"Búsquedad"
La semana pasó volando y el fin llegó junto con una lluvia torrencial. Estos últimos días me enseñaron que los días tienen nombre al igual que los meses, hay fechas y año. Así que hoy viernes salía de la central lista para visitar a Kevin.
Tuve que dejar a mis perros porque tienen prohibido salir por su entrenamiento. Hace dos días me dieron la habitación aquí y es lindo, pero me siento sola, al ser de la tropa alfa cada uno tiene su espacio.
Me levanto la capucha de el abrigo cuando comienza a llover más fuerte. Gracias al cielo en unos minutos ya estaba tocando el timbre de el departamento de Javier. El abre con una sonrisa que se desvanece al verme.
—¿Tan mala fortuna soy para que borres tu sonrisa?— Bromeo.
El carraspea haciéndose a un lado para que pase.
—No.. es que estaba esperando a otra persona.. no pensé que vinieras— explicó.
—Solo quería ver a Kev.
Se rascó la nuca, y entendí a qué se refería a ese gesto.
—Les dieron una casa ayer y hoy por la mañana se marcharon, pensé que lo sabías.
—No...la verdad no lo sabía— me limpio el rastro de agua de la cara.
—Voy a buscarte algo para que te seques— abre la puerta de el armario sacando unas toallas que me entrega— El tiempo aquí es una locura un día puede llover y al otro puede estar soleado.
—El mundo se está regenerando por si solo— comento, y me frunce el ceño— El planeta está creando sus propias reglas, ya no es predecible como antes, ahora en vez de que nosotros lo sorprendamos el lo hace...
Me toma de el hombro llevándome a los banquitos de la isla que está en la cocina. Me ofrece una bebida caliente.
—¿Como sabes esas cosas?— Inquiere poniendo su peso en el mesón— Los científicos de aquí duraron años en caer en esa conclusión y tú... Solo segundos.
—Eso me lo dijo mi padre cuando estaba pequeña— indago tomando un sorbo de la bebida— No fui yo, fue Tomas tratando de explicar lo que no tenía sentido.
Javier asiente entendiendolo todo, el timbre suena de nuevo y el se apresura a abrir. No puedo ver quién es pero si oír.
—Hola, Javi— dice una voz femenina y como si pudiera verlos, Javier le hace una seña para que hable más bajito—¿Que pasa?
— No pensé que viniera, por favor trata de no provocarla.
Me muerdo la lengua para no decirle que puedo escucharlo y que ya debería de saberlo. Pero todo eso se me quita cuando los veo entrar en la cocina, es Elena con una venda en la pierna y la cara morada por mis golpes.
—¿Por qué no tienes las marcas?— me pregunta con confusión.
Me paso la lengua por los labios y bajo de el barquito y me poso ante ella, es más alta que yo pero es obvio que el terror se muestra en sus ojos.
—Mi proceso de curación es mucho más rápido que cualquier otro, mis heridas solo duraron horas en desaparecer— le digo y Javier se pone atento a mi pronta cercanía.
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Elementos: Guardianes De El Mundo
Science FictionLa vida me ha enseñado que hay que vivirla, disfrutarla y divertirse en el camino, que no todo es para siempre y hasta el árbol más fuerte puede caer con una simple brisa. De la muerte he aprendido que es impredecible y que puede tocar la puerta de...