrada dejándome ahí parada con las ganas de poder correr detrás de ella pero no puedo, apenas y camino más si son con estas muletas.

Verla una ves más me reafirma que la sigo amando más

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Suelto el aire que estaba acumulando recordando cuando la vi por última vez y donde solo la observe sin poder acercarme.

Cuando el timbre sonó las puertas se abrieron para dejarme salir y respirar el aire donde no esté su aroma, paso por el pasillo a paso apresurado cuando me choco de un momento a otro con alguien que al parecer llevaba varios papeles que se esparcen debido a nuestro choque.

- Lo lamento mucho – me quedo estática al escucharla mientras ella recoge sus papeles – ¿podrías ayudarme?

No puede estar pasándome ¡es su voz!, mi corazón la reconoce y solo salta de alegría provocándome taquicardias incontrolables como el primer día.

- ¡oye! – se levanta – podrías ayudar………….me – al verme otra vez los papeles que había recogido volvió a caer.

El tiempo se detuvo mientras nuestras miradas no se despegan, es ella quien está aquí otra vez alborotando todo de mi y esté tonto corazón que aún no lo olvida da saltos de alegría peleando con mi cabeza quien se detiene a pensar si lanzarme a sus brazos.

Aun se ve hermosa ¿Cómo que aun?, siempre se ha visto hermosa aunque ahora noto que algo cambió en ella, en su mirada veo dolor y ganas de querer llorar pero se que se resiste.

Ignoro arrancando todo esta atracción de tocarla, decirle que  la amo y seguiré amándola pese a que ahora estemos separadas, ignoro de besarla y decirle que la he extraño demasiado todo este tiempo y que a pesar de como quedamos lo único que siendo por ella es amor.

Sino salgo de aquí terminaré haciendo lo que no debería así que con mucha fuerza de voluntad me hice aun lado para salir de ahí.

Afuera solté todo el aire que estaba reteniendo por volverla a ella, toco mi pecho tratando de calmarme – uno que quiere olvidarla pero ella esta aquí, tal vez tratando que no llegue a eso y tampoco podría como dije antes ella es mi primer amor y el amor de mi vida.

- Bienvenida a casa amor – digo en susurro.

Con ella volvió todo lo que viví hace un año, las alegrías, el cariño, el amor y sobre todo el dolor de no tenerla conmigo.

Amor con aroma de café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora