Amor con aroma de café

Se llama Daniela

- ¿Cuándo regresas?

- Ya me extrañas amor

- Ya quisieras – me burle –  debes estar aquí para el día de la inauguración.

- Amor, solo regresare con la condición de estar en tu cama.

- Sigue así y tal vez lo consigas – bromio Tina.

- De verdad – respondió entusiasmada – ya mismo reservo mi boleto.

- Claro – que pasa con Tina, no creo que sospeche de mis andanas ¿o si? - esta con cambios de humor a falta de sexo.

- Oye oye – me queje – puedes ser tu – le giñe el ojo

- No jodas -  se quejó Maya - soy o no nadie, bueno un trio

- Crees poder lograrlo ¿Digo hacerlo? – pregunte – mira que al menos con el sexo soy muy exigente.

- Amor ¿quieres 2 o tres? – mostro sus dedos a través de la pantalla – además soy buena en el sexo y ya te dije que en una sola ronda quedas satisfecha.

- Tus dedos son muy pequeños -  se burló Tina

- Es lo suficiente -  se defendió -  y puedo con las dos – nos miró picarona.

- Bien; ya hablando en serio – hablo Tina – Maya necesito que vengas para la inauguración

- No puedo

- No es que te hayas metido en problemas, ¿o sí? – pregunte

- Me ofendes con tu comentario – miro – acabo unos pendientes y regreso

- Bien soluciona lo que tengas que solucionar, pero te quiero aquí para el día de la inauguración - Maya volteo a mirarme como diciendo “ayúdame”.

- Ya la escuchaste – respondí ignorando su mirada – también puedes traer a tu novio

- No quiero que te pongas celosa.

- Dice la no celosa tan celosa – de burlo Tina – bien terminamos.

- Okay mis amores, yo si trabajo -  respondió, nos despedimos y cortamos la videlollamada

El resto del día Tina y yo nos enfocamos en los últimos detalles de la inauguración de nuestro hotel, para nuestra suerte primero abriríamos aquí en new york luego en Miami y el ultimo en los Ángeles; muy a parte de nuestra constructora este plan de hoteles se estaba haciendo realidad y aquí estamos con todo, hace un año que habíamos invertido todo con nuestros ahorros en este proyecto y lo que queríamos es abrir más que 3 y no solo aquí sino en otros países.

- Un café para llevar – dije, otro día mas estoy aquí visitando la cafetería con tal de poder verla.

- ¿algo más? – pregunto a la cajera

- Sin azúcar – respondí -  el café sin azúcar

- ¿Qué tamaño del vaso? – pregunto mostrándome los tamaños de vasos que tenían

- El del medio – respondí, mientras ella tomaba mi orden, volteé a mirar a todos lados buscándola, pero no puede encontrarla.

Camine hasta la silla cercana, me senté y volvió a mirar otra vez a todas partes sin encontrarla, algo en mi pecho se estrujo y como no iba a tener éxito en mi hazaña lo que me quedo es sacar mi celular y me puse a ver y a tuitear - ¿Dónde está? – me pregunte y volvió a mirar otra vez, bueno tan bien mi pedido se estaba tardando así que aun quizás con un poco de suerte ella aparece, ¿Qué raro? Volví a mi celular a ver la hora y para mi suerte eran a un las 8:30pm.