Tipo de comida

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Quackity estaba de frente a cara a cara con Luzu. Viéndolo trabajar con los papeles y de vez en cuando dando un sorbo de té amargo; un reemplazo por el tanto café que deseaba.

La culpa gobernaba al pelinegro, ¿Como tenía el descaro de estar aquí cuando la anterior noche se estuvo besuqueando con su supuesto compañero de sobrevivencia? Pero hablando de eso, Quackity había descubierto que Wilbur tenía el mechero que tanto había buscado. Ese bastardo inteligente encontró el camino a la puerta del acampamento Karmaland con solo su maldito encendedor. Por su puesto que se lo quitó, estaba demasiado distraído besandolo que el castaño ni se dió cuenta que se lo había arrebatado de su bolsillo. Se formo un sonrisa tonta en la cara de Quackity al recordarlo.

Se percató de la mirada de Luzu en él pero al segundo después el enfoque volvió a los papeles. No podía volver a la cárcel por su puesto que no. A quién debió besar anoche debió ser su pareja, había pensado alejarse un tiempo de Wilbur, tenía que concentrarse de todas formas en su trabajo. Pasaría el día enfocado en su labor y en los siguientes días.

No hubo problema hasta que en la mañana siguiente le informaron sobre un pequeño inconveniente del castaño. Cosa que hizo que se preocupará y olvidará su importante trabajo en seguida.

— Hola Wil— saludó Quackity mientras su mirada se fijaba en sus manos con la llave para abrir la reja; trataba de no mirarlo a la cara, no por que sentía vergüenza si no por miedo que volviera a pasar lo mismo. — Me dijeron que no estas comiendo nada ¿Esta todo bien?— entró a la celda para luego encerrarlo junto con él; no se supone que son así las visitas.

Posó su mirada al castaño al ver que no respondía parecía que estaba muy adentro de sus pensamientos. Tocó su hombro y el de la gabardina se giró al verlo.

— Quackity— lentamente se levantó de su asiento para acercarse. El pelinegro pensó que respondería con algún comentario sarcástico pero no hubo más que eso. Aún así Wilbur se veía sin energía.

— ¿Debería llamar algún enfermero o un Doctor? — preguntó preocupado pero todo lo que recibió fue un beso en su mejilla para luego ser abrazado. Wilbur apoyo su cabeza en su cuello. Sintió respiraciones¿Estaba oliendo su cuello?— Hey, lo lamento si no te visite el otro día, tenía cosas que hacer y discutir. Trabajo ya sabes— se excusó, devolviendo el abrazo algo incómodo, pero secretamente disfrutando su compañía.

— Quackity tengo hambre— musito Wilbur adolorido.— No lo puedo soportar, Quackity no he comido desde que llegue aquí, ¿Que clase de bienvenida es esta?— bromeó. Ahí estaba el pelicastaño que conocía, se separaron de la unión.

— Pero tu no quieres comer— regaño el pelinegro girando sus ojos. Asustado recordó las palabras de Luzu.— Espera Wil, te han dado comida ¿Cierto?— el nombrado mostró una cara de confusión. Mientras era tocado con rapidez, como si Quackity buscará algo en él.

— Oh si solo, No me gusta la comida de aquí — replicó Wilbur con disgusto.

—Esta bien, te traeré comida, algo mas diferente— el castaño negó su cabeza. Y se alejó acercándose a la reja.—Malcriado— dijo mientras abría la reja.

— No soy un malcriado, Quackity para tu información soy un hombre con modales y con un paladar fino—

— Si con buenos modales te refieres a enojarte con cualquiera que te lleve la contraria, quién te diga tus verdades, interrumpir un evento importante ¡Oh! y no olvidemos tu definición de privacidad  y allanar casas ajenas— comentó con seriedad.

— Un hombre con personalidad y habilidades talentosas — contestó Wilbur ante el comentario. Para el bien o mal del castaño un buen olor se hizo presente en el lugar nuevamente. — Huele tan bien, ¿Que es?—Wilbur se acercó por donde provenía el olor, el cuello del pelingro. —¿Usaste algún perfume nuevo?— sonrió de lado para nuevamente para oler.— ¿Te hechas alguna loción para verme?— dio una sonrisa.

Oh No, Él Es Un Zombie |QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora