𝓶𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓵𝓪𝓭𝓻𝓸𝓷 |Editando|

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Antes de que sigan leyendoo, les recomiendo que lean este capitulo con la cancion de fondo: Stop crying your heart Out-Oasis

Isabella.

Después de caer, logro escuchar como Leonardo maldice a su padre, a mi supuesto padre y dispara.

Mi padre.

Nunca lo conocí, y cuando lo veo por primera vez, me destruye.

Mi propio padre, si es que puedo llamarlo así, me ha disparado.

Y  me duele.

Me duele.

Me duele demasiado.

Fueron tres balas las que impactaron en mi, la primera logro identificar que esta en mi abdomen o cerca, no se donde más me hirieron.

Apenas estoy consiente.

No se como no he cerrado los ojos aún. Es lo único que quiero hacer, dormir y no sentir mas dolor, pero algo me impide hacerlo.

Escucho unos pasos en la habitación.

—Isabella, Isabella...—Mis ojos decaen.—Abre los ojos. Abre esos ojitos para mí, hermosa.

Es Arturo.

Mi amigo.

—No puedo...—Toco mi herida para comprobar si aún sangra.

Mierda, un liquido tibio corre por partes de mi cuerpo, estoy llena de eso. Estoy llena de sangre.

Escucho la voz de Adam.

Le dice a Arturo que lo deje sostenerme.

—Mi vida... jamás me cansaré de pedirte perdón. Te amo, te amo y lo siento, esta vez te quiero pedir algo diferente cariño...—Limpia, mis lágrimas mientras se aferra a mi cuerpo.

No lo veo bien, pero sé que está llorando.

—No me des otra oportunidad, a mi ya no.—se traba al hablar.—Yo no lo merezco. Dale una oportunidad a la vida cariño, resiste. Tienes que luchar, sobrevive mi niña te lo ruego.—Besa mis labios.—Permítele a tu familia conocerte, permite que conozcan a la maravillosa y fuerte mujer de la que me he enamorado...

—Adam...—Intento respirar con normalidad ignorando todo.—He sufrido m-mucho—Sollozo.—Y no aguanto más, estoy muy—Me callo por el dolor.—Muy cansada, déjame descansar te lo ruego...

—No. No. No me dejes, tienes que levantarte, me tienes que golpear haz lo que quieras, pero no te vayas, por favor, te amo no me dejes...—Está llorando lo sé.

—Adam, Adam.—Aprieto su mano por el dolor que se intensifica cada vez más.—Estoy loca.—Hago un intento de reír, pero duele.—Esto es loco, p-porque ya no te odio, y-yo creo que te...

Yo te perdono.

Eso iba decir antes que un fuerte dolor me agarra en el pecho. No doy más.

Escucho como piden ambulancias. No han dejado de pedirlas desde que me vieron así.

Me quiero ir.

Me quiero ir pero necesito conocerla.

Quiero hacerlo...

—¿D-donde está mamá?.—Pregunto.—Quiero c-conocerla.

Mamá, es raro decir esa palabra, pero de algún modo se siente bien.

—Shh... No hables, aquí estoy mi niña—Siento su mano acariciarme—Me tienes aquí.

—¿Te puedo decir mamá?—Pregunto deseando poder ver su rostro con claridad.

Pero no logro verla, no veo el rostro de la mujer que me dio la vida, y se que nunca lo hare. mi visión cada vez es mas borrosa, y se esta tornando oscura, la oscuridad viene.

—Si, claro que si cariño, soy yo, tu mamá—Solloza.

—¿M-me puedes hacer u-un favor?

—Si, lo que me pidas—Acaricia mi pelo puedo oir como los demás lloran.

—Mam...—No puedo terminar la palabra por el dolor.

Descanso unos segundos para seguir hablando.

—Dime, dime... que me quieres—Me aferro a su mano—S-sé que no lo haces—Hago una pausa para respirar.—No me conoces pero quiero escucharlo.

—Claro que si niña, te quiero, yo te traje a esta vida y no hemos estado juntas, pero siempre te imagine como eras, y eres como lo esperaba, hermosa, y fuerte.—Besa mi frente.

Estoy consiente que es mentira, pero esa mentira se siente tan bien...

—Mamá te quiere y le hubiese encantado haberte conocido antes...

Me esfuerzo por levantar mis labios en forma de una debil sonrisa.

Ya no veo.

Estoy segura de que tengo los ojos abiertos.

Y no veo.

Absolutamente nada.

No veo.

No veo.

Ya llego la oscuridad, vino a buscarme.

Escucho la ambulancia a lo lejos. Pero también escucho a mi mamá, a Adam, y a Arturo.

—Isabella no te vayas te amo—Apenas escucho la voz de Adam.

No le respondo porque siento que no voy a alcanzar.

Siento que el tiempo se agota

Mi corazón da sus penúltimos latidos por él.

—Mamá, t-tengo miedo, n-no veo, no veo n-nada mamá...—Me desespero, odio la oscuridad.

—Tranquila.—Dice llorando.—Mamá está orgullosa de ti.

—Mam...

Un pitido en mis oídos se presenta. Esto me deja sorda.

No escucho nada.

Ya no hay dolor.

Nada de dolor.

Todo es oscuro.

Nota: aunque me odien les dejo este capitulo, me gustaria que intentaran de entender. Una persona que sufrio demasiado, su unica salida a la "paz" es dejando de sentir. No es el final.

No me odien.

Falta aún un capitulo o dos, creo.

Espero no perder el apoyo con este cap, y gracias por todo♡

HOY SUBIRÉ UN CAP DEL SEGUNDO LIBRO: MALDITO DUELO...