Adam.
Apenas ella se subió al auto robado, se quedó dormida.
Me sentí mal al mentirle, no la llevaré a donde quiere, la llevaré a algún lugar donde podremos estar los dos seguros.
No puedo volver a la cárcel sabiendo que ella puede estar en peligro.
No me arriesgaré a eso.
Manejo a la casa de la playa, que no está a mi nombre, y es imposible que nos encuentren aquí. Quiero arreglar las cosas con ella. Creo que es hora.
No la voy a retener.
No la salve de un secuestro para meterla en otro.
Después de un par de horas, llegamos.
No me demoro mucho en bajar y sacarla en brazos del auto.
Ella duerme placidamente en mis brazos hasta que la dejo en una cama.
No pasa ni un minuto y ella despierta.
Queda desconcertada mirando a su alrededor.
—¿Dónde estoy?—me mira.
—Isabella...
—Adam, ¿dónde me trajiste?—pregunta, y noto en su tono de voz que intenta mantener la calma.
—Tranquila, no te haré nada, te puedes ir en el momento que quieras, pero te ruego que me escuches primero.—digo.
—Adam si es el mismo discurso por favor no quiero oír nada.—suspira.
—escúchame solo hazlo, quiero cambiar, por ti, lo voy a hacer quiero dejar de ser esto que tanto te desagrada, quiero dejar de ser el hombre que te hizo daño. Me quiero convertir en el hombre que anheles, por favor, dame la oportunidad de ser quien quieres que sea.—cuando termino de hablar me doy cuenta de que estoy arrodillado.
—Adam, las palabras se van, no te puedo dar una oportunidad que me prometes a futuro, tampoco te puedo dar una esperanza de que te daré una oportunidad, porque no creo hacerlo.—viene hasta donde estoy yo—solamente te puedo decir que dejes todo a su tiempo.
—Te lo ruego, dame tiempo para cuidarte y volverte a conquistar, por favor concédeme eso aunque sea—tomo sus manos y las beso.
—Solo...—se aleja.— déjame pensarlo.
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𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|
FantasyPRIMER LIBRO. Todo empezó con una noche que ninguno de los dos planeamos, yo quería deshacerme de unas pruebas que perjudicaría a mi hermano, y ahí estaba ella, cachonda y asustada, nunca pensé que la follaría esa noche, y lo hice, me dejó enredado...