Elementos: Guardianes De El Mundo

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  "Un te quiero"

Derek

—¿Para que quieres eso?— inquiero mientras ato las trenzas de mi zapatos.

—No puedo decirte, no ahora— contesta Javier con un sonrisa torcida.

Lo miro con los ojos entrecerrados, no me causa gracia lo que me pide, y más si no me da explicaciones.

—Dejame procesarlo— comento con la mano en la cabeza — ¿quieres que antes de medianoche salga de la central a un edificio en construcción y no me das explicaciones o el por qué?

—Exacto— afirma despreocupado—No hay porque  desconfiar de mí.  Te aseguro que me lo vas a agradecer.

—No lo sé, Javier — niego no quiero salír hoy— estoy un poco cansado.

Empiezo a caminar para ir a las duchas.

—Anda, no seas gallina— insiste caminando a mi lado— Si te ayuda, todo este misterio tiene que ver con Aura.

Dejo de caminar para mirarlo ¡Está chiflado!

—Dudo que quiera verme, después de lo que pasó a lo mejor ya me odia.

—No, no. Ella no te odia, aún — supone y eso me da más desconfianza— pero haste la idea de que pronto llega Max y si el llega, ella se refugiará en sus brazos.

Que lo diga de esa manera hace que despierte, no soportaría verla con él de esa manera. Pero si lo pienso mejor ellos se odian a muerte, es imposible que lleguen a una situación romántica.

—No digas mentiras.

—No te miento, te lo aseguro, del odio al amor hay un solo paso, y ellos están en medio de esa línea.

Trago saliva ante la espectativa. No, no me los imagino juntos. No soy territorial y tampoco ando por la vida diciendo que es mío o no, pero por una extraña razón quiero que Aurela lo sea.

—Esta bien — accedo con molestia.

—Nos vemos luego entonces — dice más entusiasmo, se da media vuelta y se va.

Que raro era este tipo aveces. Comienzo a trotar bajo órdenes de Daniel, que al parecer está de mal humor, paso varias veces a Aura que no me mira ni yo a ella, es obvio que nos evitamos mutuamente. Me siento estúpido por no defenderla, pero es que no podía, no era yo.

La sobrepasó cuando se distrae y así no me vea por completo, ella ya me odia, lo sé. No la culpo, yo también lo hiciera.

Escucho un golpe en seco a mi espalda que me hace voltear y frenar al ver los he pasa.

Elena tiene su pie levantado y Aura está de rodillas contra el suelo.

—¡Ups!— se ríe acompañada de Zue y Hillary, o como a mi me gusta decirles: los títeres de Elena.

Aurela  se levanta como si nada hubiera pasado, y talves agarrando paciencia, más bien ha aguantado demasiado en no hacerles algo. Todos se ríen por la situación pero depronto las risas paran. Trato de ir a defenderla pero una mano en mi hombro me detiene.

—Ni lo pienses — espeta Ivy con sorna— Ella puede sola.

Me quedo en mi sitio a ver qué pasa.

—Unos rasguños no me van a detener — habla Aurita en dirección  a Elena y sus amigas, con valentía o ya cansada— pero tengo la curiosidad de si tú sobreviviras a un cuchillo en tu garganta.

Todos sieguen espectantes ante la escena que hay aquí, Elena se toca el pecho indignada.

—¿Me estas amenazando?