Azul

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Hacia frio, mucho frio. Cielo gris con algo de viento, hace tiempo no sentía la brisa a su lado, su pelo se movía gracias al viento. Era una situación tan agradable.

Junto al cadáver que estaba tirado en el suelo; como un vagabundo. Su pelo castaño pegado a la pared donde las inertes manos se remojadas en un charco de sangre estaba su contratarte, Ghostbur.

El pobre alma perdida, volvió a la realidad dejando atrás su gran admiración por las pequeñas cosas que entregaba la vida. El no debería estar aquí.

Recuerda vividamente los ojos de  Wilbur mirándolo con odio mientras caminaba en la dirección contraria. Unos dias antes tuvieron una  conversación nocturna. Tocó sus propias manos para calmar creciente  su ansiedad.

Ghostbur fijo su mirada al piso para enfrentarse al cuerpo sin vida.

— Wilbur— se agachó para quedar en la altura del inerte. Con lastima miró a su contraparte para tomar su pulso buscando algún rastro de vida.

—Como lo suponía — dijo con decepción— Paso de nuevo—No era la primera vez que pasaba.

—No debería estar aquí, esta mal — Puso sus manos cubriendo sus ojos. Se sentía tan culpable.
Al estar aquí, significaba que Wilbur estaba del otro lado. No quería lastimar más a Wilbur; de todas formas era una parte de él.

Salió del lugar cerrando la puerta, aunque estuviera rota trato de  juntarla, al menos quiere que el cadáver este protegido. Iba a buscar ayuda pero se distrajo con unas pisadas en la tierra, parece que alguien había estado corriendo desesperado por tal vez ¿Ayuda?

Miró por última vez el lugar donde apareció y cerró los ojos.






Había pasado unos cuantos días  desde que que estuvo completamente solo. Quackity estuvo llorando toda la mañana en el bosque dónde debía estar con Wilbur. Estaba todo arañado por correr en el día donde mató a Wilbur, cruzó muchos arbustos y se cayó en algunas partes; correr sin mirar era su respuesta al alejarse del lugar traumatico. Tenía su hacha y pala al su lado, estaba totalmente solo de nuevo pero sin un lugar llamar hogar.

Pensó que la vida era totalmente injusta por haberle quitado lo más importante de su vida. Extrañaba sus burlas, sus comentarios insensibles y sus estúpido cigarros.

Decidió tomar un descanso sentándose en un tronco seco, no había dormido para nada bien, se sentía tan desprotegido en las noches que provocaba que se mantuviera despierto la mayor parte.

— No, él no puede morir— hablaba solo ¿Con quien iba hablar? Tal vez solo era una muy mala pesadilla que tenía como las otras. Solo tenía que despertar y estaría al lado del castaño en la tienda de víveres.

— Eres un torpe, inútil, desgraciado . . . No debiste protegerme — Tal vez enojarse lo ayudaría a superarlo. —Lo mordieron, ¡Lo puto mordieron, ¡Yo lo mate! — gritó con enojo frustrado,lidiar con la muerte de un ser querido ya era algo difícil pero tener que lidiar con la culpa de habar asesinado a un ser querido era otra cosa .— Mierda esa la puta realidad, nadie sobrevive a un hachazo — dijo resignando al perdón.

Silencio.

— Tal vez, aún esta vivo— dijo tratando de tener esperanzas.— Tal vez, morir sea la solución ¿Para que gastar la energía en mantenerte con vida si cualquier zombie te la puede arrebatar? ¿Para que vivir si no tienes buenos momentos?— Quackity había pensado que era mejor solución.— No, no puedo. Wil no se sacrificó en vano— dijo para volver a sentarse en el suelo cubriendo sus ojos.

— Lo extraño tanto— susurró. Perdió a su única compañía, su aliado, su compañero, su amigo. Poco a poco sentía como sus lágrimas mojaban sus mejillas, estaba llorando. Se dió cuenta que durante la compañía de Wilbur nunca habia llorado de tristeza, nunca se sintió desprotegido al lado de Wilbur, gracias al castaño podía agarrar una hacha sin temblar.

Oh No, Él Es Un Zombie |QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora