Chenle y Jisung se encontraban en uno de los patios poco concurridos de la Sede de Agua.
Había cuatro árboles mágicos esparcidos por el lugar, cada uno representa una estación, Chenle solía ir a sentarse debajo del árbol de invierno a leer un poco, la biblioteca resultaba ser muy ruidosa y las aulas ni hablar. Ellos compartían un audífono, intercalando con las canciones favoritas de cada uno. El contraste entre la música que ambos escuchaban es increíble. Chenle prefería las canciones lentas, melodías serenas en su mayoría, mientras que Jisung algo más movido y alegre.
A pesar de casi estar muriéndose de frío, Jisung no era capaz de admitirlo, no quería sacar a Chenle de ese lugar que tanto le gustaba, resultaba ser muy tranquilo puesto que muy poco encontraban los árboles encantados como un lugar hermoso, era muy común ese tipo de magia en algunas plantas. Pero Chenle se percató enseguida de que las manos del pelinegro temblaban y sus palmas estaban pálidas. En el pasado venía mucho a ese lugar, tanto que había guardado una manta dentro del tronco hueco en la parte trasera del árbol. Hace tanto que no la sacaba, pero la ocasión lo ameritaba.
—No conocía esta canción. —dijo Jisung con voz suave, estuvieron en silencio por largos minutos, tan inmersos en la música.
—No escuchas baladas, obvio que no la ibas a conocer, mucho menos conoces a Laufey.
—Ella tiene una voz agradable.
Chenle solo sonrió.
—La letra es linda, me recuerda a ti. —pronunció Jisung, la canción había terminado, era su turno de poner otra, pero prefirió repetir una que antes habían escuchado.
Jisung volvió a ver Chenle, a sus ojos se veía tan lindo como siempre.
Chenle levantó una ceja al percatarse de la forma en la que Jisung se le quedó viendo los labios.
—¿Es por el frío o tus mejillas se sonrojaron por lo que acabé de decir? —preguntó Jisung en tono de burla.
—El frío, sin duda. —respondió Chenle, mintiendo. Que una canción de sus favoritas hiciera que Jisung pensara en él lo conmovió, su corazón empezó a latir muy rápido y tenía una sonrisa que no era capaz de quitar.
—¿No estabas acostumbrado? No debería ser nada frío comparado a las temperaturas tan bajas en Freeya.
—Habla quien tiene dos suéteres puestos y una manta encima. —Chenle cubrió a Jisung con toda la manta, antes el menor solo había ocultado sus manos en esta—. Podrías enfermarte si no te abrigas como debes.
—Pero luego tú también tendrás frío.
Chenle había envuelto a Jisung con toda la manta, aunque había dicho que estaba acostumbrado a las bajas temperaturas podría enfermarse por exponerse tanto. Vio a Jisung con la manta hasta el cuello, luciendo adorable por cómo sus mejillas se encontraban enrojecidas y evitó hacer contacto visual hasta que Chenle no apartó la mirada.
Jisung deshizo el enredo que había hecho el contrario en su intento de cubrirlo para que estuviera cálido. Se puso la manta como una capa, tomando ambas puntas y abrazó a Chenle por la espalda para que estuviera abrigado, pero con sus brazos además de la manta, de ese modo ambos estarían cubiertos por la manta de peluche.
—Así los dos ya no tendremos frío. —dijo Jisung muy sonriente.
Chenle solo pudo reír un poco enternecido por el gesto tan dulce de Jisung. En recompensa puso una de sus canciones favoritas, aunque no era amante de ese género musical le emocionaba pasar momentos como ese al lado de su príncipe.
Ningning llegó poco después a ese mismo lugar junto a Jaemin. Ella tomó asiento en una de las bancas de piedra ubicadas en el medio de todo, y Jaemin ni corto ni perezoso puso su mochila en el regazo de Ningning y recostó la cabeza ahí.
ESTÁS LEYENDO
The Crown
FanfictionCuatro reinos, un sola corona. Una maldición que cayó sobre el Príncipe Chenle y desató un mar de preguntas. Los sucesores al trono de cada nación se van a unir en una búsqueda de respuestas. Pero para cambiar la historia, primero deben conocer el o...