Misión encargo

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En la reunión, Vegetta y Quackity estaban sentados en la mesa de discusiones. Luzu no estaba en la mesa, estaba atendiendo sus vigilantes que le entregaban el reporte diario, los que vieron, escucharon y sospechan.

Quackity sentía la mirada de Vegetta, como si lo juzgará.

— ¿Que me miras, te gusto o algo?— contestó Quackity con nerviosismo.

— Oh nada, solo que me impresiona que no llegaras tan tarde, solo cinco minutos tarde— junto sus propias manos.— ¡Tal vez te regale un reloj!— dijo con animo.

— ¿Espera tienes un reloj que funcione?—dijo Quackity sorprendido.— ¿Que año es?¿Que día es?—

— Si, todos los héroes lo tienen— dijo Vegetta. Sacando su reloj de su bolsillo.— y queridisimo Quackity hoy es — Fue interrumpido al ver que Luzu volvió a al sala.

El alcalde tomó su asiento principal. Dio un rapido vistazo a su mano derecha y a su pareja. Observó que Vegetta tenía ojeras, tal vez tuvo un día bastante duro.

— Recordemos los hechos. El camapesivo molesto ahora esta muerto, lo desmembraron. Tenemos a un psicópata en nuestro refugio. ¿Alguien sabe si el campesino tenía algún enemigo o gente que le guardaba rencor?— preguntó Luzu. Ya sea que el culpable sea Wilbur, algún zombie o incluso uno de su gente debía ser castigado.

— No olvidemos que también esta la posibilidad de que se infiltró un zombie, no creo que sea alguien tan sádico como para matar alguien por disfrute— dijo Quackity en defensa. Salvar a un zombie era algo que nunca pensó que haría, pero ahí estaba despistando las pruebas que guiaban a Wilbur.

— Wilbur parece uno — agregó Luzu secamente mientras no dejaba de hojear hojas.

— Parece. Es completamente normal dudar del prisionero pero estuvo conmigo toda la noche— dijo el pelinegro con gorra mientras se reclinaba a la silla. No pueden culpar a Wil si estuvo bajo su vigilancia.

— ¿Que hacía en tu casa en la noche Quackity?— habló Vegeta cuestionando la veracidad de sus palabras.

— Estaba ayudándome a arreglar mi inventario y hacer algo de papeleo— el pelinegro miró mal a Vegetta. No estaba realmente enfadado.

— ¿A las una de la madrugada?— insistió Vegetta. — eso es muy tarde Quackity— sonrió.

Vegetta se estaba divirtiendo, Quackity estaba nerviso pero mantenía una cara serena. Luzu tenía una mirada sería ante la conversación de los dos y el pelinegro que estaba comprometido con el se dio cuenta.

— Okey lo admito, soy un desastre ordenando, tomó horas para decidir donde poner mis cosas y me da hueva hacer el papeleo ¿Estas satisfecho Vegetta?— comentó Quackity fingiendo estar adolorido hasta que recordó la mujer desaparecida.

— vale vale te creo— comentó el ojimorado.

— También note que ciertas personas andan desapareciendo misteriosamente— comento Quackity y Vegetta miró hacia un lado con tristeza al contrario, Luzu se mantenía estático con una sonrisa.

— Si, yo también lo he notado— rompió el silencio Luzu.—Debe estar ligado con lo que paso hoy— dijo juntando su mano.

— ¿Tu crees?— habló el pelinegro. Wilbur nisiquiera estaba cuando desapareció la chica de la lavandería, no había manera de que la mujer extraviada desapareciera ayer.

— Es lo más probable— siguió comentando el alcalde.— Por eso es tan importante que los secuaces estén presentes— sacó unos papeles.
— hablando de ellos y volviendo al tema. Me llegaron un "testigo", uno de mis hombres, el que estaba más cerca del crimen. Me comentó que escucho ruidos incluso gritos de un hombre. Pero no fue investigar por las normas que le había impuesto.— Luzu se lamentaba de haber impuesto esa regla.— Desde ahora tienen completa libertad de intervenir a la propiedad privada—

Oh No, Él Es Un Zombie |QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora