Desde hace dos noches tengo problemas para dormir después de la terrible pesadilla, quiero pensar que solo fue eso, pero mi corazón parece no prestarme atención y al parecer cayó en oyó profundo del que no lo puedo sacar a pesar de que el amor de mi vida está a mi lado durmiendo cada día conmigo y no se atreve a dejarme.
- Hola mi vida – entro mi novia al departamento, veo que trae unas bolsas por lo que camino ayudarla.
- Déjame y te ayudo – cojo una de ellas y camino a la cocina.
Sus pasos están detrás de mí, lo siento ella debe estar preguntando que pasa y la verdad es que yo tampoco lo sé, quiero echarle a culpa a la gripe que tengo, pero con los cuidados que me dio mi novia ya parece que no hay rastro.
- ¿Qué tienes? – me rodea de la cintura por detrás dándome un beso en la nunca.
- Pesadillas como las de la otra noche – me volteo para verla – creo que estar enferma es lo peor – bufo.
- Déjame ver – empezó a tocar mi frente para medir mi temperatura – ya no pareces enferma, pero eso no quiere decir que ya estás bien al 100%.
- ¿¡Así!? – mi vista baja a esos labios que llevo sin besar y que me atraen como un imán – debo decir que gracias a mi doctora personal ya me siento mejor – susurro en su oído.
Dani tiembla al golpear mi aliento con su cuerpo, muerdo un poco su lóbulo de la oreja izquierda, me rio porque Dani por más que se quiere hacerce la fuerte muere por que estemos juntas en nuestra cama y disfrutando del mejor sexo.
- Eres muy malvada amor – enrolla su mano derecha por mi cuello, dándome masajes que me excitan – pero si no más recuerdo debo de confesarte que están castigada – se aportó dejándome fría y con las ganas de coger.
- ¿Ahora quién es la malvada? – camino detrás de ella y cuando iba a subir las gradas la atrapo jalándola y robarle un beso.
No la deje libarse de mi agarre y profundice el beso, atrapo su boca con el deseo e intensidad que solo quiero que ella sienta, todas mis ganas aumentan con desesperación invado sin permiso con mi lengua y roso todo de ella, mi agarre es fuerte y mis deseos de estamparla y tenerla aquí ya no son controlables hasta que.
Suena el timbre del departamento haciéndonos saltar.
- ¿Esperamos a alguien? – pregunta mi novia caminando a la puerta.
- ¡Maldición! – gruño porque acabo de quedar vestida y alborotada.
- ¿Departe de quién? – escucho preguntar a mi novia – creo que se equivocó de departamento, espera – creo que cerro la puerta – ¡amor!... ¿Qué haces ahí? – pregunta al verme ahí sentada en las gradas.
- Esperándote y poder continuar – muestro mis pucheros y espero convencerla - ¿Quién es?
- No lo sé, dicen que tienen una entrega para ti – frunci las cejas, ¿Quién puede ser? – no me mires así amor, veee – me ayuda a levantarme, pero la atraigo y la beso.
Después de segundos voy a la puerta para ver quién es el que me busca y si no es nada importante juro que le grito toda su vida, abro la puerta con fuerza para encontrarme con un muchacho de apenas unos 21 años puede ser o menos creo.
- ¿Srta. Lombardi? – pregunta asustado al verme mi rostro.
- Si
- Firme por favor la entrega – me extiende una bolsa negra y una caja de unos 20 centímetros.
- ¿Cuando llego? – pregunto firmando la entrega de las cosas.
- Hoy por la mañana, le comunicamos, pero como no contestaba lo dejamos para la tarde – se siente nervioso, creo que es nuevo en el edificio y supongo que le habrán hablado de mí.
- Bien – le entrego el papel firmado y agarro la bolsa y la caja – ¿eso es todo? – asiente y luego se va.
Cierro la puerta y camino para la sala ¿según yo no he pedido nada?, veo el remitente y solo dice “gracias por asumir los gastos”, abro mis ojos como platos, veo la factura – maldito señor plástico – gruño porque sé que las cosas que tengo aquí el no me los regalo los compro para mí, pero uso mi nombre para el pago.
Rompo la bolsa y veo que son las poleras y gorras de los “Celtics” para mí y mi novia cada uno con nuestros nombres.
- ¡Ohhh! – se acerca mi novia para sentarse a mi lado – se ven muy hermosas.
- Sabes… podemos verla luego ahora solo quiero hacer algo – intento atraparla, pero ella se levanta rápido – amorrrr
- Ven – me levanto para seguirla mientras sube a nuestro cuarto.
- ¿A dónde vamos pequeña traviesa? – la atrapo y rodeo por la cintura – no quieras dejarme con la calentura – empiezo a besar su cuello mientras me guía a donde quiera que vayamos.
Terminamos de subir a la terraza al salir me quedo congelada por la decoración, desde que me mude aquí no había ingresado, pero al parecer mi novia si, ¿desde cuándo hay un jacuzzi en mi terraza?
- ¿Tú lo hiciste? – pregunto volteando a verla – es que esta….
- Lo siento, pensé que te …
- Amor – agarre sus manos – es increíble todo esta hermoso, ¿solo dime que lo hiciste por sexo?, porque vamos a tenerlo y varias veces.
- No lo hiciste por sexo – agarro sus mejillas esperando otra respuesta – quiero que me agües el amor ¿me debes muchos orgasmos?.
- Y te pagare uno por uno – junto nuestros labios.
Nuestro beso es calmado, quiero ir lento y despacio no quiero perderme de nada, cada toque, cada detalle de su cuerpo quiero recordarlo y momentos como este siempre he querido, tenerla solo para mi hoy y siempre.
Retrocedemos poco a poco hasta llegar al Jacuzzi, no quiero soltarla, pero debo hacer lo que ella me pide, con su vos de mando me ordena meterme.
- Entra – me ordena mientras me muerde el labio superior – espérame a dentro, no olvides que nada de ropa – su voz ronca me seduce y a todo le digo como usted ordene majestad.
Hago lo que me ordena, me quito la ropa lo más rápido que puedo, el aire frio golpea mi cuerpo haciendo que este se erice, camino al jacuzzi entrando, lo primero que siento es el agua caliente a la temperatura correcta, juego un poco con el agua y me atrevo a meterme en total, el sentarme el agua queda rodeándome hasta el hombro, me siento ansiosa y muy excitada, muchas veces ya lo habíamos hecho en agua y con ello me viene a la cabeza la vez que lo hicimos en el mar algo incomodas pero vaya que lo disfrutamos.
- Buena chica – oigo la voz de mi novia y en instantes la miro fija
- Te vez extremadamente sexy
Ella trae un albornoz muy delgado, es florezco bien a su estilo – creo que aun no entiendo por qué le gusta el color verde – es que tampoco es que se lo haya cuestionado, pero recuerdo el día que en que me lo dijo como si fuera hoy, digo algo como que ama la naturaleza y desde que me conoció amo más el color verde.
- Lista – asiento.
La veo soltarse y dejar caer el albornoz, mis ojos no dejan de verla a cada detalle del cuerpo, es lo mejor que mis ojos nunca han visto, la mujer que está al frente de mi me tiene a sus pies, la he visto muchas veces y en cada vez siento que aun me falta por conocer a detalle ese maldito cuerpo – trae un maldito bikini verde de dos piezas y son tan pequeñitos – mi corazón empieza a dar punzadas fuertes que hacen que mi cerebro se ponga en alerta del pre infarto que tendré si sigo viendo a la mujer más sexy y no hacer nada al respecto.
- ¿Quieres seguir torturándome? – solo ella sonríe, amo esa sonrisa – ven amor – la llamo con mi dedo índice.
Veo y solo quiero ver lo lento como pasa caminando por mi lado, luego da la vuelta y vuelve a ponerse al frente mío no quito mis ojos de ella, sube las pequeñas escaleras y se acerca a mi lugar que gustosamente la espero.
- Veamos que tanto te has recuperado – me sonríe y levanta la mano a la mesita – primero tengo que….
No dejo que termine lo que tenga que decir y pongo mis labios en su piel, mis besos en su cuello son leves sin presión - ¡tenemos toda la noche! ¿no?, mis oídos solo están en los jadeos que salen de esa linda boquita, no quiero dejar se sentir su piel, la cargo para que este a horcadas sobre mí, no pierdo la concentración de mis besos voy desde su cuello hasta la clavícula hasta llegar a sus labios, profundizo el beso con pasión y deseo, invado su boca con mi lengua que ella gustosa lo acepta – lo meto, y lo saco vuelo a meterlo y vuelo a sacarlo chupando su lengua, siento la presión de sus pechos con el mío pero no quiero que una estúpida tela nos limite, con toda la fuerza quito el esa tela – paro con el beso y mi vista está en esos lindos pechos bajo el agua.
- ¿Te gusta lo que ves? – agarra mi clavícula y levanta mi cabeza para besarme
¿Desde cuándo es que crecieron tanto?, no importa es solo para mí, con mis manos agiles recorro su cuerpo con lentitud, disfruto cada hueco y centímetro de su piel. Me detengo más tiempo bajo su ropa interior, ella solo suelta pequeños gemidos de placer, mis manos están estimulando su piel debajo de la tela mientras solo con mi boca atrapo a esos senos, doy pequeñas mordidas leves con presión empiezo con el derecho para terminar con el izquierdo no importa los salpicones de agua que están en nuestro acto.
- ¿Quieres que te muestre que tanto me gustas? – asiente perdida ante mis ojos como me gusta esos ojitos marrones claros con la perversión en ella.
La empujo suavemente al otro extremo para que yo esta vez quede encima de ella, desciendo llenando de besos hasta llegar a su vientre dejando un camino de pequeñas marcas de besos fuertes ¿bajo el agua?, así es conozco su cuerpo y a simple vista sé por dónde ir y tocar ¿puedo aguantar la respiración?, por supuesto que si, como máximo y sin morirme en el intento e durado 2 minutos y medio no son muchos, pero me sirven como en estos momentos.
Regreso a su boca para besarla con desesperación de estar con ella, si el agua está caliente mi cuerpo es que el que está hiriendo como un volcán por estar con ella, con mi mano bajo a su entrepierna y presiono por encima de la tela, escucho su jadeo, mi mano sigue haciendo presión y masajeando sobre la maldita tela, profundizo presionando más mi cuerpo con la de ella, muevo mis caderas – sus gemidos son fuertes e incontrolables - ¿algún día me cansare?, no cuanto más la tengo más fuerzas acumulo, hago a un lado la tela para que mis dedos agiles lleguen a estimular su clítoris, doy suaves masajes un poco fuerte en círculos y con mucha presión, salgo de ella y llego mi mano a su boca para meterle y que probara su lubricación, lo chupa como si mis dedos fueran chupetes – me excita verla así y siento con solo verla mi orgasmo acercase – me suelta una sonrisa diabólica ¡ya se lo que se viene!, me empuja un poco para llegar a otro extremo.
- ¿Qué haces amor? – pregunto cuando uno de sus pies llega rosando a mi centro.
- ¡Nada! – sus dedos del pie están estimulándome que se me escapan pequeños gemidos
Estira sus piernas para luego ¡ohhhh!, siento su presión en mi centro que no puedo evitar que mi cuerpo se estremezca, hace empujones, me dejo llevar por su estimulación echando apoyándome al borde y echando mi cabeza para atrás sintiendo todo.
- Amor de mi vida – levanto la cabeza y ella está ahí sonriente mientras yo aquí espero mi orgasmo.
- Continua……- ella solo niega y termina por quitar su pie.
- ¡Diablos!, Daniela – gruño – no me hagas esperar – como puedo le digo en mi desesperación por querer sentir otra vez sus toques.
No me responde y se levanta para ponerse frente a mí
- Quítalos – demanda ¡diablos esta mujer me va a matar!
Me acomodo y me pongo de rodillas hasta quedar altura de su vientre, doy un beso y empiezo a bajar su ropa interior, aprovecho para no dejar de besar su piel con unos cuantos mordiscos, mis labios van dejando rastros de besos por su pierna, doy lengüetazos y los chupo, ¡lo que te espera Daniela!
Presiono sus glúteos para mí, su centro queda directo en mi rostro no espero el tiempo y ataco como una perra hambrienta por coger, puedo sentir sus jugos, sigo chupando y no me cansare de hacerlo jamás, sus manos llegan a mi cabeza presionando más, ¡quiero más!, con mis dos manos abro más sus piernas y sus labios vaginales para embestirla con mi lengua, así como de chuparla, sigo embistiéndola mientras solo escucho sus jadeos sin parar mientras yo solo disfruto.
- Ya no agu…to – su cuerpo empieza a temblar
- Hazlo mi vida – sigo con mis embestidas – déjalo salir.
- Andy… aaa…. Or – su orgasmo había llegado y todo sobre mi boca.
La agarro para que no se cayera mientras ella cae en mis rodillas, me rodea por el cuello y empezamos a besarnos como dos desesperadas, introduce su lengua y arrasa con todo a su paso, me excita, me vuelve loca, no pierdo el ritmo.
- Abre un poco las piernas – le dijo entre jadeo, pero me hace caso.
Bajo mi mano a su interior y empiezo a estimular su clítoris, masajeo en círculos hasta que esté bien lubricada para empezar a penetrarla, primero meto solo un dedo empiezo a mover y al a par Daniela nueve sus caderas facilitándome ingresar otro dedo en ella, nos jadeos son fuertes al igual que las penetraciones.
- ¡Ahhhh! …...mm ummm
- Si estoy siendo ruda ….
- Cállate …. más rápido amor – empiezo penetrarla más rápido y fuerte.
¡Me vuelves loca Daniela Gómez!, sigo hasta el punto donde mi novia llega a su segundo orgasmo, yo solo con verla y hacerle todo me siento satisfecha, me abraza hasta que nuestras respiraciones se calman, nuestros sudores se pierden en el agua.
- Vamos a la cama – me susurra al oído y besa el lóbulo que hace disparar más mi excitación y a las ganas de seguir haciéndola el amor.
No lavamos después de las rondas que tuvimos para entrar y seguir – será una larga noche después de todo ya estoy recuperada.
- ¿Quieres usarlos? – pregunto y asiente – bien, pero esta vez estos están un poco más largos.
- Tenemos el aceite – en todo piensa mi novia
- De acuerdo amor mío – me pongo el arnés y me monto encima de mi novia – eres una diablita muy sexy.
Su mirara de perversión me dice que solo sigamos, me gusta, paso el aceite por su cuerpo hasta llegar su centro, hago los masajes una vez lista me centro abriendo un poco más las piernas, sé que no es su primera vez tampoco es que es la primera vez que lo usamos, pero no quiero ser ruda con ella, la última vez que lo hicimos así de rudos la deje con dolores fuertes al igual que ella me dejo marcas haciendo de que Tina y Maya se burlen.
Empiezo a introducir el arnés, todo su cuerpo la veo abrirse mientras ingreso a lo más profundo, escucho su dolor mesclado con deseo y excitación me agacho para presionar sus labios con los míos, profundizo el beso mientras empujo el arnés para que esté completamente adentro de ella.
- Eres una pervertida de nivel altísimo – me susurra al oído
- Podría amarraste a esta cama y estar días haciendo el amor, ni así me cansaría de ti y de todo esto – señalo a su cuerpo – es todo mío.
- ¡oh! Carajo – gruñe cuando toco fondo.
Llevo mi mano a sus hombros, me acomodo y empiezo a penetrarla, primero voy despacio y según la lubricación natural que mi novia expulsa voy aumentando la velocidad para no lastimarla, ella se abraza a mi cuello, recuesto mi frente con la de ella, nuestras respiraciones se mezclan, siento su aliento, siento su sudor, sus gemidos y lo increíble y bueno que es escucharla, nuestras pieles se mesclan haciendo un sonido excitante y aumentando mas el placer.
Me escondo en su cuello sin parar de penetrarla más rápido y fuerte, me sujeto del borde de la cama para sostener mi fuerza mientras la penetro como si esta sería la última vez que lo hacemos o dejarle alguna marca y que me recuerde para toda su vida, mi cuerpo tiembla encima de ella, levanto mi cabeza para un desenfrenado beso mientras mi orgasmo explota, pero sigo con mis penetraciones un poco más hasta que ella se corre.
- No me dejes amor – suplico escondiéndome en su pecho – promételo.
- Crees que eres olvidable – levanto mi cabeza para juntar nuestro beso – eso nunca Andrea, tu jamás saldrás de mi vida.
Nos perdimos en un profundo beso yo aun estando dentro de ella, es así que aproveché y empecé seguir con mis penetraciones suaves esta vez, levante sus piernas hacia mi hombro y me dejo caer frente a ella con mis brazos de cada lado.
- ¿Siquiera voy por la mitad? – pregunto mientras mis penetraciones continúan
- No llegas ni a la mitad amo – bien por mí, porque no pensaba en parar.
- Aún tengo energías para seguir toda la noche.
- Eso ya veremos – diablos como me gusta que me rete.
Seguimos con lo nuestro por la noche, tanto como ella y yo nos damos los mejores placeres de nuestra educación sexual, hace una hora que dejamos los distintos juguetes ¿de dónde salieron más?, que importa lo bueno es el uso que le estamos dando.
- ¿Cómo estás? – pregunto acomodando un poco de su cabello
- Cansada, adolorida y sobre todo muy satisfecha – siento sus labios en mi pecho, al contacto con sus labios mi cuerpo reacciona y vuelve a excitarse.
- ¡mmmm!, diablos que bueno se siente.
Mi novia chupa y mordisquea mis senos, solo disfruto otra vez a cada toque, va bajando a mi vientre dejando rastros de caminos de besos, llega a mi centro y empieza a estimularlo abro las piernas para que tenga acceso a todo lo que ella quisiera hacerme, su boca atrapa y retiene mis labios vaginales, sueltos gemidos al sentir las primeras penetraciones de su lengua en mi clítoris.
- ¡Mas …! ¡quiero más! – exijo y parece ser que mi novia entiende por que agarra el arnés otra vez y se lo coloca.
- Voltéate – su voz sexual y demandante me excita
Hago lo que me pide me volteo dándole la espalda siento su cuerpo ponerse en mi encima y comienza a darme besos por el cuello, pasa su lengua por mi oreja – seré un chupete – siento sus mordiscos – va dejando para darme un mordisco al que grito cuando muerde mi trasero, me pongo en 4, ella solo juega con el arnés colocándola y rosando en mi centro.
- Dani, cógeme de una vez – suplico
- Pero que urgida – se atreve a burlarse de mi ¡dios!, como es que le deje tener tanto poder – te cogeré muy duro
- No lo digas, solo hazlo – me sobe en ella – si no lo haces créeme que yo te cogeré tan duro que no saldrás de esta cama en días – amenazo.
Cuando menos me lo pienso el arnés está dentro de mí y Dani empieza con sus embestidas, tan deseosa yo disfruto con cada escotada entra y sale con fuerza, pido más fuerte, más rápido, sus manos están en mi trasero masajeando, nuestros gemidos salen de nuestras bocas sin control, tan deseosas de más, estas horas no son suficientes con todo lo que nos necesitamos.
Mi cuerpo empieza a contraerse, mi orgasmo empieza a explotar, con unas cuantas embestidas y llego, caído a la cama para recuperar mis fuerzas un momento, me volteo y veo a mi novia tratando de calmar sus respiraciones, le abalanzó con ella y de un agarrón quito el arnés que tenía colocado y la aviento suavemente para caer en su encima, como dije no me canso que hacerle el amor, abro un poco sus piernas para juntas nuestros centros, nuestros orgasmos se juntan y empiezo a frotarme.
- ¡aaa!, más rápido amor – aumento la velocidad como ella me lo pide
- ¡ahh!, me vengo – nuestras respiraciones nos alteran.
Junto nuestros labios con desesperación, suelto gemidos no puedo evitarlo, sus piernas rodean mis caderas, pongo mis manos alrededor de su cabeza, presiono más hasta que nuestros cuerpos empiezan a explotar de tantos orgasmos, nuestros jugos se mesclan, me excita más pero ya no tengo la fuerza para seguir, debido a que empiezo a notar que no estoy al 100% recuperada de la gripe ruedo al costado para calmar mis respiraciones.
- ¿Estás bien? – me abraza y se acomodó en mi pecho, asiento – no pareces estar bien.
- Estoy bien amor – doy un beso en su frente - ¿quieres descansar un poco para seguir? – suelta una sonrisa
- ¿No tienes sueño?
- Un poco
- Entonces descansemos un poco – asiento.
Tenía no muy ganas de dormir la verdad, después de la pesadilla horrible que tuve hace dos días, pero el cansancio no me dejo así que muy a mi pesar caí rendida en los brazos de Morfeo.
Abro mis ojos después de una larga jornada de haber descansando, en mi pecho siento la cabeza de mi novia y me rodea la cintura enrollando sus piernas con las mías, me suelto de su agarre con cuidado para no despertarla – solo escucho quejarse, pero no se despierta – bajo rápido a la cocina para tomar agua, subo después de hidratarme y también llevando un poco para mi novia.
Entro y veo a mi novia desparramada en toda la cama, la sabana solo cubre su cuerpo desnudo de la cintura para abajo, verla así me excita y deseo volver a tenerla, rodeo la cama para mi lado y me subo dejando la botella de agua en la mesita.
Veo a mi novia y volta su cabeza para mi lado dejándome ver sus labios brillosos y carnosos – ¿quiero besarlos?, por supuesto que quiero, escucho sus ronroneos y me tiento a besarlo, pero me detengo y solo quedo mirando y apreciando la vista más hermosa y linda que tengo.
- Buenos días …. ¿O tardes? – susurra mi novia abriendo esos hermosos ojitos.
- Hola – con mi mano acomodo su cabello detrás de la oreja.
Me acerco para darle un beso en la frente y luego en los labios, suavemente le agarro de la nuca para profundizar el beso, suelta un jadeo y hace que mi cuerpo eleve a temperatura para atacarla con deseo, bajo mi mano para agarrar el filo de la sabana y taparnos todo sin perder nuestro beso.
- ¡amor! – se ríe cuando me subo a su encima - ¡dios!, que pasa contigo.
- Aun te debo más orgasmos ¿no? – me acomodo en el medio haciendo fricción desde nuestras intimidades.
Dejo sus labios para bajar a su pecho dejando besos en el camino, con mis manos masajeo sus senos uno cada uno, abro sus piernas con las mías para tener más acceso libre de hacer lo que quiero hacerle, voy bajando sin dejar de besar su cuerpo, doy lengüetazo chupo cada centímetro hasta llegar a mi objetivo.
- ¡aaahh! – la escucho gemir al primer beso en su vagina.
- Estas tan mojada, mi vida – le respondo sin dejar de besar y presionar
Dejo mis manos de sus lindos pechos y agarro sus piernas ya levantadas para seguir chupando de ella, después de unos minutos dejo sus piernas por encima de mis hombros y con mis manos empiezo un poco abrir sus labios vaginales, su clítoris se ve erecto, lo chupo un par de veces y con mi lengua empiezo a dar pequeñas penetraciones.
- Uumm – escucho sus gemidos de mi novia – aaa... ...mmm – empiezo a penetrarla más rápido
- Córrete en mi boca – le digo sin dejar de penetrarla
Sus piernas temblar y poco después se corre en mi boca el cual gustosa le recibo, doy un beso me quito el short y subo a su boca juntando nuestros centros, invado su boca con mi lengua mientras con mi mano busco el pequeño juguete en la mesita, muevo un poco la cadera para lubricarme con su orgasmo.
- Amor – regula sus respiraciones aun mi novia mientras cojo y encuentro el juguete que quiero usarlo en ella.
Logro mi objetivo y vuelo a la vista de mi novia, le doy unos cuantos besos y me vuelvo a esconder tapándonos con la sabana.
- Espera mi vida – le digo por lo ansiosa que esta, me engancho una en la pierna izquierda, pero tengo problemas con el enganche de la derecha – tranquila Dani, iré despacio – miento y me levanto poniéndome de rodillas.
- Quítate es…to – ella se levanta y lo primero que hace es quitarme el polo dejando mis senos a su vista.
- Aaaa … mm – jadeo cuando los chupa uno por uno – auch …. – me quejo al sentir su mordisco.
La empujo suave para que, caída a la cama, suelta un gruñido al no dejarle tocarme, me abrocho todo y me tiro en su encima y vuelvo a taparnos, junto nuestros labios para el beso no brusco, excitado y desesperado, la suelto para llevar mi mano a mi boca y lubricarlo, chupo y la llego a su centro, masajeo su clítoris y lo saco para esta vez hacer que Dani chupa mis dedos y después lubricarme, introduzco parte del juguete en mi centro y luego me posiciono para empezar a penetrarla a mi novia.
Me apoyo a cada lado mientras sigo con las embestidas sin para y cada vez un poco más fuerte de lo normal, puedo sentir nuestras pieles chocando soltando un ruido al mismo que la cama empieza a rechinar a cada embestida con la cintura atrapada por las piernas de Dani.
- Un poco más – sigo con mis embestidas
- Amor – mi novia me jala para caer y estar frente a frente
Juntos los labios, mientras mi sudor cae encima de ella, suelto sus labios y las vuelvo a besar voy más rápido con mis embestidas, ambas nos perdemos en los gemidos hasta que nuestros orgasmos explotan.
- Ya no puedo más – me susurra al oído, sonrió porque yo tampoco ya no doy.
- ¿Están bien? – le doy besos cortos en sus labios – no te lastime – niega.
- Estoy bien mi vida – acomoda mis cabellos detrás de mi oreja – entonces, seguimos o descansamos.
- Que golosa – me da unos golpecitos.
Junto nuestros labios, pero este beso es suave y relajado.
Salgo de mi novia, y rodo al costado, empiezo a desabrocharme el strap on, luego lo arrojo alguna parte de la habitación, me acomodo y luego mi novia se acomoda a mi lado apretando mi cintura, me llena de besos en la mejilla y en todo el rostro.
- Amor – me llama y la devuelvo el beso – te quiero mucho Andy.
- ¿En serio? – rueda los ojos – yo te quiero mas
- No más que yo
- Eso no lo veo justo – me hace pucheros – yo te quiero mas
- Tu ganas mi vida, hermosa – le doy piquitos.
Claro que yo la quiero más, pero si me mira con esos ojitos me rendí a su brillo, se acomoda en mi pecho tapándonos con las sabanas para luego quedarse dormida, espero que este bien, puede que la haya lastimado, aunque ella me dijo que está bien, tomo un poco de agua y después de un rato verla dormir y velar por su sueño caigo profundamente dormida, sin duda esta ha sido la mejor recuperación que he tenido y todo empezó con los encantos y la seducción de mi novia.
Solo creo que tengo que controlarme para no romper a mi novia ¿pero cómo podría?, es tan ardiente, me calienta cada que se me acerca, definidamente lo sexy en ella me excita, jamás he experimentado con nadie, jamás repetí con la misma persona, sin duda Daniela le estoy dando lo mejor de mí, ¿me arrepiento?, para nada jamás podría arrepentirse de lo que le doy, lo que siento por ella.
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Amor con aroma de café
Teen FictionAndrea Lombardi, una chica que lo tiene todo a su corta edad, trabajo y sus mejores amigas. Un día decide comprarse un departamento y mudarse hasta que un día entró a una cafetería y vio a Daniela una mesera con unos hermosos ojos. Desde entonces A...