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"Estás al mando"

Llegábamos a la central cuando se escuchaba un escándalo, un fuerte bullicio inundó mis oídos al pasar la puerta. Luismi  y su grupo de detuvieron antes de entrar y eso me hizo detener.

—Creo que aquí llegamos nosotros — dijo Ana en forma de despedida.

—¿No vamos a pas...?— intentó decir Luismi pero Ana le dio un codaso que lo hizo callar.

—Gracias— los abracé a ambos y a Cecilia solo le di un asentimiento con la cabeza— Nos vemos por ahí.

—Reflexiona mujer— masculla Luismi cuando comienza a caminar devuelta— ese hombre no te merece.

Me encogí de hombros y me adentré a la central de nuevo, buscando el orígen de el fuerte sonido. Llegué al ala de reuniones y fue cuando mi mandíbula casi se descuelga.

Allí estaba, Derek, me daba la espalda y hablaba pero yo no entendía lo que decía, no lo escuchaba, solo me dejé llevar. Al meterme por completo en la sala todos los presentes se callaron de golpe, yo iba directo al pelinegro que me dejó plantada, hasta ignoré que Max me fulminara con la mirada, ignoré todo.

—¡¿Donde coño estabas?!— dije entre dientes tomándolo por el hombro y darle la vuelta, cuando vi su estado la rabia se fue por completo—...¿Que coño te pasó?

Su ropa estaba sucia no tanto pero era notable, tenía una herida de bala en la pierna y el pantalón lleno de sangre, su cara, solo tenía los labios llenos de sangre pero su cara era llena de culpa. Terrible culpa.

—Eso es lo que trato de contar— dijo en un susurro.

Lo miré a los ojos y la preocupación me invadió. Solo dejé que contara lo que interrumpi así que me posicioné al lado de Ivy.

—Iba a la cita que programé con Aurela, se me hizo tarde asi que tomé un atajo por un callejón— todos prestabamos atención, incluso había gente que ni conocía pero por su vestimenta deduje que hacían parte de el gobierno de Cobra— pero me acorralaron, no pude evitarlo.

—Asaltantes, seguro— afirmó Max cruzándose de brazos mientras Derek negaba repetidamente con la cabeza.

—Fue tu novia— soltó con odio y me tense al igual que Max que lo miró incrédulo.

—¿Milena? Nooo— Max se negó.

¿Quien es Milena? ¿Es la novia de Max?

—Milena siii— Derek se acercó más al elemento mientras esté entreabria la boca sorprendido— ella y dos hombres más me perseguían y venían por parte de tu padre... ¿Tienes algo que ver?

La pregunta tomó mal a Max porque el rojo carmesí de sus ojos se oscureció a un vino tinto.

—¿Que insinuas?— dió un paso al frente con la mandíbula tensa.

—¿Que querían ellos?— preguntó Federico para desviar la tensión.

Derek volvió a su puesto, de reojo me miró y con los hombros undidos dijo ese nombre que sé, que es mi talón de Aquiles.

—Buscaban a Kevin— soltó y el mundo se me vino abajo, la rabia volvió junto con las lágrimas que no dejé escapar — trate de que no me atraparan, logré escapar pero me atraparon y llegaron más.

—¡Dime qué no lo hiciste!— salte y llegué al frente para encararlo.

—Amenazaron con matar a mi familia, no pude hacer nada— desvió la mirada.

La sala estaba silenciosa, todos esperaban mi reacción.

—Lo entregaste— murmuré con los puños tan apretados que me dolían.

Elementos: Guardianes De El Mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora