No Estaba En Los Planes

76 - Nuevo Espacio

Después de un día lleno en el banco, Mariana se apresuró a encontrarse con Gonçalo y Loli en su casa. Los tres habían acordado mirar algunos espacios que podrían usar para establecer su nuevo restaurante. Tan pronto como llegó, se lavó las manos y se dirigió a la habitación de Gabriel para saludarlo.

Mariana: Hola mi amor, la madrina no te despertará. Solo vine a darte un olor sabroso: sonríe.

Ella deja un tierno beso en la manita de Gabriel y luego se une a Gonzalo y Loli en la habitación. Sin demora, los tres comenzaron el análisis de los espacios. Entre uno y otro, notaron las fortalezas y debilidades de dónde se encontraban los espacios.

Loli: Bueno, este es grande y está bien ubicado, pero está muy desgastado.

Mariana: Estoy de acuerdo. Se necesitaría mucho trabajo para reformar.

Loli asseentiu.

Gonzalo: Creo que estos dos son los más geniales. Mira, están en el centro, son espaciosas y no están desgastadas. ¿Qué te parece?

Loli y Mariana miran de cerca y sonríen.

Mariana: Acho perfecto, cariño.

Loli: Ambos son geniales, vale la pena visitarlos.

Mariana: Mejor ponte en contacto ahora. - dice emocionado.

Gonzalo sonríe y se ponen en contacto con el propietario de las dos ubicaciones. Y luego ambos establecieron una cita durante la semana.

Mariana: Espero conseguir uno de los dos.

Loli: Lo vas a lograr, hermano. Este restaurante se irá cuando menos te lo esperes.

Mariana le dio un abrazo. Al mismo tiempo, la niñera anunció que Gabriel se había despertado.

Loli: El deber me llama. - Bromeaste - ¿Te quedas a cenar?

Mariana: No, hermana.

Gonzalo: Hoy no, cuñada.

Se despidieron y se fueron a sus hogares. Loli fue a ver a Gabriel, que se había despertado con hambre.

Loli: ¿Hambriento, mi amor? Yo también. Voy a disfrutarlo y pedirle a tu padre que me traiga algo dulce.

Loli tomó su teléfono celular y le envió un mensaje de texto a Rafael

Loli: Amor, me muero por comer pastel de limón. Tráemelo.

Rafael: Pensé que solo tenía deseos cuando estaba embarazada.

Loli: ¿No puede una persona no embarazada tener deseos?

Rafael: Yo no dije eso.

Loli: Acabas de decir, Rafael. Solo traga el maldito pastel.

Rafael: Llevaré, amor.

Loli dejó su teléfono y volvió a hablar con Gabriel.

Loli: ¿Satisfecho, mi ángel?

Gabriel parecía atento y bostezó.

Loli: Vamos a dormir entonces, niño mío.

Loli lo puso a eructar y luego comenzó el proceso para que se durmiera. Rafael llegó mientras tanto y estaba admirando a los dos juntos.

Rafael: Parece surrealista que ya esté aquí con nosotros. - dice mirando la cuna.

Loli: Sí. Parece que fue ayer cuando nos enteramos, ¿no?

Rafael: Sí, es cierto. Hemos tenido suficiente tiempo juntos, ¿sabías?

Loli: Sí, señor. Sabia. - sonrió