Elementos: Guardianes De El Mundo

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"No eres la única"

Existen muchas cualidades en este mundo para poder resaltar, como todo el territorio que se a agarrado la vegetación, hay más árboles y flores, se respira un aire más puro que hace unos años. El agua cristalina y limpia, el cielo azul sin una sola nube, no hay humo, pero todo esto, todo lo vivo y bonito se mantiene dentro de Cobra, afuera es un escenario totalmente diferente, contaminación y muerte son las palabras para describir las afueras de la ciudad.

Me mantengo en el balcón viendo las olas a lo lejos, desde temprano la ciudad se mantiene en constante movimiento. Reparo el cinturón de armas vacío, es increíble que me quitarán todas las armas por seguridad, pero eran mías y me dieron a entender que se deshicieron de ellas y eso me molesta. La señora Delia se fue muy molesta refunfuñando que vino a ayudar y Javier le pidio que se fuera por el bien de ambas, no se porque diablos le dice Nana, mamá de el no es porque ni se parecen. 

Aprieto mis puños sobre la baranda cuando desde arriba veo un singular cabello azul, una chica con ese cabello tan llamativo camina por las calles y nadie la ve raro, se pierde de mi vista cuando cruza una esquina.

La brisa hace que mi cabello me ciegue y al quitarlo tengo al soldado ya vestido con un pantalón y una camisa, me mira con la misma sonrisa de siempre.

—¿Desayunaste?— pregunta mirando hacia el mar. Desde lo de anoche no me mira a los ojos y eso hace que sonría de forma malvada.

—Si, pero no de la comida de la señora, tomé un mango y lo pique— me gusta más comer frutas que comida procesada.

Javier suspira como si ya se lo esperará. No debería culparme, aquí hasta desconfío de mi propia sombra.

—Ya llegó tu ropa— se rasca la nuca— está en la sala ve...

No lo dejo terminar cuando ya estoy tomando la caja con distintas prendas, parecen nuevas y son de tonos tierras, marrón, verde, negro, beige y blanco, son los colores que más uso para no llamar la atención.

—¿A donde iremos?— pregunto sacando las prendas que me voy a poner.

— Te voy a llevar a conocer a los demás elementos— se cruza de brazos en el umbral— Ellos no saben que estás aquí.

—Oh. ¿Cuales son?

Enarca las cejas al verme hablar tanto perooo es que estoy comenzando casi que de cero y quiero hacer amigos.

—Ya verás— me deja con la duda.

Me ducho y me visto con una licra negra, un top verde oscuro con tirantes gruesos y una sudadera blanca por encima. Me ato los zapatos y salgo. Javier me entrega una mochila pequeña y me dice que ahí llevo el agua y una merienda para más tarde.

—¿Acaso voy al kinder?— mi pregunta lo hace reír.

—Algo así, pero no me juzgues por preocuparme por tu mala alimentación.

—No te estoy juzgando...

Caminamos tres cuadras hasta que llegamos a la playa las personas se asustan al ver a los perros gigantes caminar a mi lado, hay como una isla  que se conecta con un puente a la ciudad, lo cruzamos y un edificio blanco se cierne ante nosotros. Me detengo antes de entrar, siento una sensación extraña en el estómago, es algo asi como cálido mezclado con nerviosismo.