Elementos: Guardianes De El Mundo

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"Conociéndote"

—¿Crees en Dios?

Volteo hacia un lado, pestañeo varias veces para enfocar a Max, tiene la frente perlada, usa ropa deportiva que le queda muy bien y el cabello rojo se le pega en el cuello. Todo de el es simplemente hipnotizante, su sonrisa y sus ojos hacen que las chicas se sonrojen solo con su presencia...

—Pues si, mi padre me enseñó todo lo que tiene que ver con él— respondí tomando un trago de agua, estábamos en el descanso de la práctica de hoy. Para ser el primer día de fuego no le fue tan mal— ¿Por qué lo preguntas?

—Porque si no me falla la memoria. Cuando me atrapaste dijiste "Y peores cosas vendrán; dice la biblia"— recitó las palabras que ahora recuerdo que dije— Me dejaste pensando.

—¿Que pensabas?

Era una pregunta retórica que pensé que iba a ignorar pero no.

—Que es curioso que creas en Dios y en la biblia y mates a personas— su respuesta tenía doble trampa, el quería que dudará de el bien y el mal.

—Dios perdona hasta al asesino más malo de el mundo.

—Que yo sepa, Dios perdona es al que se arrepiente y tú, no estás arrepentida— su dedo me señaló directo. Tenía razón, no estaba arrepentida de mis actos — No tienes la moral para creer en un ser misericordioso cuando no tuviste piedad al cortar estómagos.

Apreté los puños a mis costados. Que feo se siente que te digan algo y que ese algo sea en su totalidad de verdad. Si no fuera porque Javier nos llamó al centro de la cancha talves le hubiera pegado en las bolas a fueguito.

—Hoy se dirá quienes tienen las habilidades más resistentes de toda la central— Javier quitó la sábana de la pizarra y se mostraron 10 casillas enumeradas con los nombres de los más fuertes.

Sonreí con arrogancia al ver mi nombre de número uno, de segundo era Derek y luego venían los demás.

—Su deber es mantenerse en sus puestos o lograr subir más — dijo Daniel con las manos en su espalda— Y para el nuevo, estará a prueba y si lo hace bien talves la siguiente semana estará en esta tabla.

La práctica terminó, ya todos se retiraban, incluso el pelirrojo que tomó sus cosas y se dirigía hacia el despacho de Federico, sabía que iba a buscar información sobre su habitación. Pero como no estaba lista salió tan rápido como entró.

—¿Aún nada?— le sonreí con inocencia.

El me enarco una ceja y negó. Yo sabía que a él no le caía bien y que no me soportaba, pero quería saber algo que me causaba intriga.

—Me dijo que en tres días me dan la habitación, que mientras tanto me quedara en la sala de pruebas.

Frunzo el ceño, no tiene porque quedarse ahí.

—Si quieres...— tartamudeo sin saber cómo decir esto— No lo sé... Puedes quedarte en mi habitación.

Estaba siendo demasiado amable. Demasiado.

—¿Contigo?

—Si.

—Paso— se dio la vuelta y desapareció tras la puerta doble.

Solté todo el aire contenido, gire sobre mi propio eje y me sobresalte al ver a Derek con una sonrisita traviesa. Huele a jabón y tiene el pelo húmedo.