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Este capitulo no es apto para todxs

Isabella.

Voy camino al edificio para que me explique como es eso de mariana, ¿realmente me vio la cara de estúpida?

necesito saber la verdad aunque me duela.

Estoy casi llegando al edificio, pero me detengo, estoy caminando porque le pedí al taxi que me dejara cerca para que no me cobrara más, y siento que me están siguiendo, esta molesta sensación de estar siendo observada no se va.

Temo por ser una de las chicas que aparecen en la televisión, temo ser una de las mujeres perdidas.

No quiero ser una de ellas. Por eso en un acto muy estúpido corro para bruzar, y llegar al edificio que esta a unos metros. Pero lamentablemente no llego, por el hecho de que me atrapan.

Mis demonios de la oscuridad se volvieron reales, y me han atrapado.

No quedo inconsciente, pero si bastante adolorida por el forcejeo.
Intento liberarme a patadas pero es imposible. De nada sirve.

He gritado desde que me agarraron, he gritado esperando ayuda de alguna persona desconocida. Pero sé que la vida real no es como muestran en los experimentos sociales, donde ayudan a los demás, no, la vida real es cruel. Las personas son una mierda y solo se preocupan por ellos, son egoístas.

Así es el mundo.

Luego siento el dolor de ser arrojada a un lugar estrecho, el cual presiento que es la cajuela del auto. En mi mente únicamente pasa la idea de muerte, dolor, sufrimiento.

No sé el porqué me llevan, no tengo ni la menor idea quien puede ser, tanto odio me deben tener para secuestrarme…

Y quizás matarme.

Es muy probable que no vuelva a mi casa nunca más, es muy probable que no me den la posibilidad de respirar.

Es demasiado probable que en otra vida no encuentre a un ladrón que se meta a mi casa por error.

Es muy probable que no vuelva a ver a mi jefe.

Será tristes para los demás, pero supongo que será lo mejor para mí, digo, estando muerta no pagaré cuentas…

No sirve, ni mis intentos de bromas pueden calmarme, no pueden calmar mi ataque de pánico.

Hace mucho que no sufría de uno.

¿A todos nos daría pánico morir, o no?

Algunos dirán que quieren morir, pero cuando se presenta la oportunidad nos acobardamos, eso me pasa, soy una jodida cobarde.

Por no aceptar mi próxima muerte.

Por no aceptar mis sentimientos.
Por no aceptarme a mi misma, me amo, pero una parte que no acepto de mí, y es mi parte débil. Mi verdadera yo.

Siento como un aire recorre mi cuerpo, es ahí que me doy cuenta de que me están bajando, no me di cuenta antes por qué mi cuerpo no reacciona del todo por el miedo.

—vamos traigan a esta perra—escucho la voz femenina y me doy cuenta de que la conozco.

Vaya que sí.

Es Mariana.

Y estoy confundida.

¿Mariana no estaba con Adam?

Amenos que si estaba con el y por eso estaba cerca del edificio.

Me sacan el saco de mi cabeza después de atarme a una silla.

–¿que, creías que no me daría cuenta de que eres una rompe hogares?

Esto me confirma a lo que iba con Adam.

Me uso de amante. Me utilizó.

—te juro que no sabía nada de…

《El me dijo que estabas obsesionado de él》

Pienso.

Me dan vuelta la cara de un puñetazo, un hombre me lo pego, hombre que sé que lo he visto previamente.

Si sé quien es, es Erik.

Su hermano.

—¿que paso? ¿No tienes nada que decir? Vaya que sorpresa.—ríe con burla.—traigan agua.

No creo que el agua sea para hidratarme. Veo como traen una fuente grande y de inmediato entiendo para que es.

No.

Tiran una patada a la silla, tan fuerte que me hace caer y la silla se rompe, cuando tengo un poco de esperanzas de escapar, me toman, y no puedo hacer nada porque mi cuerpo está dormido.

Lo único que escucho antes de aguantar la respiración es.

—cabeza, al agua.

Y un agarre en el cabello me hace sumergir la cabeza.

Le tengo terror al ahogamiento, digo ¿quien no?

Intento con las pocas fuerzas que me quedan intentar salir, pero el agarre en mi cabeza se hace más fuerte, y me sumergen más la cabeza tanto así que mi nariz toca el fondo del recipiente con demasiada profundidad.

Siempre le pedí a dios que no me diera una muerte sofocante, y no sé que le hice para darme este castigo.

Cuando siento que desfallezco, sacan mi cabeza del agua, de inmediato mi boca se abre en busca de aire.

—p-por favor, no me hagan—No puedo terminar de hablar porque soy sometida a lo mismo de hace un momento, y lo peor es que siento unas manos rasgar mi falda. Casi deseé ahogarme luego y morir, no es justo que me hagan esto, no cuando esto es lo peor que le pueden hacer a una mujer.

Momentos después aún estoy consiente bajo el agua, y cuando pienso que esto no puede ser peor, siento como queman una parte de mi trasero, antes de perder la conciencia reconozco que es lo que me están haciendo.

Me están marcando con fuego igual como lo hacen con los animales.

Sin editar

𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora