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"Mi lugar seguro"

Esto era una  pesadilla en vida, no teníamos a donde ir, Ivy estaba muriendo y todos estábamos desesperados. Tenía miedo, muchísimo, no por mí, porque si estuviera sola en esta situación fuera fácil pero están las personas más allegadas a mi, tenía miedo de que algo les pasara.

Proponerles a todos ir a Titán era la idea con más riesgo posible pero era la única y no podíamos volver. Tampoco ir a jardín o Velec, no se si estaban involucrados.

—Estas loca— masculló Daniel, estaba tenso— Esa ciudad es demasiado peligrosa.

—Daniel tiene razón, Aurela— segundo Derek y no pude evitar girar los ojos.

—No estoy hablando de si es peligroso o no, es la única alternativa que tenemos— ignoré al pelinegro y lo notó porque entreabrió la boca para decir algo pero mi querido Max lo interrumpió:

—¿Que quieres hacer con ese libro?

—Ese libro tiene todo sobre nosotros, nuestros poderes pueden tener otra fase y quiero saberlo, debo saberlo.

—Está en Titán, por eso querés ir— Javier se lo pensó, de los tres era el que mejor decisiones tomaba— Si tú vas, yo iré, no te dejaré sola.

Era reconfortante saber que tenía el apoyo de él, solo espera el de los demás. No pensaba dejarlos aquí a la deriva.

— yo voy contigo, Aura — Kevin en mis brazos me dio también su apoyo y mi corazón se hizo pequeño, él podría ser mi sobrino, todo era confuso, pero si, tenía hermano y madre.

—¡Tu no vas a ningún lado!— Mina trató de quitarmelo pero no la dejé.

—No tienes derecho a decidir sobre él, no eres su familia— escupí con rencor.

Se puso roja de lo enojada que estaba.

—¿Y tú si?

Me mordí la lengua, queria gritarle que era hijo de mi posible hermano, o eso creía porque no estaba segura.

—Max es su familia— defendí.

—Claro que no, Max no es sangre de su sangre — tenía razón, ¿Rayos porque salve a esta chica?

La ignoré, fue lo mejor que pude hacer, iniciar una pelea entre nosotros no era conveniente.

No tenía cabeza para otra cosa que no fuera buscar el libro, mi egoísmo era tan grande que no pensé en Ivy. No pensé en lo que ella estaba pasando y que si no actuaba rápido la portadora del elemento agua no despertaría nunca.

Ya más calmada dejé a Kevin en el suelo y arrodillada tomé su mano, la misma donde tenía la herida que estaba tomando una color morado.

No sabía si podía curarla, no había mucho tiempo y cada segundo era un gramo de vida perdido de ella, no la podía dejar así, tenía que hacer todo lo posible.

—Estaras bien — le susurré y sabía que me escuchaba, estaba atrapada en su propia mente y hasta sus pensamientos podrían jugar con ella, entrando en un trance de escenarios irreales que te podían volver loco si no eras lo suficiente fuerte a nivel mental.

¿Como sabía eso? Porque lo viví, cuando tuve ese veneno en mi cuerpo, viví toda clase de escenarios que me hacían creer que eran reales.

Delicadamente mi mano llegó hasta su herida, el color verdoso se hizo presente en mis dedos, sentí como toda mi energía se drenaba hacia ella, como le daba todas mis fuerzas sin importar que me desmayara después de darle vida de nuevo.

Elementos: Guardianes De El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora