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Isabella

5 años después.

La primera vez que llegué este país, no esperaba volverme en lo que soy.

Llegar aquí fue empezar de nuevo.

Y aunque siento que soy una persona totalmente nueva, las pesadillas en la noche se encargan de recordarme que sin importar lo que haga seguiré siendo la chica a la que secuestraron.

La chica a la que le arruinaron la vida.

Y esa parte de mi vida creo que jamás podré superar.

Hay noches en las que me despierto ahogándome.

Todavía puedo sentir sus manos en mi cuerpo. Y aún recuerdo el ardor en mi piel.

Todo eso me hace querer volver y hacer justicia.

Por eso he visitado algunos psicólogos, aunque no han sido de ayuda, me sirven las pastillas que me dan para poder dormir, mismas pastillas, que no logran controlar mis pesadillas, mis ataques de panico, o los gritos en la noche.

Las noches son una pesadilla viviente.

Ya tengo treinta años, dejé la vida de secretaria, porque eso me recordaba a todo. Y me volví agente secreta del Estado. Pude hacerlo gracias a mi verdadera nacionalidad y también revisaron los antecedentes de mis padres. Gracias a eso tuve un nuevo comienzo.

Todo fue complicado al empezar, no estaba acostumbrada a levantarme tan temprano a entrenar, me hicieron practicar defensa personal, y unas cuantas cosas más. Fue doloroso al principio, por lo débil que era, pero los entrenamientos me ayudaron a mantener la mente vacía.

Yo quería ser policía, o parte de los carabineros, pero acá no son tan respetados como los agentes de la PDI.

Por lo que decidí intentar ser agente, pero como no entraba en la edad para poder postular, y quedar adentro de la escuela de investigaciones, me reclutaron para ser agente "secreta" por lo que me asignan mayormente casos de narcotráfico.

Casi siempre opero encubierta.

Me gusta mi trabajo.

Y todo fue gracias a la primera persona que vi en chile.

Arturo.

Me topé con él en el aeropuerto. Chocamos y por cosas del destino, nos volvimos amigos.

Él fue quien me ayudo a mis trámites. Y me ayudó a quedar en la escuela.

Me enseño todo lo que sabe.

Y estoy agradecida.

No es mi pareja, pero si es mi amigo. Con él aprendí que no todo chile habla de manera informal. Y me enseñó algunos modismos de aquí, ya sabía algunos. Pero obviamente con los años que no estuve hay nuevos.

Él es el agente con el que me emparejaron para salir a las calles.

Y todo esto es parte de mi nueva vida.

Él no sabe lo que viví, o eso creo, pero  si lo supiera sé que no me dejaría continuar, porque sé que sospecharía que estoy aquí para vengarme.

Esto soy ahora, una mujer destruída, con ganas de hacer pagar a los responsables de destruirme.

Decidí liberar a este país de delincuencia, para después tener una excusa de manejar un arma, y no ser juzgada cuando decida ocuparla a la hora de mi venganza.

Estoy dispuesta a hacer lo que sea para volver a ese país que tanto odio.

...

Está sonando la computadora.

Esl solo puede significar una cosa.

—Isabella.—me saca Arturo de mis pensamientos.—Tenemos que ir a la pintana, se reportó una balacera en ese sector, se sospecha que es pelea entre pandillas.

—Bien, vamos.—me adelanto agarrando mi aram, y voy a buscar chalecos anti-bala.

—Hay que tener cuidado—Me sigue él.—No sabemos con que nos podemos encontrar.

Solo me dedico a mover la cabeza.

Esto me ayuda, descargo mi rabia haciendo esto.

Esto podria considerar que me sirve más que ir a un psicólogo.

NOTA: Yo dije que se venian saltos en el tiempo, entiendo que a muchos no le siga gustando la historia por como se va desarollando. De igual manera les agradezco por leer♡♡

Sin editar.

𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora