Menos dos

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Pasaron el día en el techo esperando que que la ola de infectados disminuyeran. Quackity pasó todo el día lidiando con el tema que posiblemente su enamorado morirá y no podrá hacer nada; huesos y carne podrida. Fue despertado de sus pensamientos cuando sintió un toque de un dedo en su frente.

—¡Bup! Despierta — dijo Wilbur para llamar su atención.— Si sigues así, harás que venda se rompa— dijo mientras apuntaba el vendaje que Quackity estaba haciendo en su brazo izquierdo, donde estaba la mordída. Había descubierto que en su hombro tenía un gran arañazo y la verdadera mordedura estaba cerca de su brazo.

— Claro, me distraje— se volvió a enfocar en vendar la herida con cuidado, era perturbante ver las marca de unos dientes. "Por que tuvo que ser el" se lamentaba. 

—¿Estas listo para irnos?— animo cuando Quackity termino de vendar su herida.

Wilbur había estado insistiendo de seguir adelante a pesar de su estado.

— ¿Realmente puedes?—  cuestionó el Pelinegro. Lo miró de arriba para abajo, no se veía mal; nunca se veía mal.

—Solo duele un poco la cabeza — Wilbur puso su mano en la frente.— Soportable cuando no está Tommy— se burlo riéndose melancólicamente; extrañaba a ese dolor de cabeza.
— ¿Que tal tu herida?— Preguntó Wilbur.

Tommy era el hermano de Wilbur por lo que había entendido Quackity. Tener una familia debe ser algo acogedor, un lugar seguro. El no sabe nada de su familia.

— Oh si— se subió el pantalón del tobillo para mostrarle la herida.
— mira esta cicatrizado muy bien— estaba orgulloso de como el tajo estaba desapareciendo. El castaño ante su emoción no pudo evitar sonreir.

— Bien, vamos — Dijo Wilbur mientras se levantaba y se dirigía hacía la escalera.

Bajo su pie tras otro hasta que llegó el ultimo peldaño. No iba a mentir, la caída se veía aterradora. Saltar era la unica forma para para llegar al suelo. Se trago su miedo y se lanzó, sus pies tocaron el suelo sano y a salvo.

No habían caníbales por la zona, estaba seguro a comparación de hace un día.

— ¡Tírate sin miedo estoy aquí!— dijo Wilbur alzando sus manos.

— ¡Claro, deja que te agarre el que esta en mal estado!— reprochó el pelinegro desconfiado.

— ¡Solo es un dolor de cabeza, no es para tanto! — devolvió Wilbur.

Quackity pensó para sí mismo sobre si debería confiar en que el castaño realmente lo atraparía o intentar hacer que la caída fuera menos impactante contra el suelo. Al estar al último escalón dio un salto de fé y se soltó de la escalera gritando interiormente.

Por suerte cayó en los brazos de Wilbur. Sí por qué lo iba a matar si no lo agarraba por estar diciendo cosas que que no iba a cumplir.

— Ves te lo dije, princesita— terminó de hablar con una risa coqueta.

— Oh genial, gracias muerto andante— dijo mientras se bajaba de sus brazos mientras Wil se reía ante el nombre. Quackity se molestaba que se lo tomará tan ligera su muerte pero verlo reir hacía que que el pelinegro mostrara un gesto de felicidad. Tenían qué afrontar el problema y está era la manera que lo afrontarían.

Aunque ambos por dentro estaban preocupados.

Caminaron buscando el Bosque, se suponía que era un bosque de puro árboles y tierra. En el camino Wil penso que tal vez debería explicar sus cortas desapariciones.

— Quackity— habló el castaño mientras caminaban. Mirando el suelo, al caminar pisaban las hojas de los árboles. Habían encontrado el dichoso bosque.

Oh No, Él Es Un Zombie |QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora