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Isabella.

—tu madre tiene la culpa de todo.—su pistola esta apuntándome—la muy cabrona me engañó, y ¿sabes con quién?

Niego con la mirada únicamente en la pistola. 

Este psicópata se ríe.

—¡Con mi maldito hermano!—se ríe como loco.—¿sabes que es lo peor?

Niego y retrocedo hasta quedar delante del que se hace llamar mi hermano, mis manos están atrás, por lo que logro sentir el frío metal de una pistola. intento arrebatarle la pistola para acabar con este lunático, pero se resiste a pasármela, seguramente cree que no se como manejar un arma.

—¡TU JODIDA MADRE SE INVENTÓ QUE MI HERMANO LA VIOLÓ!—grita.

Maldito loco.

Loco de mierda.

—sabes perfectamente como fueron las cosas padre—dice mi "hermano"—tu hermano violo a mi madre, el muy inútil no puede tener hijos, lo comprobamos con unos exámenes antes de matarlo.—se pone delante de mí—¡el padre de Isa eres tú!

—¡Cállate!—grita—¡Cállate HIJO DE PUTA MI HERMANO NO ERA ASÍ!

El enfermito se empieza a golpear la cabeza como un desquiciado.

Él no es mi padre. No importa la sangre, me niego a tener algo que ver este tipo.

Él no es mi padre, jodidamente no.

—Isa, vete, corre.—me dice Leonardo.

Dispuesta a hacerle caso me doy vuelta para salir pero una voz me detiene.

—No, ella no se van, ella no se va.—escucho el seguro de la pistola.

por unos segundos todo queda en silencio, hasta que un sonido me deja aturdida, mas bien no es un solo ruido, creo que son tres pero desde el primero deje de prestar atención. Un pitido se presenta en mi oído izquierdo, el sonido me nubla la visión, ¿o son las lagrimas?

suelto un grito que realmente me cuesta admitir que ese ruido viene de mí, el dolor esta en todo mi cuerpo, pero se intensifica en un sector.

—¡ISABELLA!—escucho unas cuantas voces gritar mi nombre.

Toco mi abdomen.

Veo mi mano.

Sangre.

Mucha sangre.

¿La bala me perforó?

En cuestión de segundos caigo al suelo, aún estoy consiente...

𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora