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"Malecón"

Jamás en mi vida me había arreglado, nada de maquillaje o peinarme el cabello, hasta hoy que Ana se ha dedicado a delinear mis ojos y peinarme, llegó antes de las 6 a buscarme y se le ocurrió una idea; que era ponerme bonita y aquí estoy, sentada enfrente de un gran espejo, con ella dándome los últimos toques.

—Con ese deliniado pareces una ninfa— opina colocándome una pintura roja en mis labios.

Y es que si, este maquillaje es natural, solo base, delineado, labial, rubor e iluminador. Pero me veo tan bien que no parece tan natural.

—¿Que piensas ponerte?—pregunta después de guardar todas su cosas. Yo me encojo de hombros— Lo supuse... Te traje un conjunto.

Me lanza dos prendas de ropa que se trata de un un short negro de cuero y un top igual a este. No dudo en ponermelo, se ajusta a mis pocas curvas es como si fuese hecho para mí, me puse unos tenis blancos y ya estaba lista. Ana me miró con una gran sonrisa.

—Nos vemos lindas— artículo al vernos a las dos en el espejo.

—Uff claro que si— Luismi entra a la habitación, ve a Ana con una gran sonrisa y luego a mi—los chicos te esperan afuera.

Salgo apresuradamente para encontrarme con dos dioses de el Olimpo, el pelinegro de ojos oscuros y sonrisa juguetona vestía una camisa gris y unos jeans,  y el pelirrojo no se quedaba atrás, usaba una camisa naranja con estampado de unas palmeras de un naranja más oscuro y en unos de sus brazos se podían ver los tatuajes triviales que tenía, se que le cubren todo el brazo. Unos pantalones de un azul desgastado le hacían contraste y sus ojos rojos se veían vinotinto por la luz de la lámpara y se mantenía serio ante mi presencia.

—Derek— saludé al pelinegro con un beso en la mejilla— estás muy lindo hoy.

— Tu también lo estas, Aura— su sonrisa se extiende, luego se va apagando lentamente— Mina no pudo venir y me mandó a decirte que la disculparas.

—Pero ¿Por qué no pudo venir?

—Desconozco los motivos.

Asiento un poco desanimada, quería ver a Kev por lo menos un rato. Max se mueve impaciente, ha estado así todo el día, queriendo salir de aquí y como me lo pidió lo he mantenido al margen. Ulysses está en Cobra y eso nos mantiene inquietos a ambos. Aún dudo el por qué de tanto odio a su propio padre, pero el tendrá sus motivos.

Dejo a Hela y Mylo con una advertencia de que no se pueden escapar y se tienen que quedar tranquilos.

Todos salimos de la casa luego de unos minutos, dirigiéndonos a la fiesta que se está dando a dos cuadras de aqui o como le dice Luismi 'El malecón'. Es como una plaza llena de gente, música y bebidas alcohólicas, pero lo que más me llama la atención es que el mar solo está a unos pasos, solo hay que bajar una escalera para mojarte los pies.

Llegamos a una de las esquinas donde varios amigos de los venezolanos nos saludaron como si ya nos conocieran, muchos personas se nos quedaron viendo mucho tiempo, haciendo que me sienta incómoda.

La música retumba en cada rincón, y las personas van y vienen, risas y gritos de alegría hay en cada pequeña parte de este lugar.

—Esto no me gusta — dice Max a mi lado— Huele muy raro.

Si tiene razón hay un olor fuerte en el ambiente.

—Es por eso— Derek señala a las personas que están fumando un rollo blanco, mucho más delgado que un cigarro común— Si me lo preguntan... No es un cigarro y les recomiendo que no le acepten nada a ningún desconocido.

Elementos: Guardianes De El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora