34. Recordemos viejos tiempos.

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Chenle y Jisung se encontraban en la entrada de la Sede de Fuego. Habían quedado en llegar todos a la vez a ese lugar, reunirse allí, pero coordinar a un grupo de príncipes revoltosos era un serio problema. Además, los Zhong habían llegado tarde, esta vez no por culpa de Ningning, gracias a esto Renjun tuvo que ir corriendo al salón de clases apenas pisó las islas.

—¿En serio estamos en la escuela de magia pero no fuimos a nuestra propia ceremonia de graduación? —cuestionó Jisung para sí mismo, viendo como Giselle y Ningning se perdían en los corredores.

—Te recuerdo que nadie te obligó a venir. Los del comité estudiantil le dieron la oportunidad a Renjun de hacer sus exámenes finales, y si los aprueba le dan su diploma. Yo solo vine por mi hermano. —contestó Chenle, quien estaba evitando bostezar. Comenzó a caminar para tratar de despertar.

—Y yo vine porque quería verte. —Jisung un puchero y puso la típica mirada de cachorro abandonado.

—Lo estás haciendo y solo te escucho decir que quieres irte. No tienes que dar clases ni entrenar. ¿Por qué te quejas si estás conmigo?

—Es que odio la escuela. Suerte que ya me gradue, y con honores. —dijo Jisung arreglando el cuello de su camisa con un aire presumido.

—Que ni yo me explico cómo los conseguiste.

—¿Perdón? —Jisung estaba algo ofendido por ello.

—Es broma, no quise ofenderte.

—No lo hiciste, solo que hace tanto no me molestabas de ese modo. Lo extrañaba.

Chenle asintió, sin saber qué más decir. Metió las manos en los bolsillos de su abrigo. En Freeya el invierno era peor que en las cuatro islas que a pesar de estar al nivel del mar contaban con las cuatro estaciones, a veces detestaba la magia.

—¿Te molesta que yo haya sido el número uno de la clase? —preguntó Jisung de pronto, riendo.

—Los dos sabemos quién es el número uno. —dijo Chenle, acercándose un poco a Jisung para golpear levemente su hombro.

—Exacto, yo.

—Minjeong.

Jisung parpadeó varias veces, se había olvidado de la princesa, de las mejores alumnas que ha tenido la escuela del Gran Árbol desde que fue fundada, por no decir que la número uno, porque esa fue la Reina Taeyeon.

—Por cierto ¿no han llegado? —preguntó el pelinegro.

—Es su luna de miel, no vendrán pronto.

—¿Cuándo se casaron? No fui invitado. Y pensé que le agradaba a Karina. —Jisung hizo reír a Chenle, la manera en que lo había dicho fue muy burlona—. ¿Para cuándo nuestra luna de miel?

—Cuando los goblins vuelen.

—Puedo hacer que mi hermano haga volar a uno. —Jisung sonrió con falsa inocencia.

—Entonces cuando le caigas bien a mi hermana.

—Solo di que no quieres estar conmigo por el resto de nuestras vidas y ya. —Jisung hizo puchero y se cruzó de brazos.

Chenle contuvo las ganas de reírse a carcajadas.

Ellos entraron en la cafetería que estaba algo vacía en comparación a otras temporadas. El ciclo escolar era el mismo de siempre. Fue implementado en todos los reinos por haber demostrado ser el más efectivo. Obvio había las vacaciones de verano de un mes completo, las de primavera que es de una semana y antes solo eran dadas a los habitantes del Reino de los Cielos. Estaban los juegos intercolegiales que eran de casi dos semanas, pero no eran del todo vacaciones, por último las vacaciones de invierno que van desde finales de noviembre hasta los primeros días de enero. Era poco usual ver a tantos estudiantes en las islas para esta temporada, los que se quedan o era porque están viviendo en los internados y descansando antes de ir a ver a sus familiares o porque son alumnos que reprobaron materias y se encuentran en recuperación.

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