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Isabella.

—Dios, estaba tan preocupado por ti—me abraza.—¿estás bien?

—¿cómo llegaste aquí?—pregunto.

—Me informaron que vieron a alguien con tus características, y quise salir de dudas—dice.

—bueno...—respondo sin saber que decir mientras veo como se acercan más policías.—Espera, ¿qué está pasando?

Los policías empiezan a formar un círculo al rededor de nosotros. Veo como vienen con armas, las que apuntan directamente a Adam.

Veo como Adam les hace una seña a los guardias para que no hagan nada.

—Isabella, no preguntes lo obvio, él te secuestró, yo siempre lo supe...

—¿Qué?—exclamo—no, no, Arturo te equivocas, él me ayudó y-yo estaba ahí él llego y lo distrajo y puede salir...

Hablo tan rápido, intentando explicar que Adam no es culpable. No merece ser culpado por algo que no ha hecho, él me salvó.

—Isa, él se escapó es el principal sospechoso de esto.—dice convencido.

—No, porque fue massimo, él me tenía, y si Adam se escapó fue para salvarme. Tienes que escucharme, él me ayudo, gracias a él tuve tiempo para poder escapar, dejó a Massimo inhabilitado y pude escapar, por eso, gracias a él

Él se queda mirando a Adam.

—Tienes que dejarlo ir, por favor, diles que se vayan—hago que me mire.

—Sabes que no puedo hacer eso.—acaricia mi cabello.

—Te lo ruego.—estoy a punto de arrodillarme cuando escucho la voz de Adam.

¿Isabella que estas haciendo?

Intento hablar pero no me sale la voz, no soy yo la que domina mis actos, es alguién más, alguién que solo quiere que este tipo salga ileso de todo, está mal.

No deberia estar haciendo esto, pero esa parte de mi  necesita a este hombre domina mis acciones, esa parte de mi que aún siente algo por el, esa era la isabella antigua, la que no estaba dañada.

Es como si no pudiera controlar mis actos.

Ruego para no actuar como lo estoy haciendo, pero simplemente no puedo controlarme. Me da miedo lo que pueda pasar. Yo deberia estar ahora mismo con Arturo, no defendiendo a este tipo.

Lo amas...

Dice una isabella que murio el día que me secuestraron por primera vez.

No yo ya no lo amo.

La voz de adam interrumpe mi pelea interna, y me doy cuenta de lo que estoy haciendo o más bien lo que esta otra persona dentro de mi me hace hacer.

—Mi vida, ni se te ocurra arrodillarte ante este imbécil, porque me volveré loco si te veo haciéndolo—dice con voz peligrosa— deja que me lleven, de igual manera te encontraré, joder y cuando lo haga nadie te arrancara de mis manos.

Enfoco mi vista en él y ya le están poniendo las esposas.

¡Llevensolo, él lo merece!

Intento gritar pero no puedo.

Pero mi vista se nubla al oír la voz de la otra Isabella.

No se lo merece, él se equivocó pero...

¡Callate!

¡solo callaté!

Mi maldita voz no se hace presente cuando quiero decir que se lo lleven sin importar nada.

Pero la otra tiene el mando, hasta de mis pensamientos...

(...)


Mierda no puedo dejar que se lo lleven, tal vez estoy actuando con estupidez, no lo sé, pero no quiero que se lo lleven. Quiero considerar darle una oportunidad por eso me arriesgo.

Rápidamente le quito la pistola a Arturo, y apunto a mi cabeza.

—¡Isabella! —escucho a Adam gritar.—No lo hagas cariño, no por mí, no lo merezco...

—Isabella.—suspira Arturo con la voz entrecortada.—baja eso por favor...

—No, No hasta que lo liberen, sabes que no dudaré en disparar.—le saco el seguro decidida.

—¡Despejen el perímetro¡—dice Arturo pero nadie se mueve— ¡RETROCEDAN JODER!

Cierro los ojos, pareciendo decidida, estoy dispuesta a dispararme. No tengo  mucho que perder, mi vida ya ha sido una mierda.

Escucho a Adam.

—No lo hagas Isabella, no podré soportarlo.—su voz está cargada de tristeza.

—Bien, me voy, sabes que eres mi debilidad, te quiero Isabella, y no quiero que nada malo te pase.—Dice Arturo.—No puedo perderte, no a ti que eres como una parte de mí.

Aún no le creo.
Y él lo sabe.

—¡TODOS A LA PATRULLA!—grita Arturo.

Atenta a los sonidos me doy cuenta de que todos se retiran.

Abro los ojos y veo a Arturo.

—Adiós Isa, cuídate por favor— se despide con los ojos rojos.

No te vayas... 
Esta no soy yo.

Cuando Arturo se va, bajo el arma.

Me doy vuelta y veo a Adam caminando hasta donde estoy.

—Joder, casi se me va la vida al verte con esa pistola cariño, no lo vuelvas a hacer, nunca pongas en riesgo tu vida por nadie, y mucho menos por mí, ¿entendido?—me abraza con fuerza.—no sé si lo sabes, pero si te vuelvo a perder, no podría seguir vivo, no sin ti.

Yo no puedo ni asentir ni hablar, todavía estoy en congelada por lo que acaba de pasar.

¿Dios, que he hecho?

Se que acabo de cometer un gran error del cual ya me estoy arrepintiendo, pero no lo pude controlar.

No se a que se debe.

Pero no siento nada ahora mismo.

Hace un rato estaba con las emociones colapsando en mi interior y ahora, solo quiero desaparecer.

—Vamos a casa.—dice adam a mi lado.

—Ya.—me limito a responder.

No se que pasa.

Fue tan repentino todo que me sorprende haber actuado así.

Nota: les dejo esto aquí  espero les agrade, cambie unas cosas, hay dos isabella en este cap,y aparece tonto pero aquí se presenta la versión antigua de isabella quien sentia cosas por Adam y la que está dispuesto a perdonarlo, y la que solo quiere que se lo lleven, la que quiere venganza.

Eem eso nmas espero ahora si lo entiendan mejor.

𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora