07. Margarita rosa.

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Los reyes y príncipes se encontraban alrededor de la mesa compartiendo lo que sería la última comida juntos antes de marcharse del Reino de los Cielos. Se supone que no se debe hablar sobre la mesa, pero al ser todos padres y estar rodeado de los jóvenes príncipes no querían que se llegaran a sentir sofocados.

—Aún no puedo creer, joven Príncipe Zhong Chenle, lo valiente que fue al enfrentarse al dragón usted solo. —La Reina Irene cambió el tema de repente. Hablar de cómo las leyes de los fundadores de manera drástica estaban siendo cambiadas mantuvo un ambiente algo tenso e incómodo.

—No lo hice solo. Los hermanos Park también lo hicieron. —respondió Chenle tratando de sonreír, todavía le apenaba un poco lo que había hecho.

Jisung miraba a Chenle desde el otro extremo de la mesa con ojos brillando de orgullo.

—Fue usted quien puso a dormir al dragón. —remarcó la reina—. Estamos muy agradecidos, y curiosos por sus dones, por cierto.

—No sabíamos que la magia del hielo existía. —añadió el Rey Suho—. Pensé que solo eran mitos antiguos al igual que las leyendas sobre el cambio de clima en nuestro reino.

—¿Cambio de clima? ¿Ustedes no manipulan el clima? —preguntó Donghyuck, le pareció haber escuchado eso antes o leído, tal vez se lo habían mencionado hace mucho, pero lo había olvidado.

—Claro que no. Nunca vamos en contra de la naturaleza. No es que no estemos de acuerdo con sus avances tecnológicos, solo que nosotros servimos a la tierra. —El rey se refiere al planeta—. Pero cuenta la leyenda que en el pueblo del Oeste va a haber alguien capaz de controlar los cielos, el clima en realidad. Podrá hacer llover en plena sequía o nevar en verano. ¿No es fascinante?

—¿Un habitante de las montañas con poderes de la magia del aire? ¿No es raro? —dijo la Reina Taeyeon sin apartar la vista de su esposo quien estaba tratando de despertar a su hijo tirándole pequeñas uvas a su plato.

Jaemin tras haber llegado tarde no había participado en ninguna conversación, se mantuvo cabeceando en la mesa. Minjeong trató de despertar a su hermano en varias ocasiones, pero su atención estaba por completo en Karina.

—Son relatos muy antiguos, sirven para entretener. No son reales. —comentó la Reina Irene entre risas—. De todos modos, cualquier cosa puede ser posible siempre y cuando no vaya en contra de lo que dicta la naturaleza.

En este mundo cualquier cosa puede ser real. Cualquier cosa no relacionada con el tiempo, vida o muerte.

—Puede que sea real, el Príncipe Chenle tiene poderes de hielo. —Al Rey Suho si le gustaban este tipo de mitos, estaba fascinado con ellos—. Así que ¿por qué alguien no podría cambiar el clima?

—Es un tipo de magia no explorada. Algo maldito. —Renjun pensó que lo había dicho solo en su mente, al instante se concentró en terminar su comida.

—¿Algo maldito? —dijeron los hermanos Lee al unísono.

Renjun fingió no haber dicho algo que no debía.

Los demás en la mesa vieron al par de hermanos con curiosidad, los Reyes Lee reprendieron a sus hijos con la mirada por haber interrumpido en la conversación.

Mark se sintió juzgado, así que bajó la mirada.

Jeno quiso participar de la charla. Muy poco habla, pero cuando lo hace siempre logra captar la atención.

—Reina Kim Taeyeon, Su Majestad. —dijo el príncipe de manera cordial—. Me sorprendió lo bien entrenado que está su ejército, a pesar de las dificultades con una criatura que no conocían nada fueron capaces de sobrellevar la situación.

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